La hotelería española busca afianzar la rentabilidad ante la desescalada
Publicada 12/05/20
- La clave está en cuándo les será rentable a los hoteles reabrir, cuándo alcanzarán el umbral de rentabilidad jugando con demanda y costes
- Los hoteles pueden ir abriendo progresivamente por plantas, y a medida que se van añadiendo ir reincorporando al personal
- Mantener cerradas las zonas comunes en la fase 1 tendrá un menor impacto económico porque el restaurante suele ser un activo poco rentable
Los hoteles, y el sector turístico en general, se preparan para la fase de desescalada y la recuperación paulatina de la actividad, como ha publicado HOSTELTUR noticias de turismo en Así es el protocolo anti-Covid para garantizar la seguridad en los hoteles y El ICTE lanza un sello de "turismo seguro" para generar confianza. Pero la clave va a residir en cuándo les será rentable volver a abrir. Las grandes cadenas cuentan con equipos específicos para analizarlo, pero muchas pequeñas y medianas, junto con los hoteles individuales, tendrán que recurrir a consultoras como Christie & Co para tomar una decisión que asegure su supervivencia.
Christie & Co, con delegaciones en toda Europa, ya ha recibido solicitudes de las cadenas, según ha explicado Beatriz Menéndez-Valdés, su responsable del Departamento de Consultoría para España y Portugal, para “asesorarles en la revisión del plan estratégico, de manera que puedan saber cuándo y cómo abrir para asegurarse la rentabilidad económica de la operación”.
De hecho, como ha confirmado Inmaculada Ranera, directora general de Christie & Co para España y Portugal, “las grandes cadenas de manera interna, y las medianas en ocasiones de forma externalizada, están diseñando su actividad atendiendo a distintos escenarios”.
En función de esos escenarios los grupos hoteleros, según ha subrayado su responsable de Inversión, Coré Martín, “están planificando su reapertura: por regiones, sólo uno por destino si disponen de varios, etc. El objetivo es alcanzar el break even, o umbral de rentabilidad, equilibrando demanda y estructura de costes”.
Entre otras medidas a su alcance, como ha detallado Menéndez-Valdés, “pueden ir abriendo progresivamente por plantas, y a medida que se van añadiendo ir reincorporando al personal”. Además, ha añadido, “el mantener cerradas las zonas comunes en esta primera fase de la desescalada tendrá un menor impacto económico, porque en muchos hoteles es un activo poco rentable”.
Con estas condiciones, Menéndez-Valdés ha puntualizado que “los hoteles económicos tienen ventaja, pues tienen más fácil poder abrir por plantas; mientras que los resorts lo tienen más difícil con el paquete turístico como producto estrella. El todo incluido está muerto”.
También depende, según sus propias palabras, de “la situación del hotel: si la inversión ya está amortizada o si tiene posibilidad de renegociar la renta. El hotelero asimismo debe asumir si tiene que invertir en Capex (inversiones en activos productivos) para ponerlo en marcha, atendiendo a las nuevas normativas de seguridad, porque está claro que la reapertura va a suponer costes adicionales, además de en limpieza general y desinfección de las instalaciones”.
Esfuerzo también público
Este esfuerzo del sector privado debería verse respaldado, en opinión de Coré Martín, por “una labor de promoción desde el sector público para recuperar la confianza internacional ofreciendo una imagen coherente de país, para lo que se impone dejar a un lado los intereses personalistas que se generalizan ante la falta de liderazgo”.
En este mismo sentido Ranera ha propuesto “una mayor colaboración entre las administraciones estatal y autonómicas, que dé como resultado una campaña internacional de promoción conjunta”.
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