El sector hotelero pidió ayer un pacto de Estado por el Turismo en Baleares «para intentar salir del hoyo en el que estamos», según dijo en Berlín el vicepresidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Ignasi Esteve, quien remarcó que durante la legislatura del Pacte de Progrés se había «retrocedido 10 años en materia turística». Mientras, el presidente de los hoteleros mallorquines, Pere Cañellas, resaltó que las elecciones autónomicas, «sea el que sea el que gane», supondrán «un nuevo escenario en el que seguiremos asumiremos nuestro papel crítico si algo no nos gusta». Cañellas, tras reclamar que los políticos de Baleares viajen a otras comunidades autónomas «para ver cómo funcionan otras políticas turísticas», remarcó que había que hacer un «gran esfuerzo» para invertir «mucho más dinero en promoción, con campañas fuertes y duras como lo han hecho otros destinos competidores como Andalucía, que se han gastado 15.000 millones de pesetas en promocionar su comunidad».
El sector hotelero pidió ayer un pacto de Estado por el Turismo en Baleares «para intentar salir del hoyo en el que estamos», según dijo en Berlín el vicepresidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Ignasi Esteve, quien remarcó que durante la legislatura del Pacte de Progrés se había «retrocedido 10 años en materia turística». Mientras, el presidente de los hoteleros mallorquines, Pere Cañellas, resaltó que las elecciones autónomicas, «sea el que sea el que gane», supondrán «un nuevo escenario en el que seguiremos asumiremos nuestro papel crítico si algo no nos gusta». Cañellas, tras reclamar que los políticos de Baleares viajen a otras comunidades autónomas «para ver cómo funcionan otras políticas turísticas», remarcó que había que hacer un «gran esfuerzo» para invertir «mucho más dinero en promoción, con campañas fuertes y duras como lo han hecho otros destinos competidores como Andalucía, que se han gastado 15.000 millones de pesetas en promocionar su comunidad».
Cañellas también se mostró contrario a una «bajada indiscriminada de los precios», aunque reconoció que al sector no le quedaba más remedio que ajustar la oferta a la demanda, «manteniendo el equilibrio entre el precio y la calidad», remarcó. De cualquier modo, precisó que Baleares y, en concreto Mallorca, padecen «una imagen de destino caro, cuando la realidad es que los precios de los hoteles se revisan año a año». Abogó Cañellas para que la oferta complementaria, sobre todo, el precio de las hamacas y de algunos bares y restaurantes «se ajustara a la demanda». El presidente de los hoteleros mallorquines también aprovechó la última jornada de la ITB de Berlín para criticar el anuncio del presidente del Govern, Francesc Antich, de invertir 500 millones de euros en 10 años para reconstruir el Medio Ambiente. «Eso es un mensaje negativo que no puede ser. No hemos de reconstruir, sino de mejorar. Nuestros visitantes se tienen que encontrar cómodos», indicó. En este sentido, añadió que «había llegado ya el momento de parar los mensajes confusos» procedentes de la propia isla. Cañellas también acusó al Govern de «los esfuerzos inversores en comprar un rosario de fincas del que no veo la necesidad de tenerlas en propiedad». El presidente de la Federación hotelera no criticó en esta ocasión la ecotasa: «Ya hemos hablado mucho. Cuando menos se hable mucho mejor». El vicepresidente de la Federación Hotelera, Ignasi Esteve, también resaltó que se debería seguir teniendo en cuenta la oferta de sol y playa «como la principal estrategia turística». Esteve fue más preciso: «El otro tipo de oferta turística, nunca se puede convertir en la base de nuestro destino».Por otra parte, los turoperadores reclamaron ayer la «paz» en el sector turístico de Baleares. El vicepresidente ejecutivo de Thomas Cook, Lothar Buss, precisó que había que luchar «todos juntos» para lograr que Baleares vuelve a ser «un destino líder». Buss reconoció que no se volverían a llegar a los niveles de cifras turísticas que el archipiélago consiguió en 1999. «Ese fue el tope, cuando más del 50% de nuestros clientes viajaban a España», indicó. El vicepresidente de Thomas Cook achacó la caída de las reservas en Baleares no al 11-S ni a la ecotasa, sino a la polémica de la ecotasa. «Hay que hacer esfuerzos por la ecología, pero no se puede hablar tanto de este tema», explicó. En cualquier caso, Buss insistió en que se había producido «una crisis en todos los destinos, que afectan sobre todo a Baleares». Sin embargo, destacó que «los alemanes se sienten en las Islas tan seguros como en Alemania». En la misma línea se mostró Hans Müller, director de contratación de Thomas Cook en Espana: «Hay que empezar a hablar bien de Baleares, sólo comentar las cosas positivas». Por su parte, Rainer Hoffmann, director del turoperador Rewe Touristik Destination Service, criticó que en las Islas se había producido una «estrecha política de miras» en materia turística. También abogó por «un nuevo rumbo» en Baleares y resaltó que «no se habían vendido bien todas las ventajas de Baleares». En la misma línea de Thomas Cook pidió que se pusiera fin «al tiempo de los reproches mutuos que existen en el sector, que se sientan y hablen entre todos» dijo. (A.R., diario El Mundo-El Día de Baleares, 12/03/03)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.