CEHAT exige una comisión interministerial para la supervivencia del sector

“No podemos improvisar medidas. Está en juego la supervivencia del sector turístico español”, ha afirmado el presidente de CEHAT, Jorge Marichal, señalando que hace falta un plan de choque con medidas financieras para las empresas

En la carta enviada a Reyes Maroto, los hoteleros remarcan la “urgencia” de crear una comisión interministerial, integrada por Turismo, Sanidad, Asuntos Exteriores, Hacienda o Trabajo, y también con presencia de los responsables de las diferentes Comunidades Autónomas. La patronal considera que esta comisión podría abordar “debidamente” todas las cuestiones que vienen afectando al sector desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.

En la carta solicitan que se articule un plan de reactivación del turismo español con algunas cuestiones generales y un tratamiento específico por territorios. Esto permitiría, por ejemplo, abordar la temporada de invierno para aquellos destinos que la tengan o preparar la próxima temporada para aquellas zonas que trabajarán a partir de marzo de 2021.

El plan de choque debe contemplar medidas sanitarias, laborales y fiscales

Para los empresarios hoteleros es “imprescindible que este plan de choque contemple la implantación de medidas sanitarias, laborales y fiscales concretas y de máxima urgencia para garantizar la supervivencia del turismo”, sector productivo que más aporta al PIB español y del que dependen más de 2,5 millones de trabajadores en forma directa

En lo que respecta al ámbito laboral, CEHAT insiste en la puesta en marcha Expedientes de Regulación Temporal de Empleo que sean específicos para el sector hotelero.

Los ERTE vigentes hasta el 30 de septiembre, explica Marichal a la Ministra "están pensados para otras actividades vinculadas más bien a la fabricación de mercancías, pero no para el sector servicios, porque bonifica en mayor medida a los trabajadores que están en alta y, si nada lo remedia, nos encaminamos a un nuevo cierre de hoteles, con el consiguiente reenvío a un ERTE a gran parte de la plantilla. Por tanto, de nada servirá que bonifiquen ampliamente a la plantilla en activo si no hay plantilla en activo".

Por eso, solicita unos ERTE ágiles que permitan la entrada y salida de trabajadores en función de la coyuntura turística y que cuenten con una exoneración total de la Seguridad Social de los que se quedan dentro del ERTE, “no de los que salen, puesto que, si un empresario saca a un trabajador del ERTE se considera que lo hace porque está generando recursos para pagar su salario”, explican.

Y señalan que estos nuevos ERTE deben estar activos, como mínimo, hasta la Semana Santa de 2021 con el fin de garantizar que las empresas tengan ‘oxígeno’ para llegar hasta esa fecha y, con ellas, el empleo que generan

En materia de salud, CEHAT considera fundamental el establecimiento de medidas como el pasaporte sanitario digital y/o soluciones similares que permitan la trazabilidad del cliente durante su estancia en destino e identificar riesgos y vulnerabilidades durante su estancia, facilitando su localización y aislamiento en caso de necesidad. Asimismo, la Confederación apuesta por la realización de pruebas y test a los turistas que llegan a España.

“Si la Unión Europea no se hace cargo de forma obligatoria de los test a la salida de los países, debemos ser nosotros los que los establezcamos a la llegada”, apunta Marichal. “Lo que planteamos es que, si un turista que llega a España no puede garantizar que se está libre de COVID-19 (PCR con 48 horas máximo antes del viaje), deberá hacérsele un test rápido a la llegada al primer aeropuerto español que pise. Este test deberá pagarlo el cliente. Al finalizar su estancia en destino y antes de regresar a su país, deberá realizarse una nueva prueba que garantice que está libre de COVID-19. Este nuevo test lo pueden pagar los hoteleros y el cliente, de forma conjunta”, propone.

En cuanto a lo fiscal, los hoteleros exigen la exoneración de algunos impuestos que graven la actividad tanto a nivel local como autonómico, para este ejercicio 2020, como es el caso del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), las tasas municipales, el Impuestos sobre Actividades Económicas, etc., que, por sus características, “representan un elevado coste paras las empresas hoteleras en un contexto de prácticamente cero ingresos por actividad turística”.