Norwegian accede al rescate del Gobierno noruego tras un acuerdo bancario
Publicada 24/03/20 16:29h
Norwegian ha anunciado este martes un acuerdo con dos bancos nórdicos que le permitirá acceder al paquete de rescate financiero del sector aéreo, aprobado por el Gobierno noruego para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, e ingresar 300 millones de coronas noruegas (24 M €).
El paquete financiero establece garantías crediticias a través de la Agencia Noruega de Garantía del Crédito (GIEK): el Estado aporta el 90% y el restante 10% lo aportan bancos externos, instituciones crediticias u otras contrapartes comerciales.
Los dos bancos, cuyos nombres no han sido revelados, han logrado la aprobación de su comité crediticio para aportar ese 10% y la low cost noruega espera lograr esa primera ayuda "tan pronto como sea posible".
"La compañía trabaja con la GIEK y el Ministerio de Industria para clarificar los criterios y términos relacionados con los otros tramos y lograr más garantías de instituciones financieras para poder respaldarlos", informó en un comunicado la tercera aerolínea de bajo coste en Europa.
El Gobierno noruego presentó la semana pasada un paquete que ofrece garantías de crédito a las aerolíneas por 6.000 millones de coronas noruegas (481 millones de euros), la mitad para Norwegian, aunque con condiciones especiales para esta por su mala situación económica previa.
Para poder acceder a los otros dos tramos de la ayuda, Norwegian necesita que sus acreedores renuncien a los intereses y se aplace tres meses el pago de las amortizaciones, además de implementar otras medidas que mejoren su balance.
Norwegian canceló la semana pasada el 85% de sus vuelos y ha suspendido temporalmente de empleo a cerca del 90% de su plantilla por la caída de la demanda y las restricciones de viaje en todo el mundo debido a la propagación del coronavirus.
La aerolínea noruega, que reportó pérdidas netas de 1.609 millones de coronas noruegas (129 M €) al cierre de 2019, ha atravesado en el último año una difícil situación económica por la prohibición de vuelo a los Boeing 737 MAX y los problemas con los motores Rolls Royce, que le costaron casi 100 millones de euros.
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