La Generalitat y los ayuntamientos catalanes hacen caja con el turismo
Tridente fiscal: impuesto por pernoctaciones, IBI y tasa de apartamentos
Publicada 11/03/13De todos los tributos que gravan directamente o indirectamente el turismo en Cataluña, el más visible es el nuevo impuesto por pernoctaciones que entró en vigor en 2012. Pero el sector turístico también muestra su preocupación por el incremento de la presión fiscal a nivel municipal, debido sobre todo a los incrementos generalizados del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o las nuevas tasas para regularizar apartamentos turísticos.
El impuesto por pernoctaciones de Cataluña no es el primero que se implanta en España de estas características pero probablemente sí está destinado a perdurar en el tiempo.
Y es que a diferencia de la ecotasa balear (que desde el principio fue rechazada por el sector privado y sólo estuvo en vigor durante 2002 y 2003) en la comunidad catalana el nuevo tributo ha contado con la aprobación tácita del empresariado.
Felip Puig, consejero de Empresa de la Generalitat, recuerda que "otros países ya aplican la tasa turística” y que la implantación de este nuevo impuesto en Cataluña “redundará en más recursos para la promoción turística, pues no olvidemos que nos movemos en un entorno de déficit fiscal".
Cabe recordar que, del total de la recaudación del nuevo impuesto, un 70% se destinará al llamado Fondo de Fomento del Turismo, que será gestionado por la Generalitat aunque bajo los auspicios de una comisión donde participarán administraciones públicas y sector privado.
El citado fondo servirá para la promoción turística, el impulso del turismo sostenible, la creación de productos turísticos así como para el desarrollo de infraestructuras.
El otro 30% de la recaudación se destinará a los ayuntamientos y es en este punto donde muestra sus recelos Josep Graset, presidente de la Federación de Turismo de Tarragona y presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Dorada.
“Creo que sería mejor que ese porcentaje del 30% fuera gestionado por los patronatos provinciales de Turismo, pues sería más efectivo, ya que hacen un buen trabajo de márketing. Si el dinero va a los ayuntamientos, cada uno tendrá sus prioridades...”, dice Graset.
Según añade Josep Graset, “ya que los empresarios de alojamiento tenemos que hacer de recaudadores del impuesto turístico, al menos esperamos que el importe se destine íntegramente a promoción, que no se quede por el camino".
Por otra parte, recuerda Grasset, "desde la CEHAT luchamos para que el IVA a los alojamientos bajara al 4% y en lugar de eso el Gobierno lo subió del 8% al 10%. Y a Port Aventura, por ser un parque temático, se lo han subido del 8% al 21%, y eso que se trata del motor de nuestra zona. Nos lo están poniendo difícil", dice.
Tasas para regularizar apartamentos
Otro frente abierto es la nueva ley de apartamentos de Cataluña: “Observamos que algunos ayuntamientos cobran una tasa muy elevada para los trámites de regulación y otros consistorios no. Esto crea agravios comparativos entre los destinos. El problema es si algunos ayuntamientos simplemente ven la ley como un instrumento recaudatorio, y no de mejora de la oferta turística", indica Grasset.
En suma, según expone Grasset, "venimos escuchando hace tiempo que el turismo está aguantando la economía. Pero si vamos cargando de tasas e impuestos a la actividad turística, está claro que la acabaremos perjudicando. El turismo se convierte en el burro que recibe los golpes. Cada tasa e impuesto necesita una reflexión", remarca el presidente de la Federación de Turismo de Tarragona.
Costa Brava: el IBI se dispara
En la Costa Brava también se observa con cautela la implantación del nuevo impuesto turístico por pernoctaciones. “Según un informe del Patronat de Turisme Costa Brava Pirineu de Girona, de cuyo Consejo de Administración formo parte, en el año 2013 la província de Girona recaudará 9,68 millones de euros con el impuesto turístico”, explica Antoni Escudero, presidente de la Federación de Hostelería de las comarcas de Girona.
Pero además, remarca Escudero, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles se ha incrementado en los municipios de la provincia entre un 10% y 50% durante 2012, principalmente en aquellos situados en zonas de costa, como Blanes.
“Está claro que esta presión fiscal es debida a la situación de crisis económica que vive España, Cataluña y los municipios de todo el país, provocando que las administraciones públicas estatales, autonómicas y locales emprendan acciones para recaudar dinero y así pagar las deudas y el déficit público. Es decir, cómo todo el país está en crisis, los gobiernos lo que hacen es buscar soluciones mediante la subida de impuestos y así cumplir con sus presupuestos”, comenta Escudero.
En cualquier caso, las consecuencias de la subida de impuestos al turismo se acabarán pagando, según remarca el presidente de los hoteleros de las comarcas de Girona.
“Bajará el consumo, bajarán los márgenes de beneficio, habrá una destrucción de empleos y una subida del paro”.
Y más allá de estos efectos, Antoni Escudero remarca “el miedo que crean los impuestos a todo aquel que quiera ser emprendedor, porque son palos en las ruedas a éstos, ya que impuestos y tasas forman parte de una gran cantidad de los gastos de la empresa”.
Luces y sombras de la nueva tasa turística
Por otra parte, un documento académico elaborado por Xavier Font Urgell, profesor del departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Barcelona, y publicado en la revista “Journal of Publics Policies and Territories”, apunta las luces y sombras del nuevo impuesto turístico por pernoctaciones.
“Sin duda Cataluña se dota de un instrumento que contribuirá a la mejora de la financiación de la actividad turística, ni que sea porque garantizará una aportación económica en épocas de recortes generalizados de las administraciones en un sector clave para la economía catalana”.
Xavier Font cree injustificados los “argumentos apocalípticos” sobre el hundimiento del sector turístico por culpa de la aplicación del nuevo impuesto, en referencia a la pérdida de competitividad respecto a destinos competidores por el incremento del precio, mala imagen en los mercados emisores, etc.
Dichos argumentos, añade, “caerán en poco tiempo”, tal como han demostrado experiencias como la taxe de séjour en Francia o la bed tax de Nueva York.
Municipios turísticos y financiación local
Pero por otro lado, indica este experto, no está claro aún cómo los municipios turísticos -con crónicos problemas de financiación- utilizarán el 30% del nuevo impuesto.
Por ley tendrán que destinarlo a “actuaciones concretas en el ámbito de la promoción turística”. Pero según recuerda Font, numerosas localidades turísticas arrastran todavía importantes problemas relacionados con la seguridad, la atención al visitante o la mejora del destino.
“Probablemente con más tiempo de reflexión y en otro entorno más favorable, los destinos turísticos tendrían que haber resultado más beneficiados por este impuesto. Definitivamente esta tasa no soluciona los problemas de financiación de los destinos catalanes”, indica.
Y es que el nuevo impuesto “lo que realmente está haciendo es contribuir a sanear las cuentas del gobierno de Cataluña. Es un impuesto que tiene más de diseño económico y financiero que turístico”, concluye.
Este artículo forma parte del tema de portada de la revista HOSTELTUR de marzo. Ver también Impuestos al turismo: más presión amenaza la supervivencia del sector.
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