Alemania no conoce la crisis

Así, la asociación de agencias y turoperadores alemana DRV estima que en 2013 se registrará un crecimiento de las ventas del 4%, aunque se trata de una "previsión conservadora", según ha informado la citada entidad en la apertura de la feria.

De este crecimiento de la demanda se van a beneficiar sobre todo destinos como España y Turquía. También se observa un importante repunte de Grecia, tras los problemas que sufrió este destino el año pasado.

En cambio, el norte de África y particularmente Egipto sigue sufriendo. Y es que a los alemanes no les apetece mucho ir a las pirámides o Sharm el Sheikh hasta que la situación política no se estabilice, dado que aún perduran los efectos de la Primavera Árabe. Ayer mismo, los informativos de la televisión alemana informaban sobre los últimos disturbios en las ciudades egipcias.

Según las cifras recopiladas por DRV, las ventas de los turoperadores alemanes alcanzaron el año pasado un volumen de 24.400 millones de euros, lo que significó un crecimiento interanual del 5,5%.

La canciller alemana Ángela Merkel, ayer martes en la inauguración de la ITB.

En la víspera de la feria ITB también los turoperadores alemanes han confirmado sus buenas previsiones para 2013. Por ejemplo, FTI dice que las reservas para el verano crecen con cifras de dos dígitos, siendo Turquía y España los destinos más demandados.

Por su parte, Thomas Cook también confirma repuntes en las ventas para los destinos españoles.

Tal como se apuntaba en el post Claves del mercado emisor alemán para 2013 en vísperas de la ITB, las empresas de estudios de mercado igualmente predicen que los turistas alemanes tienen más ganas de viajar que nunca.

Así, GfK estima que los viajeros alemanes se gastarán en sus vacaciones de este año casi un 6% más respecto al año pasado. En 2012, los alemanes realizaron cerca de 100 millones de viajes turísticos al extranjero, un 6% más, según Gfk.

Se espera que la economía alemana crezca este año un modesto 0,4%, aunque para 2014 ya se prevé un aumento del 1,6%.

Un reflejo de esta vigorosidad económica se encuentra en las propias calles de Berlín. En el centro urbano las grúas pululan por doquier: se construyen nuevos edificios y una nueva línea de metro. Alemania no conoce la crisis.