CLIA confía que con directrices de la UE se reactivarán los cruceros  

CLIA y sus miembros han participado de forma activa en el desarrollo de esta guía identificado protocolos apropiados, basados ​​en la orientación de las autoridades sanitarias y expertos médicos que cubren a los pasajeros desde el momento que reservan su crucero hasta su regreso seguro a casa. Consideran que las directrices "proporcionarán otro nivel de confianza para nuestros clientes y la tripulación”.

"La principal preocupación de CLIA y sus miembros es la salud y seguridad de los clientes, los tripulantes y las comunidades locales que visitamos. Esta guía de las autoridades sanitarias y expertos en Europa proporciona un recurso útil para las líneas de cruceros mientras se preparan para reanudar las operaciones", declaró Tom Boardly, secretario general de CLIA Europa.

Mientras que Alfredo Serrano, director de CLIA España aseguró que “es una muy buena noticia y confiamos en que se pueda reanudar la actividad cuanto antes y España no pierda competitividad con otros países”

Si bien no hay datos concretos de cuándo se reanudarán las operaciones, los miembros de CLIA prevén que se hará “de forma gradual” y que la vuelta completa a la actividad dependerá de una serie de factores como acuerdos internacionales, nacionales y/o locales, el estado de propagación de la COVID-19 en lugares específicos y avances en detección, tratamiento y prevención.

En el comunicado CLIA ha informado que continuarán trabajando con EU Healthy Gateways (Alianza Europea de Salud Pública cofinanciada por el programa de salud de la Unión Europea) para valorar su practicidad e idoneidad con el fin de avanzar en la vuelta a la actividad del sector.

Algunas directrices

Entre las directrices que figuran en la versión 1 publicada el 30 de junio (que puede descargarse al final del artículo) se sugiere un reinicio de operaciones gradual, que se consideren itinerarios de corta duración (entre 3 y 7 días), e incluso limitar el número de puertos que se visitan durante el itinerario.

Se plantea que puedan realizarse test ante sospechas; que todos los cruceros cuenten con un plan de contingencia para responder ante casos positivos de COVID-19 y que en los puertos de escala tanto pasajeros como tripulantes puedan recibir atención médica en caso de necesitarse.

Entre otras cosas también se sugieren “precauciones especiales” para grupos de alto riesgo, y que eso implique recomendar la visita a un médico que evalúe si está en condiciones de viajar; que las actividades y servicios se organicen por grupos de edad. En el caso de los tripulantes que formen parte de este grupo lo ideal sería que trabajen en posiciones con poca o ninguna interacción con los pasajeros.

Para garantizar la distancia social no solo se habla de reducir la cantidad de pasajeros, también la de la tripulación a bordo, entre otras cosas.