La odisea que será un vuelo intercontinental en tiempos de coronavirus
Publicada 17/05/20
¿Qué sucedería si un aeropuerto hace tests de coronavirus a todos los pasajeros que llegan? La periodista y fotógrafa Laurel Chor, residente en Hong Kong, vivió la experiencia y la describió en un largo hilo en Twitter, a su llegada a la ciudad especial china. Venía desde París, vía Londres, en un vuelo de British Airways, operado con un Boeing 777-200, en el que si bien se respetaba la distancia social, ocupado a un tercio de su capacidad (297 asientos en cuatro cabinas), sorprendentemente, la tripulación de cabina no usaba mascarillas.
Su odisea comenzó a las 6:10 del 14 de mayo, hora de su arribo al Aeropuerto de Hong Kong, y terminó a las 14:00, cuando finalmente llegó a su casa. El hilo de @laurelchor detalla los nuevos procedimientos establecidos de llegada que duraron unas ocho horas. Incluían, entre los principales, completar una declaración de salud, descargar una aplicación y obtener un brazalete de seguimiento, además de hacerse el test de la COVID-19 y esperar sus resultados.
Tras pasar inmigración y aduana, fueron trasladados en autobús a la sede de la Expo Mundial de Asia. Allí, recibieron packs de autoevaluación de la enfermedad, que implicaba escupir en un tubo en una cabina privada. Tuvieron que esperar siete horas en una mesa y silla numeradas individualmente. En ese momento les suministraron comida.
Su prueba dio negativo, pero aun así tuvo que cumplir una cuarentena de 14 días, mientras que las personas que dieron positivo fueron llevadas al hospital.
A través de la aplicación móvil, las autoridades sanitarias hicieron seguimiento de que se encontraba en casa y aislada. En el aeropuerto, el personal se aseguró de que escaneara un código QR y descargara la aplicación, que luego se registró en su número de teléfono y su brazalete de rastreo. Tenía que avisar a la aplicación cuando llegara a casa desde el aeropuerto.
Si rompiera la cuarentena, podría ser encarcelada por hasta 6 meses y multada con hasta 25.000 dólares hongkoneses (2.981 €). El gobierno de Hong Kong también alienta a las personas a denunciar los infractores de la cuarentena. "Tendría un verdadero miedo a la ira del público si saliera con mi pulsera puesta", dice la periodista en uno de sus tuits.
Laurel Chor se pregunta directamente si este será el futuro de los viajes: “Tenga en cuenta que esto es Hong Kong tratando de encontrar una solución que permita a los residentes regresar a casa sin poner en peligro a toda la ciudad. No veo cómo esto podría ser llevado a escala antes de que se desarrolle y distribuya una vacuna”.
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