Más transacciones hoteleras cuando el mercado se adapte a la nueva realidad
“Los hoteles españoles siempre han sido una opción atractiva para los fondos de inversión”
Publicada 26/08/20- El impacto real de esta crisis aún está por sentirse, enmascarado por los ERTE, pero se prevén reducciones de personal de entre un 30% y 40%
- Lo que está claro es que los efectos de esta crisis durarán varios años y que el mercado hotelero en 5 años no se parecerá en nada al de hoy
- Tras el verano se producirán cierres masivos de hoteles, muchos entrarán en concurso de acreedores y aumentarán las fusiones de cadenas
John Kearney, director de Hotelient, vaticina una nueva normalidad con una ocupación del 30%, coincidiendo así con Marriott, que fija ese mismo porcentaje de media global y cree que lo peor ha pasado, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo, lo que “en la mayoría de sus hoteles es también su punto de equilibrio”. Pero Kearney advierte de que “el impacto real de esta crisis aún está por sentirse, enmascarado por los ERTE”. De hecho prevé reducciones de personal de entre un 30% y un 40% en la mayoría de establecimientos y cadenas, y un incremento en las transacciones hoteleras. Lo que está claro es que “los efectos de esta crisis durarán varios años” y que el mercado hotelero en el próximo lustro “no se parecerá en nada al de hoy”.
Los hoteles españoles siempre han sido una opción atractiva para los fondos de inversión por lo que, según ha avanzado Kearney, “las noticias de compras hoteleras serán abundantes una vez que el mercado se haya adaptado a la nueva realidad”.
Especialmente en los destinos más afectados como Mallorca, “donde tienen que capear las tormentas combinadas de la quiebra de Thomas Cook y la crisis del coronavirus”, por lo que los precios de las operaciones “serán aproximadamente un 50% más bajos que los actuales”; o Barcelona, donde el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Mestre, ya ha pronosticado que “muchos hoteles acabarán en concurso de acreedores o en manos de fondos buitre”.
Y es que, como ha subrayado Kearney, “este verano ha sido sin duda el periodo más traumático para los hoteleros de los últimos tiempos. El panorama que ahora aguarda es el de cierres masivos de establecimientos tanto temporales como permanentes. Numerosos hoteles entrarán en concurso de acreedores como una forma de proteger sus activos”, además de multiplicarse “la fusión de cadenas que buscan reducir su estructura de costes, más allá de la reducción de personal prevista”.
No todos los hoteleros hicieron correctamente los deberes, ya que en su opinión “propietarios y directores debían haber sido aún más radicales en la reorganización de sus establecimientos para tener alguna posibilidad de sobrevivir. Lo primero era intentar rentabilizar su hotel con niveles bajos de ocupación o considerar cerrar hasta que el mercado comenzase a recuperarse. Sin embargo, esto no fue aplicado por todos”.
“En épocas de inestabilidad del mercado siempre es mejor planificar lo peor y esperar lo mejor. Era completamente predecible que este verano fuera terrible en términos de ocupación. Es genial tener esperanza, pero eso no te mantiene a flote”, según John Kearney
¿Y ahora qué?
Ahora muchos, según ha reconocido el director de Hotelient, “ven como la mejor opción cerrar hasta el próximo año. Las cadenas que alquilan sus hoteles también tendrán que tomar decisiones difíciles y es muy probable que las marcas conocidas desaparezcan o sean absorbidas por grupos internacionales más grandes”.
Asimismo ha hecho un llamamiento para que “las asociaciones, en lugar de implementar etiquetas adhesivas sin COVID o seguras COVID, que no fueron efectivas para incrementar la demanda, deberían luchar al unísono para obtener ayudas y apoyo de los gobiernos regionales y nacionales para estimular la demanda interna. También deberían apoyar la concesión de desgravaciones fiscales a los hoteleros y otras medidas para darles todas las posibilidades de sobrevivir”.
Durante los últimos meses, como ha detallado, “estamos viendo un aumento constante de propietarios de hoteles que deciden poner sus activos a la venta. Muchos de ellos tenían propiedades endeudadas y deficitarias incluso antes de que estallara la crisis. Todavía hay una falta de realismo en la valoración de esos activos, y la mayoría pide entre dos y cinco veces su valor real actual en función del rendimiento financiero anterior al coronavirus. Esto cambiará a medida que aumente la presión”.
En esas operaciones también jugará un papel decisivo “la tecnología para reducir el personal y aumentar la rentabilidad en el futuro” que haya adoptado el establecimiento en cuestión a la hora de ejecutar “cualquier adquisición o inversión mayoritaria. Sin embargo, para muchos hoteles que lo que buscan ahora es sobrevivir no es una opción práctica a corto o medio plazo, aunque algunas de las cadenas más grandes acelerarán esta transición que ya iniciaron hace unos años”.
Perspectivas positivas para finales de 2021
Kearney ha anunciado que “hay indicios de que una vez que este virus haya pasado, y lo hará, el deseo de los turistas de volver a visitar España continuará siendo fuerte, y le seguirán convenciones y viajes de negocios”.
No en vano los hoteleros, según ha destacado, “aunque a veces son demasiado reactivos, son como camaleones. Nuestra capacidad de cambiar para evolucionar en función de las necesidades y requisitos de los huéspedes es el único atributo que garantizará nuestra supervivencia y crecimiento una vez que el coronavirus se retire para finales de 2021”.
Mientras tanto, aconseja a empresarios y operadores “concentrarse en optimizar sus procesos comerciales, formar a empleados polifacéticos y crear un plan para automatizar con tecnología los servicios para huéspedes”.
La información de referencia se encuentra disponible en la página web de Hotelient.
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