Perú apuesta por el turismo como uno de los pilares de su Desarrollo

El Gobierno peruano apuesta por el turismo como uno de los pilares del desarrollo del país, afirmó ayer en la Feria Internacional de Turismo de Berlín (ITB) su viceministro del ramo, Ramiro Salas. "En 2001, 2002 y 2003 ha empezado para nosotros un nuevo milenio en el turismo no sólo en el sentido cronológico sino también en cuanto a que hemos definido el turismo como uno de los pilares de nuestro desarrollo", dijo Salas en una conferencia de prensa. Salas hizo una presentación, a la que asistieron periodistas y también representantes de empresas turísticas alemanas, en la que se refirió a los atractivos más conocidos de Perú, como Machupichu y el lago Titicaca, así como otros aspectos del país interesantes para el viajero por su diversidad cultural y de naturaleza. Esos temas fueron complementados por una presentación de Antonio Brack-Egg, peruano de origen alemán que asesora a un programa de medio ambiente de las Naciones Unidas para Perú. Brack se concentró especialmente en los atractivos naturales del Perú, con costas, desiertos y selvas lluviosas, y en su gran variedad de aves que convierten al país en un paraíso para ornitólogos. Dos asuntos sobre los que los alemanes asistentes a la presentación mostraron un especial interés fueron el futuro del ferrocarril de los Andes y los planes de un teleférico en Machupichu. Sobre el ferrocarril de los Andes, Salas aseguró que desde que lo gestiona el "Orient Express" este medio de transporte no sólo ofrece la posibilidad de apreciar la naturaleza y la cultura peruana sino también "un servicio de primera calidad". Algunos asistentes, sin embargo, se quejaron de que en ocasiones se cancelan viajes del ferrocarril de los Andes cuando no hay suficientes pasajeros, lo que dificulta la planificación para las agencias que venden paquetes completos a turistas. Salas justificó los planes de construcción de un teleférico en Machupichu por razones ecológicas puesto que este medio de transporte podría ayudar a reducir el tráfico de autobuses entre Machupichu-Pueblo y la montaña y aliviaría un poco el sensible ecosistema de la zona.