El repunte de los rebrotes de la COVID complica la reactivación del sector
Publicada 15/07/20
- En las últimas semanas se han incrementado los focos de infección en distintos puntos de España
- Los hosteleros temen que un rebrote generalizado del virus a escala nacional limite de nuevo la libertad de movimientos y la actividad
- Cada vez más comunidades autónomas imponen el uso obligatorio de las mascarillas en sus respectivos territorios
La caída de la demanda, motivada por la crisis sanitaria, es el principal desafío al que se enfrenta este verano el sector turístico. Un reto que tratan de combatir incrementando las medidas de seguridad para generar confianza. Sin embargo, los numerosos rebrotes que se están registrando en nuestro país suponen otro obstáculo más para la ansiada reactivación. Algunos destinos han retrocedido a la fase 2 de la desescalada, aunque flexibilizada, como Zaragoza capital y su área de influencia y la ciudad de Huesca, con las restricciones que ello implica para los diferentes negocios. En otros se ha optado por endurecer las limitaciones a la movilidad, como en Lleida y en varios municipios de la comarca de Segrià -en la misma provincia-, o el confinamiento del área de A Mariña (Lugo). No obstante, no se han producido rebrotes en la actividad turística, como ha destacado esta semana la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ensalzando por este motivo la responsabilidad del sector.
Las 17 comunidades autónomas han notificado brotes. España tiene al menos 120 focos de coronavirus activos que afectan a cerca de 2.200 personas, según datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Una situación que preocupa al sector. Los hosteleros temen que un rebrote generalizado de la COVID-19 a escala nacional restrinja de nuevo la libertad de movimientos y limite la actividad del sector.
“Somos el epicentro económico de la pandemia, los grandes sufridores, por eso hay que hacer mucha pedagogía sobre todo en la gente que celebra reuniones en parques o locales privados", ha afirmado el presidente de la patronal Hostelería de España, José Luis Yzuel.
Con la apertura de los vuelos internacionales se incrementa también la posibilidad de registrar casos importados. El propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, admitía ayer en el Parlamento, que siempre está presente la posibilidad de "un brote, de un rebrote o de un aumento de la contagiosidad" en los países de los que proceden los visitantes. Por lo que "debemos estar preparados para una actuación inmediata ante un brote o rebrote" para que no afecte al turismo, dijo el presidente.
Reyes Maroto, destacó el lunes, durante la presentación de la campaña de la nueva promoción internacional, que no se han producido rebrotes en la actividad turística, a diferencia de lo que ocurrió al inicio de la pandemia, cuando seis casos detectados en un hotel de Adeje (Tenerife) obligaron a poner en cuarentena a todos los huéspedes del establecimiento.
No obstante, ante los rebrotes que se están produciendo en distintos puntos de España, indicó que lo importante es darles una rápida respuesta y que estén controlados.
Señaló que al Ministerio le preocupa generar certidumbre y garantías para los turistas que estén pensando en venir a España y añadió que no cabe duda de que los rebrotes generan intranquilidad, por lo que es muy importante que haya una "intervención temprana" frente a ellos que permita dar solución.
Mascarillas obligatorias
Ante la dificultad de evitar los rebrotes, las comunidades autónomas tratan de reforzar las medidas de seguridad para evitar los contagios. Medidas que pasan en gran medida por establecer el uso obligatorio de las mascarillas en todo momento, incluso cuando se pueda respetar el distanciamiento social.
Cataluña, Baleares y Extremadura se convirtieron el pasado fin de semana en las tres primeras comunidades en hacer obligario el uso de mascarillas mientras otras cinco lo estudiaban. También se ha sumado a esta iniciativa Andalucía, Aragón, La Rioja, Asturias y Navarra, que han aprobado la misma medida para minimizar el riesgo de contagios por coronavirus.
Incluso el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) ha pedido a los gobiernos de todo el mundo que impongan el uso de mascarillas, y que soliciten el apoyo del sector privado para recordar a los clientes su obligación de proteger su salud y la de los demás frente al coronavirus.
Endurecer las medidas
Por otro lado, el Govern balear ha anunciado que endurecerá el control en las zonas turísticas mallorquinas de Magaluf y el Arenal y en la ibicenca del West End, donde aplicará medidas "con contundencia" para evitar "imágenes" de aglomeraciones que ponen en peligro la contención de la pandemia de la COVID-19.
El conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela, tomará nuevas medidas en las tres zonas turísticas de los municipios mallorquines de Palma y Calvià y del ibicenco de San Antonio, donde el pasado fin de semana se vieron imágenes de turistas de fiesta que "dañan" a las islas.
Seguimiento integral
Asimismo y con el fin de evitar que posibles casos importados puedan convertirse en un nuevo foco de contagio, algunos detinos, como la Comunidad de Madrid, han desarrollado un protocolo para controlar a los turistas que puedan estar afectados e impedir así la propagación del virus.
En esta autonomía se ha creado un circuito integral de atención sanitaria al visitante que presente síntomas o sospecha de infección. La iniciativa incluye un hospital y un hotel de referencia para atender y alojar, respectivamente, a estos pacientes. Además, se ha reforzado el material informativo en todos los transportes públicos, alojamientos o marquesinas digitales, entre otros (más datos en Madrid crea un circuito integral para atender a turistas con COVID-19).
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