El mensaje que el Patronato de Turismo de la Costa del Sol lanza a los hoteleros es claro y contundente: aguantar ante la presión de los turoperadores alemanes, que intentan que abaraten los precios de los paquetes turísticos. «Ellos (los turoperadores) lo que quieren es superar su propia crisis, y bajar precios es perder calidad y tirar la imagen que tanto nos ha costado conseguir», señalaron Juan Fraile y Ana Gómez, presidente y gerente del Patronato, ayer en la ITB. Hay que aguantar porque los augurios, pese a lo que dicen, no son tan malos. En este concepto optimista, el Patronato coincide totalmente con la Consejería de Turismo de la Junta, cuyo director general, Marcelino Méndez, volvió a incidir en el mensaje de esperanza ante el futuro y firmeza ante la 'ofensiva' de las multinacionales en su intento de conseguir precios más bajos en destinos como el nuestro.
El mensaje que el Patronato de Turismo de la Costa del Sol lanza a los hoteleros es claro y contundente: aguantar ante la presión de los turoperadores alemanes, que intentan que abaraten los precios de los paquetes turísticos. «Ellos (los turoperadores) lo que quieren es superar su propia crisis, y bajar precios es perder calidad y tirar la imagen que tanto nos ha costado conseguir», señalaron Juan Fraile y Ana Gómez, presidente y gerente del Patronato, ayer en la ITB. Hay que aguantar porque los augurios, pese a lo que dicen, no son tan malos. En este concepto optimista, el Patronato coincide totalmente con la Consejería de Turismo de la Junta, cuyo director general, Marcelino Méndez, volvió a incidir en el mensaje de esperanza ante el futuro y firmeza ante la 'ofensiva' de las multinacionales en su intento de conseguir precios más bajos en destinos como el nuestro.
La DRV, Federación de Turoperadores de Alemania, ha anunciado que para este año la Costa del Sol registrará un descenso de un 10 por ciento en paquetes turísticos, aunque reconoce que habrá un aumento de otros segmentos, si bien no los cuantifican. Así, si el turismo de paquete baja, se incrementarán los turistas que hacen su viaje individualmente, el turismo de gol y el turismo residencia. ¿Cuánto? Depende de muchas variables, incluida la guerra, que sigue planeando por la ITB con tremenda fuerza. «Si la guerra es corta (aquí la dan todos por segura), el verano será bueno», le han dicho los expertos turísticos alemanes al Patronato.
Pese a que Alemania sufre una importante crisis económica, son millones los ciudadanos de este país que se irán de vacaciones este año -en 2002, realizaron 79 millones de desplazamientos-, según datos de la OMT, con un apreciable aumento de los viajes a media distancia: la gente sale de vacaciones, pero no quiere destinos de más de tres horas de avión. La Costa del Sol entra en este cupo. Se cree que el incremento oscilará entre un dos y un cuatro por ciento. Así pues, el descenso de los turistas de 'paquete' se equilibrará con la mayor presencia de turistas de otros segmentos, y se puede aspirar no sólo a repetir las aceptables cifras de 2002 (la Costa del Sol registró un descenso del mercado alemán de un 1,3 por ciento, el menor de todos los registrados en Europa), sino a conseguir mejores resultados. En este sentido, tanto Juan Fraile como Ana Gómez se mostraron optimistas y seguros de que la oferta de la Costa del Sol es tan buena y la imagen que se ha recuperado es tan importante, «que nuestra posición, para como está todo, es privilegiada ahora mismo. Mallorca, Turquía, Bulgaria..., los grandes destinos de los alemanes están a la baja de una manera tremenda». Fraile y Gómez hacen un llamamiento a la unidad de los hoteleros en un tema tan delicado como el de los precios. Los turoperadores quieren rebajas a toda costa, pero el Patronato lo tiene claro: «Que aguanten esa presión y no transijan. No se puede perder calidad por bajar los precios porque eso conlleva una pérdida de imagen como la que sufre actualmente Baleares, y después se tardan cuatro o cinco años en recuperar la imagen que la Costa del Sol tiene ahora mismo ante el segmento de clase media alemana, que es la que debemos potenciar», señalan. El turismo germano tiene mucho campo para crecer, pues el año pasado viajaron a la costa malagueña un total de 600.000 alemanes, mientras que a Baleares fueron seis millones. Pese al número relativamente bajo, los alemanes se dejaron en la Costa del Sol la friolera de 710 millones de euros, lo cual dice mucho en cuanto a su capacidad económica: es un turista que deja dinero, que interesa. El gasto medio del alemán sólo en el viaje cuando va a Málaga supera los 600 euros, algo más que la media de otros países. El turismo alemán es el segundo en importancia dentro del mercado extranjero en nuestra zona, detrás del británico; el año pasado unos dos millones de británicos pasaron por Málaga. Hay un dato importante en el que también se basan Juan Fraile y Ana Gómez cuando piden que no se bajen los precios: el grado de satisfacción del turista alemán al dejar la Costa del Sol es de un 91 por ciento. «Si perdemos calidad, lo notarán y entonces será pan para hoy y hambre para mañana. No podemos dejarnos engatusar por lo que nos dicen, porque la verdadera crisis es la que atraviesan ellos, los turoperadores, desbordados por la pujanza de Internet y de los viajes organizados a sus espaldas. Los turoperadores quieren superar su propia crisis a costa nuestra y eso no lo podemos ni debemos permitir», sentenciaron. (P.L.G., diario Sur, 10/03/03)
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