Brussels recorta su plantilla un 25% y su flota un 30% para sobrevivir
Publicada 12/05/20 14:48h
El impacto de la crisis del coronavirus ha sido extremadamente negativo en las finanzas y la demanda de Brussels Airlines, compañía que se ve obligada a tomar medidas sustanciales e indispensables para garantizar la supervivencia de la compañía. Para ello, la aerolínea anuncia un plan de recuperación entre cuyos principales objetivos figura una reducción estructural de sus costes y una optimización de su red con un recorte de rutas marginalmente rentables y las no rentables, lo que resultará en una reducción de la flota del 30% y de la plantilla del 25%. Paralelamente, la compañía está solicitando el apoyo tanto de su propietario el Grupo Lufthansa y del gobierno belga.
En un comunicado, la aerolínea belga explica que trabajará conjuntamente con los sindicatos para reducir el número de despidos forzados a un mínimo absoluto, confiando en que, con su plan de recuperación, podrá salvaguardar el 75% de su empleo y crecer nuevamente de manera rentable tan pronto como la demanda de viajes aéreos se haya recuperado a una nueva normalidad, que se prevé para 2023.
La compañía destaca que lograr la rentabilidad estructural es esencial para asegurar el futuro y las nuevas inversiones de la compañía, al tiempo que puede protegerse contra posibles nuevos vientos en contra.
El CEO de Brussels Airlines, Dieter Vranckx recuerda que, en todo el mundo, la crisis de coronavirus está ejerciendo una presión sin precedentes sobre las aerolíneas, con un impacto en los ingresos totales, que se calcula superará los 240.000 millones de euros. Las reservas entrantes disminuyeron en más del 60% y las cancelaciones alcanzaron cifras récord, lo que está obligando a muchas aerolíneas en todo el mundo a realizar recortes masivos de empleos.
“Lamentablemente, Brussels Airlines no se salva de la crisis. Desde la suspensión temporal de todos nuestros vuelos el pasado 21 de marzo, la compañía ha perdido un millón de euros al día debido a la falta de ingresos y costes que debe seguir asumiendo, a pesar de no estar operando, tales como los gastos de alquiler y mantenimiento de aeronaves”.
El 28 de febrero, la compañía anunció por primera vez un impacto en la demanda de viajes aéreos. “Habíamos comenzado el año 2020 con resultados positivos en términos de número de pasajeros e ingresos y, para este verano, planeaban una fuerte oferta de ocio, ya que podríamos compensar parte del negocio que se perdió debido a la bancarrota de Thomas Cook Bélgica. Pero la pandemia de coronavirus nos está golpeando extremadamente fuerte. No teníamos otra opción que suspender temporalmente los vuelos a partir de marzo 21 e introducir el paro técnico para toda la empresa. La reestructuración es urgentemente necesaria para sobrevivir a la crisis actual y volver a ser competitiva en el futuro”, ha afirmado el CEO de la aerolínea.
La dirección de Brussels Airlines presenta este martes su plan de recuperación centrado en la supervivencia de la empresa y la creación de la base para la rentabilidad estructural a los interlocutores sociales.
Principales medidas del plan
-Revisión de la red enfocándose en las necesidades del mercado y optimizando la rentabilidad de la ruta
-Adaptación de la flota según la optimización de la red: de 54 a 38 aviones (-30%)
-Reducción de los costes de personal al reducir el número de empleos en un 25%. Junto con los interlocutores sociales, se reducirá al máximo el número de despidos forzosos
-Reducción de gastos generales, costes operativos y aumento de la eficiencia operativa, al mejorar la productividad y estandarizar aún más la flota.
-Simplificación de la configuración de recompensas de los empleados, con el objetivo de seguir siendo un empleador atractivo mientras se controla la evolución futura de los costes
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