Los hoteleros de Baleares insisten y el Gobierno contempla alargar los ERTE

La presidenta de FEHM, Maria Frontera, planteó ante el ministro y la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, la necesidad de prorrogar los ERTE “cuanto sea necesario”; que haya una restructuración del sistema de exoneraciones de cuotas a la seguridad social, adaptándolas a la realidad turística; que se amplíen las bonificaciones de los fijos discontinuos y que éstos puedan ser beneficiarios de las prestaciones sociales al estar cotizando las empresas por estos trabajadores.

"Los ERTE han llegado para quedarse estructuralmente en España", ha afirmado el Ministro Escrivá, reconociendo que los del sector turístico balear son "problemas singulares que requieren de tratamientos específicos", por lo que ha prometido que se pondrán sobre la mesa en la reunión de la Mesa de Diálogo Social que se celebrará en Palma en septiembre. El fin de semana la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también se había reunido con Govern balear y agentes sociales de Baleares, a quienes les aseguró que los ERTE continuarán activos pero sin fijar fecha, como publicaba HOSTELTUR.

"Cada tres meses reevaluamos la situación" y en esa reunión se planteará "el esquema de los ERTE" a partir de septiembre, considerando las particularidades del sector turístico en general y de una economía tan dependiente de él como la de Baleares, donde reside el 8% de los trabajadores españoles aún inmersos en ERTE y agregó que "todavía queda un 20% por activar, que es más del triple que en el resto de España.

Más allá del posible alargamiento de los ERTE y las prestaciones para fijos discontinuos, Gabriel Llobera, presidente de ACH, advirtió que en materia fiscal “sigue habiendo solicitudes no atendidas a todos los niveles municipal (IBI, IAE, tasas de RSU), autonómico (canon de saneamiento, suspensión del ITS) o estatales”. Van pasando las semanas y estas peticiones no se atienden” dijo, y mientras tanto “las empresas tenemos muchos costes y pocos ingresos, lo cual nos aboca al desastre.”

Frente a la “asfixia fiscal de las empresas turísticas”, Llobera pidió que se adopten medidas urgentes para “detener la sangría económica de las empresas”, porque de lo contrario muchas terminarán en concurso de acreedores.