El aumento del IGIC resta competitividad al destino Canarias
Publicada 07/03/13
La subida del IGIC del 5% al 7% en julio de 2012 marcó un antes y un después en la presión impositiva a los empresarios del sector turístico en Canarias. Este incremento se produjo, como apunta la presidenta de Asolan, Susana Pérez, “con contratos ya firmados hasta la campaña de verano de 2013, por lo que este incremento está siendo asumido por el hotelero”. En palabras de su homólogo en Ashotel, Jorge Marichal, “esto ha supuesto un duro ajuste para muchos establecimientos”.
Los hoteleros de Canarias lucharon en su momento contra la subida del IGIC, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo, lucha a la que se sumó CEHAT.
Y es que la presión fiscal al empresariado turístico de Canarias ha ido en aumento en los dos últimos años, según reconoce la presidenta de Asolan (Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote), debido a la subida de “las tasas municipales y un gran incremento del IBI desde 2008, impuesto que supone un coste muy importante para los establecimientos”.
Este incremento se produce con el agravante, como también señala el presidente de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro), de que “los impuestos que se recaudan en el ámbito municipal como el IBI no muestran la valoración real de los inmuebles, ya que en muchos de los municipios turísticos las ponencias de valores datan de principios y mediados de la década de 2000, cuando el boom inmobiliario estaba en su máximo apogeo”. Están por tanto, según Pérez, “fuera de la realidad actual”.
Disminuir el déficit
La necesidad de disminuir el déficit de las Comunidades Autónomas y de conseguir recaudación para hacer frente a los múltiples gastos es lo que está impulsando esta mayor presión fiscal, indica el presidente de los hoteleros de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro.
En cualquier caso, desde Ashotel se muestran convencidos de que “apostando por el turismo de manera realista, con más promoción y potenciando la conectividad, se podría generar más empleo”, lo que se traduciría en “nuevos y más cotizantes a la Seguridad Social”. Según apunta Jorge Marichal, “aunque somos conscientes de la situación económica, sólo crean empleo estable las empresas. Y si no hay políticas de estímulo difícilmente lo podrán crear”.
En este sentido también se manifiesta Susana Pérez, quien se lamenta de que “en lugar de mantener el IGIC o reducirlo como apoyo a un sector vital y estratégico para Canarias como es el turismo, motor de la economía del Archipiélago, lo incrementan”.
Están ahogando a las empresas
Las consecuencias son claras para ambos representantes del sector: estos impuestos y tasas, como explica Pérez, “están ahogando a las empresas, que llevan manteniendo precios desde hace años para poder ser competitivos con otros nuevos destinos con costes más bajos, lo que les impide realizar inversiones y crear empleo, precisamente para ser más competitivos y no tener que depender del precio”. Pero por el momento, “el Gobierno no está apoyando al sector para mejorar la competitividad si no reduce de nuevo el IGIC”.
En “la disminución de la competitividad frente a otros destinos que utilizan el precio como factor competitivo, sobre todo los no europeos”, también coincide Marichal como una de las consecuencias de este aumento impositivo.
Asimismo indica “el encarecimiento de los precios del transporte aéreo, ya sea por las tasas aeroportuarias, gestionadas por el Gobierno, o los precios de los vuelos impuestos por las propias compañías”. En ello también influye “el cese de la política de bonificaciones de las tasas aéreas para los vuelos entre Canarias y la Península, que ha tenido efectos negativos en lo que se refiere a la conectividad del Archipiélago”.
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