Mirones: "La colaboración público-privada tendrá ahora más valor que nunca"
Publicada 08/04/20
- De cara al verano, "tenemos que desarrollar propuestas que sean ejecutables con las administraciones públicas y el compromiso del sector"
- "Las propuestas que lancemos tienen que ofrecer a los clientes tranquilidad y seguridad en todo lo que se vaya a hacer"
- Con la campaña de acompañamiento "más allá de su situación como clientes, nos preocupamos por saber si están bien y si podemos ayudarles"
El sector turístico está llevando a cabo numerosas iniciativas solidarias para animar y apoyar tanto a las personas que están confinadas en sus domicilios como a las afectadas por el coronavirus y a los sanitarios que cuidan de ellas. Entre esas decisiones se encuentra la campaña de acompañamiento telefónico que está desarrollando Balnearios Relais Termal, compañía presidida por Miguel Mirones, también presidente de la Asociación Nacional de Balnearios (Anbal) y del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). Su empresa está ahora sin actividad, al igual que la casi totalidad de la industria turística, pero considera que hay que "hacer una labor muy rigurosa y desarrollar propuestas que sean ejecutables, con las administraciones públicas y desde el compromiso del sector empresarial" para cuando llegue el momento de reabrir el sector.
Solo en los primeros 10 días desde el lanzamiento de la campaña de acompañamiento telefónico se atendieron a 2.500 personas, que mostraron una gran satisfacción por la iniciativa, en especial los que viven en soledad, que suponen cerca el 20% de esa cifra, según detallan desde la cadena de balnearios. Para ellos es una oportunidad para hablar de su experiencia en esta situación de confinamiento, a la vez que el equipo de la compañía ha podido prestarles ayuda en determinadas gestiones.
¿Cómo surge la idea?
En el momento en que se decretó el estado de alarma, los balnearios estaban a tope y cuando los clientes iban desalojándolos algunos de ellos nos hablaban de las situaciones a las que se iban a enfrentar, para muchos significaba que se iban a encontrar en soledad en su casa. Se nos ocurrió entonces ayudarles a sobrellevar esta situación a través de un acompañamiento telefónico. Más allá de su situación como clientes nos preocupamos por saber si estaban bien y si podíamos ayudarles de alguna forma. Nos hemos encontrado con casuísticas de todo tipo, incluso con algunas personas que tenían una serie de necesidades y no sabían cómo solucionarlas o a quién dirigirse para determinadas gestiones y les hemos ayudado a resolver estos problemas.
Nos estamos sintiendo útiles en un momento tan particular, incluso muchas personas nos han pedido que mantengamos un contacto semanal para poder hablar con alguien
¿Con qué equipo cuentan para ejecutar esta acción solidaria?
Son los propios directores de los establecimientos, que permanecen al pie del cañón con la gestión ordinaria de los mismos, quienes participan en las llamadas.
¿Cuál es el perfil más habitual de las personas a las que llaman?
Contamos con clientes con perfiles y edades muy diversas en los balnearios, pero decidimos enfocarnos más en las personas mayores, las más afectadas en estos momentos porque son población de riesgo y porque en muchas ocasiones su situación de soledad y aislamiento es mayor. Hemos volcado las primeras llamadas en ese colectivo, pero no estamos llamando solo a personas mayores, también de otras edades que tienen problemas concretos.
Por otro lado, y respecto a su empresa, Balnearios Relais Termal cuenta con ocho centros y tenía previsto abrir otro este año. ¿Se mantiene este objetivo?
Sí, en La Rioja. Lo teníamos previsto para esta primavera, abril o mayo, pero no hemos podido finalizar la dotación, cuando lo estábamos amueblando se decretó el estado de alarma.
Es difícil hacer previsiones en estos momentos, cuando la pandemia no está todavía controlada, pero hoy por hoy, ¿qué expectativas tienen para el verano?
Es difícil prever todos los escenarios. En las últimas tres semanas se han avanzado algunos que se han hecho de algunos lugares y que al cabo de 48 horas no tenían valor porque los acontecimientos llevan a un escenario completamente distinto. Por lo tanto, tenemos que trabajar con puntos de partida concretos, hacer una labor muy rigurosa y desarrollar propuestas que sean ejecutables, con las administraciones públicas y desde el compromiso del sector empresarial.
Muchas veces se cae en la tentación de hacer grandes propuestas que luego no se pueden llevar a la práctica. Es importante definir qué es lo que se puede y se debe hacer y aplicarlo desde la colaboración público-privada
Creo que ahora mismo, y así lo hemos compartido en el ámbito hotelero, es necesario ordenar este periodo de cierre para que todo el sector empresarial tengamos capacidad suficiente para sobrevivir a esta situación. Para eso hay que tomar medidas muy concretas, trabajando desde la patronal hotelera CEHAT para conseguir el paraguas adecuado para todo el sector.
Respecto al consumo, ¿se puede prever qué comportamiento tendrá el turista o qué exigirá en los establecimientos una vez superada esta crisis?
Las propuestas que lancemos tienen que ofrecer a los clientes tranquilidad y seguridad en todo lo que se vaya a hacer, un balneario o en un hotel o en un restaurante…
Es muy importante que, más allá de iniciativas individuales, todas ellas muy loables, haya unos parámetros marcados, que den seguridad al cliente de que todos los establecimientos que están abiertos están actuando dentro de esos parámetros.
Es muy importante consensuar las medidas, garantizando siempre la salud como elemento primordial, pero sin perder de vista la actividad económica. Al final una empresa tiene que tener un equilibrio económico para poder continuar con su actividad
¿Qué pasará con los viajes?
Será necesario conocer cómo las personas de las diferentes partes del mundo van a interiorizar lo que ha ocurrido y cómo van a reaccionar posteriormente; si esta situación se va a valorar como una situación global o se van a particulariza por destinos. Se empiezan a hacer lecturas desde mi punto de vista locales y se empieza a mirar con desconfianza hacia fuera.
La gente va a demandar tranquilidad y seguridad para poder viajar. Va a ser muy importante la capacidad de gestión de las diferentes organizaciones y administraciones de la mano del sector. La colaboración público-privada tendrá más valor que nunca, ahora se va a poner a prueba
Usted está habituado a desarrollar una gran actividad, como presidente del ICTE, de ANBAL o de su propia compañía de balnearios, ¿cómo se vive el confinamiento?
Al estar en diferentes frentes, tengo el día muy ocupado, atendiendo las necesidades de mi empresa y participando en reuniones de la asociación de balnearios, CEHAT, de la CEOE… Son muchas horas de conversación, de trabajo, de escuchar a los diferentes territorios y sectores para poder lanzar propuestas concretas, que aporten.
Se podría decir que ahora incluso trabajo más que antes porque esta situación exige horas de puesta en común, de reflexión, muchas veces son tormentas de ideas de las que tienes que intentar sacar propuestas constructivas, que aporten soluciones para el sector.
¿Cómo gestionan el cierre de sus establecimientos? ¿Han tenido que recurrir a la figura del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para sus empleados como otras muchas empresas de este sector?
Hemos hecho un ERTE porque no teníamos otra solución. Estamos procurando que este periodo sea lo más leve posible en interés de todos y estamos tratando de buscar caminos para reactivarlos. Pero no hemos parado las instalaciones porque el reinicio sería más largo en el tiempo y costoso. Por tanto, además de los directores de los establecimientos, contamos con personal para el mantenimiento porque los balnearios exigen una permanente revisión.
Cuenta con una larga trayectoria profesional, ha vivido ya otras crisis y en su etapa como presidente de Miembros Afiliados de la OMT visitó muchos países con diferentes situaciones. ¿Cómo valora esta una situación tan excepcional como la actual? ¿Es comparable con alguna situación vivida antes?
A nivel mundial puede ser comparable a lo que se pudo vivir por ejemplo con el tsunami de Tailandia. Hubo que partir casi de cero al afectar a las infraestructuras básicas, cosa que no sucede en la crisis actual, pero sí es comparable en cuanto al parón económico, en el reto de retomar la actividad de un país desde el punto de vista turístico.
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