El secretario general de Turismo de España examina con turoperadores las perspectivas del turismo alemán

El secretario general de Turismo de España, Juan José Güemes, se reunió el sábado con turoperadores alemanes, al margen de la Feria de Berlín (ITB), para examinar las perspectivas germanas en un momento marcado por la mala coyuntura económica de este país y la situación internacional. "Este es un año complicado para el mercado alemán -dijo Güemes en una reunión con periodistas españoles tras la entrevista con los tour-operadores-, sigue pesando la situación alemana". España sigue siendo el país extranjero al que más viajan los alemanes, pese a un retroceso del número de visitantes de un ocho por ciento que se enmarca dentro de una tendencia general a la baja del turismo germano de un doce, según el último "Reiseanalyse", el mayor estudio sobre el comportamiento de los turistas de este país. En el año 2002 visitaron España 8,2 millones de turistas alemanes, lo que representa un 13 por ciento del turismo germano. Dentro del contexto general alemán la situación española en su conjunto permite un "relativo optimismo", según el secretario, con la excepción de Baleares donde siguen pesando "las imágenes negativas" generadas durante la campaña de defensa de la eco-tasa. Los turoperadores alemanes, reconoció Güemes, "piden que se retire la tasa", que dijo "no es ni eco ni es tasa, sino un impuesto sobre pernoctaciones hoteleras. Güemes criticó el concepto de que para "mejorar la sostenibilidad de un destino" haya que aplicar un impuesto, e insistió en que es necesario hacer llegar a los turistas alemanes un mensaje de que son bienvenidos en Baleares. A la pregunta de si un conflicto en el Este del Mediterráneo beneficiaría a España contestó que "esa es una valoración que se ha hecho por parte de los profesionales del turismo, pero desde la Administración esa valoración no se puede hacer. En cuanto a si la posición política de España puede influir en los alemanes, favorables a la paz, afirmó que "cuando se viaja, se tienen en cuenta otros factores". Respecto a la catástrofe del Prestige, Güemes recordó que los turistas alemanes no suelen viajar a las playas de esa zona y dijo que se va a tratar de "convertir la notoriedad" adquirida por esa región tras el desastre "como plataforma de promoción de la oferta gallega, a la que se destinarán doce millones de euros". Los promotores alemanes transmitieron además al secretario su preocupación por el encarecimiento de los servicios que no entran en paquetes en los destinos españoles. En líneas generales, España debe seguir trabajando con los tour-operadores de Alemania para "consolidar el liderazgo de sol y playa" y desarrollar la oferta complementaria de turismo cultural. Señaló que están experimentado un auge los viajes cortos para visitar ciudades y citó el ejemplo de uno de los tour-operadores que ha pasado de tener conexiones directas con tres ciudades españolas a tenerlas con diecinueve. El esfuerzo de promoción del turismo cultural en España (país que según recordó Güemes tiene el mayor número de sitios patrimonio de la humanidad) ha dado ya frutos en Alemania, donde los destinos culturales españoles son los más visitados después de Italia y por encima de Francia. Esto, habida cuenta de "las conexiones históricas y la cercanía de Alemania con Italia", es muy satisfactorio, opinó Güemes. Este auge es debido también al atractivo del idioma español, que en el año 2002 impulsó a 150.000 personas a visitar España. Los estudiantes de español son turistas particularmente interesantes, pues permanecen en el país una media de treinta días, cuatro veces más que la media y gastan más, pues se interesan por la oferta cultural y la gastronomía. Este tipo de turistas suelen recurrir más a internet que el resto de los visitantes. El 50 por ciento de quienes viajan a España por el idioma se han informado por internet, mientras que en términos generales, es uno de cada cuatro. Güemes informó, en general, de un aumento de las conexiones turísticas por internet e indicó que quien reserva de esta manera suele gastar un 20 por ciento más que la media y demanda una oferta más individualizada.