Por los rebrotes de la COVID-19

Francia no cierra la frontera pero recomienda no viajar a Cataluña

Advierte a los franceses de que "la situación en Cataluña muestra indicadores sanitarios degradados"

Publicada 24/07/20 17:11h
Francia no cierra la frontera pero recomienda no viajar a Cataluña

Francia descarta de momento cerrar la frontera con España pero recomienda "vivamente" a sus ciudadanos no viajar a Cataluña. Es la decisión anunciada este viernes por el primer ministro Jean Castex, tras su reunión con Emmanuel Macron, a raíz de "los indicios de degradación de la situación sanitaria" por los rebrotes de la COVID-19.

"La situación en Cataluña muestra indicadores sanitarios degradados. Recomendamos vivamente a los ciudadanos franceses que eviten desplazarse allí mientras no mejore la situación en ese territorio", dijo Castex tras la reunión del Consejo de Defensa encabezado por el presidente francés, Emmanuel Macron, para evaluar el avance del virus en el país.

Castex explicó que están en contacto con las autoridades españolas y catalanas para que vigilen que el flujo hacia Francia también se limita en la medida de lo posible.

La medida anunciada por el jefe del Gobierno descarta el cierre de fronteras con España, pero supone un varapalo para Cataluña, principal comunidad autónoma española de destino en 2019 de turistas extranjeros, de los cuales dos de cada 10 fueron franceses.

La reunión del Consejo de Defensa y Seguridad pretendía dar respuesta al empeoramiento de la situación epidémica en Francia, que ha detectado más de 1.000 casos nuevos en las últimas veinticuatro horas, y donde por primera vez desde el desconfinamiento el número de admisiones en cuidados intensivos no disminuyó

El propio Castex había mencionado el pasado sábado que cualquier eventual cierre de fronteras con España es algo que debería tratarse con las autoridades españolas, si bien esa no ha sido finalmente la decisión adoptada.

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Comentarios 2
Avatar Esteve Angles Esteve Angles hace 4 años
Es bastante elocuente. No hace ni un mes, España respecto a los casos en Europa estábamos en un -0.2%, mientras que Francia en el mismo momento estaba en un +0,3%. Esto ya no es así. Los rebrotes han surgido pues se ha bajado la guardia. Lo que preocupa es que YA los jóvenes se contagian y ésto es lo peor que nos puede pasar como país. Si no mostramos un comportamiento cívico tod@s y cada un@ de nosotr@s, el otoño va a ser como mínimo un purgatorio en todos los sentidos. Si se mira la situación como negocio, diríamos que no se ha hecho casi nada para adaptarnos a la nueva situación (por no querer decir "normalidad", ya que es distinto todo de lo que sabíamos y no aprovechamos). Seriedad por parte de todos. Aplicar normativas y regulaciones valientes. Que a nadie le tiemble el pulso si han de aplicarse medidas impopulares y sanciones inmediatas por incumplimiento de normativas sanitarias uniformes y acertadas, desde el individuo al negocio ya que Incumplir es Propagar la enfermedad y mientras dure este escenario adverso, los fondos de ayuda van a durarnos tres telediarios si no somos proactivos y hacemos prevalecer el sentido común. El estado de alarma no ha acabado, es evidente y es importante hacer (o retomar) la labor que, si o si, no se hizo tan mal desde Marzo a Mayo. Sólo así podemos esperar cierta mejoría de nuevo y no volver a caer. Reinventarse es lo que a los negocios, empresas, instituciones y sociedad nos toca hacer. Cualquier otra medida es como un parche (o mejor, una tirita, que hoy se pone y mañana se quita), sin haberse curado bien la herida. No lo podemos permitir en ningún sentido.
Ya hemos alcanzado el nivel de zona “apestada”. No nos califican así, por educación, pero el mensaje está claro: que no vengan y que no vayamos. Lo de “indicadores sanitarios degradados” también es educado, pero bastante claro. Y más, viniendo del nuevo Primer Ministro, que ha tenido un papel clave en la gestión de la pandemia en Francia. Los planes de contingencia que abordan la actuación inmediata ante la aparición de un infectado, con el rastreo de contactos, etc. son necesarios, pero la realidad, que es muy tozuda, nos está reafirmando que no son suficientes. Lo que necesitamos, desde el principio, y seguimos sin afrontar, es diseñar y desplegar PLANES DE PREVENCIÓN en todas las actividades y establecimientos (ciudadanos, transportes, empresas, lugares públicos, etc.), de manera que evitemos casi en su totalidad la posibilidad de contagio, lo cual es posible. Para ello, hay que conocer con gran detalle los peligros de contagio de cada lugar, revisar y modificar toda la operativa y dotarla de las medidas de prevención necesarias y eficaces, de manera que todas las personas puedan desarrollar sus actividades con normalidad y con un ambiente sanitariamente seguro. Sólo de esta manera, podrán sentirse tranquilos y podremos recuperar la actividad turística y todas la demás. No se trata de restringir actividades, sino de saber cómo realizarlas con garantías sanitarias, informar a los ciudadanos de lo que necesitan saber y hacer cumplir las medidas que se definan.