Los hoteles afrontan la crisis con más solvencia que en la recesión de 2008
Publicada 12/06/20
- "Es posible que veamos procesos de concentración debido a los cambios que ha habido en el mercado, afectados por la pandemia"
- "Venimos de años de récord en el sector hotelero, hay más solvencia desde el punto de vista del endeudamiento, con niveles razonables"
- "El interés por invertir en el negocio vacacional va a seguir ahí, no estaba en el radar de los inversores institucionales hace 5 o 6 años"
El sector turístico afronta la temporada estival con gran incertidumbre, con el foco puesto en el mercado doméstico y la esperanza en poder recibir también turistas internacionales. Sin embargo, el año se presenta difícil y la recuperación se puede alargar, lo que "afectará al negocio de los hoteles porque hay una alta correlación entre el Producto Interior Bruto (PIB) y el RevPAR de los hoteles", sostiene Constantino Gómez, socio de Arcano Partners, firma de asesoramiento financiero y gestión de activos. No obstante, como dato positivo destaca que "esta crisis ha cogido al sector en una situación de solvencia mucho mejor que la anterior".
El sector turístico es uno de los más afectados por la crisis sanitaria motivada por la Covid-19, con un cierre prácticamente total durante casi tres meses. ¿Cuándo se podrá hablar de recuperación?
Ahora mismo es muy difícil saber cuándo se va a recuperar la demanda. Necesitamos más de información. Empezaremos a tener una mejor idea a medida que sepamos cómo ha ido el verano, cómo puede ir la temporada en Canarias y en Caribe para los hoteleros españoles con intereses allí.
En general, a nivel macroeconómico, veo un año difícil y una recuperación a lo largo de 2021-2022. Hemos tenido una caída violenta en un periodo corto de tiempo, pero puede que la recuperación se alargue más y eso afectará al negocio de los hoteles porque hay una alta correlación entre el Producto Interior Bruto (PIB) y el RevPAR (ingresos por habitación disponible) de los hoteles.
El turismo fue un sector decisivo para la recuperación económica en la crisis de 2008, pero en los primeros momentos de la actual crisis se quedó en un segundo plano. Hasta ahora, con la proximidad del verano, no ha habido un preocupación real por darle un impulso…
Desde hace poco se está intentando dar soluciones concretas para ayudar al sector, adicionales a las que se implantaron en un primer momento con las ayudas financieras del ICO y las facilidades para hacer ERTE. Hay tres elementos fundamentales que se están tocando: la demanda, las cuestiones financieras y las de gestión de los costes de personal.
En el primer caso, se están tomando medidas relacionadas con la seguridad sanitaria y se está trabajando en facilitar la recepción desde países emisores. Desde el punto de vista de la gestión de costes, lo relevante es aplicar sistemas flexibles de los ERTE durante más tiempo, se está hablando de aplicar la ley de los ERTE de una forma que se acomode al modo en que se va a ir incorporando la gente según se vaya viendo la mejora de la demanda. Y el ámbito financiero se tiene la esperanza de que parte de los fondos que se van asignar a España desde Europa, desde el Banco Europeo de Inversiones o desde el Fondo de Reestructuración, estén destinados al sector turístico.
En lo que se refiere al segmento hotelero, ¿esta situación va a favorecer operaciones de venta de activos en el sector teniendo en cuenta la debilidad de algunas compañías, agravada por la crisis?
Esta crisis ha cogido al sector en una situación de solvencia mucho mejor que la anterior. Venimos de años de récord históricos y, en general, hay más solvencia desde el punto de vista del endeudamiento, con niveles bastante razonables.
Esta caída ha cogido al sector en una mejor situación que en la anterior crisis, bien es verdad que en aquel momento el negocio nunca estuvo cerrado durante casi cuatro meses
Es tan profundo lo que ha pasado que es posible que se den situaciones que hasta ahora no se estaban planteando Hay una enorme atomización del sector, los 50 principales grupos hoteleros en España tienen más o menos un 40% de cuota y los 200 grupos siguientes, un 24% adicional. Esto da una idea de la dispersión del mercado, no hay ningún grupo que tenga una cuota de mercado significativa.
Debido a todos los cambios que ha habido en el mercado, afectados por la pandemia, es posible que veamos procesos de concentración. Incluso, con la pandemia se abren posibilidades de que haya grupos que se planteen cambiar el modelo de negocio
Los destinos secundarios se han covertido en objeto de gran interés para algunas firmas de inversión. ¿La actual crisis va a devolver el foco a las grandes ciudades?
En la situación en la que estamos, al principio el interés se centrará en las oportunidades que puedan surgir en los mejores destinos. En la medida en que esto se vaya realizando se puede extender a destinos de menor importancia.
El buen comportamiento del sector turístico en España, con cifras récord año tras año, ha incrementado el interés por el negocio vacacional. ¿La situación de incertidumbre que se vive en estos momentos cambiará las prioridades de inversión?
Elegir entre urbano y costa son decisiones distintas y muchas veces los inversores son distintos, pero el interés por invertir en el negocio vacacional va a seguir ahí, no estaba en el radar de los inversores institucionales en España hace cinco o seis años, pero se está institucionalizando desde el punto de vista de que ha habido fondos profesionales, tanto nacionales como extranjeros, interesados en invertir. Es una actividad muy relevante de nuestro PIB y va a seguir habiendo interés en invertir en el negocio vacacional.
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