Antes de entrar en la senda de recuperación iremos a peor

Otoño inquietante tras un verano de locos, advierte Mirai

"Ha sido un verano para valientes", según Pablo Delgado

Publicada 29/08/20
Otoño inquietante tras un verano de locos, advierte Mirai
  • "En este verano tan convulso y de infarto ha sido más necesario que nunca aplicar dinamismo, flexibilidad y resiliencia”, según Delgado
  • Septiembre y el último trimestre no pintan bien. Las variables que suavizaron el verano difícilmente saldrán al rescate en otoño
  • La demanda regresará en 2021 y con fuerza, si bien con muchos cambios: los modelos comerciales y de distribución tendrán que reinventarse

Este año pasará probablemente a la historia del turismo español como el más excepcional y atípico, según ha subrayado el CEO de Mirai, Pablo Delgado: “Una locura de verano, con altibajos constantes y donde las previsiones se reescriben cada día, si no cada hora. En definitiva, un verano para valientes o imprudentes según se mire, aunque nosotros nos quedamos más con lo de valientes”. Pero es que el otoño no pinta mejor. De hecho considera que “antes de entrar en la senda definitiva de recuperación, parece inevitable que todavía tengamos que ir a peor, en especial en los próximos seis meses que se antojan muy complicados”.

El verano ha sido, como lo ha definido Pablo Delgado, “convulso y de infarto”, siendo más necesario que nunca aplicar “dinamismo, flexibilidad y resiliencia” para solventar el temporal. Gracias a ello “muchos destinos y hoteles han “salvado los muebles”, han llegado al punto de equilibrio o perdido menos dinero del que esperaban. Desgraciadamente otros no han podido ni abrir porque sencillamente no había demanda, lo cual es un desastre, si bien con ello han permitido que otros mejorasen sus números”.

“De un junio ruinoso mejoramos hacia un julio todavía desastroso, para llegar a un agosto malo para muchos o decente para otros. Como siempre, todo es según con qué dato lo compares, si con 2019 o con la previsión de abril”, como ha reconocido Pablo Delgado

En cambio, como ha advertido, “aquí se acaba la “racha”. Septiembre y el último trimestre no pintan bien. Las variables que suavizaron el verano difícilmente saldrán al rescate en otoño”:

- Sin tanta capacidad de venta de última hora: “En los meses de verano el mercado español de ocio tuvo una gran fuerza a última hora. Parecía que pocos querían quedarse sin vacaciones. La vuelta al colegio y oficinas, así como la crisis económica, ponen en duda este repunte de última hora”.

- Demanda débil de mercados internacionales: “Los destinos vacacionales de septiembre en adelante están dominados por mercados emisores internacionales como Alemania, Reino Unido o los países nórdicos; aunque en destinos urbanos son el Reino Unido, Francia o Estados Unidos. Mientras duren las restricciones para estos viajeros -cuarentenas o similares-, haya poca conectividad aérea y, por supuesto, no se controle la crisis sanitaria, el emisor internacional brillará por su ausencia”.

- Frenazo del segmento corporativo y MICE: “Sin duda, el más damnificado y que ha generado un vacío enorme en los hoteles que trabajan mucho estos segmentos. Su recuperación se espera lenta e incluso es razonable pensar que parte de esta demanda nunca se recupere, ya que las vídeo reuniones por Zoom o Teams están aquí para quedarse. La caída de estos segmentos aumentará aún más la presión a la baja en los precios porque estos hoteles tratarán de competir así para atraer turistas que tradicionalmente van al centro de las ciudades”.

- Exceso de oferta: “Se estima que en torno a un 60% de los hoteles (52% de las habitaciones) abrió este verano. De los que no abrieron, muchos (en destinos urbanos especialmente, así como Canarias) tienen prevista su apertura para septiembre u octubre, lo cual aumentará la oferta sin tener un impacto directo en una demanda aún deprimida. Si bien las aperturas podrían suponer un ligero incremento de la demanda y conectividad aérea a medio plazo, no será así a corto”.

- Alta volatilidad y elevado número de cancelaciones: “Rebrotes puntuales, cambios regulatorios repentinos o guerra de precios son una combinación que augura que las cancelaciones se mantendrán en niveles todavía muy altos en la franja del 35% al 50% hasta final de año”. Así iban en julio las cancelaciones y reservas de hotel en 13 destinos de España, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo.

Los datos de las reservas de aquí a final de año son “preocupantes a día de hoy, con descensos de entre el 40% y el 80% según destino y mes, siendo más penalizados los urbanos que los vacacionales”

Hay lugar para la esperanza

Sin embargo, entre tanta previsión negativa Delgado ha asegurado que “también tenemos alguna esperanza aunque por ahora sin impacto en los números”:

- Última hora: “Si bien no se espera un pico tan fuerte como en agosto, sí que se espera algo. En un año tan atípico como éste, todo es posible”.

- Levantamiento de las restricciones: “Los sucesivos palos recibidos en estas últimas semanas pueden verse revertidos en las próximas, lo cual daría un vuelco repentino en mercados tan dinámicos como el Reino Unido, por ejemplo”.

- Avances en la lucha contra el coronavirus: “Cada semana tenemos más esperanzas de tener buenas noticias al respecto, ya sea en tratamientos, acceso a test fiables y baratos o vacunas. Estas noticias son el principio y marcarán un cambio de tendencia al abordar el principal problema, que es la crisis de confianza”.

Por ello el CEO de Mirai vaticina que “ni el sector ni el turismo desaparecerán y menos en un país tan variado y con una oferta única como España. La demanda regresará en 2021 y con fuerza, si bien con muchos cambios. Los modelos comerciales y de distribución de siempre tendrán que ser reinventados. Amenazas sí, pero también muchas oportunidades. Adaptabilidad, flexibilidad y, sin duda, resiliencia serán requisitos fundamentales en esta nueva época”.

Verano muy complejo

Y todo ello tras vivir una complejísima situación este verano a la que el sector ha tenido que enfrentarse con sus mejores armas:

- Demanda nula compensada sólo por una fuerte venta de última hora, “en especial en los destinos donde el turismo doméstico es más fuerte, como la costa de Andalucía o Levante, así como el norte. Como siempre, hay excepciones y destinos que no siguieron el patrón general, como la Costa de la Luz o de Almería, al alza; o Benidorm o la Costa del Sol, a la baja”.

- Cancelaciones disparadas y también de última hora: “Viendo la demanda, parece que el verano no ha sido tan malo”, pero gran parte de ella “se perdía incluso a muy pocos días de la fecha de entrada. El ritmo de cancelaciones ha sido una montaña rusa de infarto y muy difícil de predecir”, aunque se ha ido moderando, “desde un 89% en junio hasta un previsible 52% en agosto”. Sin embargo “la tendencia parece alterarse a partir de septiembre, cuando el ritmo de cancelaciones es más alto que en agosto a estas alturas”. Y pese a que “la venta de última hora (con cancelaciones mucho más bajas) ayuda a moderar ligeramente el dato global, los índices de cancelación en 2020 son entre el doble y cuatro veces superiores a los de 2019”.

- Guerra de precios, a pesar de “lo mucho que se habla de que esta crisis no se arregla bajando precio, pero la realidad es otra. Si juntamos una débil demanda hasta última hora, cancelaciones disparadas, un exceso de oferta debido a que cada vez hay más hoteles abiertos, así como una alta fragmentación de la misma, tenemos una fuerte e ineludible caída de precio medio”.

La información de referencia se encuentra disponible en el blog de Mirai.

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