La Bolsa Internacional de Turismo de Berlín (ITB), una de las más importantes manifestaciones comerciales del sector turístico mundial, abrirá sus puertas el próximo 7 de marzo en medio de una de las peores crisis de esta industria en las últimas décadas por las incertidumbres sobre la guerra en Irak y la recesión económica en los países desarrollados.
La Bolsa Internacional de Turismo de Berlín (ITB), una de las más importantes manifestaciones comerciales del sector turístico mundial, abrirá sus puertas el próximo 7 de marzo en medio de una de las peores crisis de esta industria en las últimas décadas por las incertidumbres sobre la guerra en Irak y la recesión económica en los países desarrollados.
La ITB, que se extenderá hasta el próximo 11 de marzo, reunirá más de 10.000 expositores de 181 países y espera atraer a unos 60.000 visitantes especializados de todos los continentes. El presidente de TUI, turoperador alemán con sede en Hannover, Michael Frenzel, señaló ayer que la feria turística abre en medio de una situación de dramática transformación en los hábitos de consumo como reflejo de la situación económica internacional. "Hoy los viajes están más fuertemente influenciados que nunca por el tema de los precios", opinó el responsable de esta compañía a la que la crisis la ha llevado no sólo a ofrecer vuelos a precios muy económicos, sino también a organizar paquetes turísticos con sensibles reducciones de costos y reservas directas de sus propios hoteles para "continuar manteniendo el control sobre los precios" y atraer de alguna forma a los potenciales viajeros, con verdaderas gangas en el este de Europa. Croacia, uno de los destinos más económicos de Europa Oriental, será este año el país patrocinador de la ceremonia inaugural de la ITB. El año pasado, la feria fue inaugurada con un gigantesco espectáculo presentado por Cuba. América Latina estará representada por sus 21 países, mientras que España, el segundo destino turístico mundial después de Francia, sentirá también los efectos de la recesión, aunque es uno de los países considerados como "seguros" del Mediterráneo occidental en caso de un agravamiento de la crisis en Medio Oriente. En Alemania, uno de los mercados de origen de flujos turísticos más importantes de Europa, "el problema principal no es el presidente iraquí Saddam Hussein", opinó Christian Boergen, presidente de la Asociación Alemana de Agencias de Viaje y Tour-Operadores (DRV). "Aquí la gente tiene más temor a la mala situación económica. El miedo a perder el puesto de trabajo influye negativamente en la planificación de las vacaciones de millones de familias", agregó. Berlín, la ciudad-escenario de la ITB, registró en 2002 una disminución de cerca de 5 millones de visitantes de todo el mundo (alrededor del 4 por ciento), en comparación con 2001, según cifras oficiales. "La actual situación política y económica continúa causando incertidumbre entre los potenciales consumidores de las ofertas turísticas", afirmó Peter Nerger, ejecutivo de la empresa Berlin Tourismus Marketing, encargada de la promoción de la capital alemana. El miedo a una guerra en Irak ha llevado incluso a las grandes empresas turísticas a crear sus propios "estados mayores de emergencia" con planes de evacuación, si fuera necesario, en los destinos turísticos más importantes y con reservas alternativas en los principales países del Mediterráneo occidental.
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