¿La Covid-19 está favoreciendo a Airbnb por encima de los hoteles?
El alojamiento hotelero bajó un 82,3% y la vivienda en alquiler un 69,9% en julio en España según FRONTUR
Publicada 03/09/20Las cifras parecen mostrar que sí, que la pandemia ha hecho que más personas elijan alojarse fuera de los hoteles este verano. Hemos visto que Los campings logran una ocupación del 65% pese a la ausencia de extranjeros, y la Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (FRONTUR) muestra que el alojamiento hotelero ha bajado un 82,3% en tasa anual, mientras la vivienda en alquiler, un 69,9%. Mientras, el alojamiento en viviendas de amigos y/o familiares ha bajado "solamente" un 52,3%.
La pandemia y las nuevas normas que implica, como el distanciamiento social, no sólo ha recortado el número de viajes que se han realizado este verano, sino que también ha incidido sobre el tipo de alojamiento elegido por quienes sí han viajado.
Según hemos visto esta semana en La llegada de turistas extranjeros se desploma un 75% en julio, el número de turistas que utilizaron el alojamiento de mercado como modo de alojamiento principal en julio disminuyó un 79,6% en tasa anual. Dentro de este tipo, el alojamiento hotelero bajó un 82,3% y la vivienda en alquiler un 69,9%.
Por su parte, el alojamiento de fuera del mercado disminuyó un 50,2%. Dice el INE que los turistas alojados en viviendas de familiares o amigos bajaron en julio un 52,3%, y los hospedados en vivienda en propiedad un 45,7%.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) destaca en su análisis del descenso de turistas internacionales (-75%) registrado por el INE en su Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (FRONTUR) de julio, que ha supuesto "un gran impacto en el sector alojativo español, puesto que el alojamiento hotelero ha bajado un 82,3% en tasa anual y la vivienda en alquiler, un 69,9%" (vea: Caída dramática del paquete turístico en un 90%, lamenta CEHAT).
Y es que estos datos confirman, para la patronal hotelera, que "la disminución sólo ha sido la mitad para aquellos que han venido a viviendas de amigos o vivienda en propiedad, donde posiblemente se encuadren aquellos usuarios de oferta ilegal y clandestina". La gente que ha viajado este verano, a pesar de los casos de éxito de algunos hoteles, que sí los ha habido, ha elegido pernoctar en otros alojamientos. CEHAT asegura que "es urgente ordenar [esa vivienda clandestina] por el impacto negativo que genera ante la competencia de los que cumplen toda la normativa".
Airbnb vs hoteles, lucha global
Lo sucedido en España también está ocurriendo en otros lugares, y esta semana The Economist se hacía eco de lo que está pasando en EEUU, en un extenso artículo sobre por qué este verano han triunfado las staycations y, también, el alojamiento extrahotelero.
Según The Economist, y a pesar de que al inicio de la pandemia podía parecer que ocurriría al revés, los viajeros han preferido, en estos meses de verano, alojarse fuera de los hoteles tanto en Europa como en EEUU.
En Europa, destaca este medio, la demanda de alojamiento extrahotelero está en este momento solamente un 20% por debajo de las cifras del año pasado, comparado con el descenso del 60% de los hoteles. En algunas partes de EEUU, explica, sobre todo en áreas rurales, la demanda de ese tipo de alojamientos ha subido hasta un 25%. El éxito del alojamiento no hotelero se ha visto, dice, en tres frentes empresariales: Airbnb, que prepara su salida a bolsa para finales de año; y las divisiones de home-sharing de Expedia y Booking, que también han reportado incrementos notables de ventas.
Posibles causas
Considera The Economist que a primera vista, esta tendencia es "desconcertante". Y es que según muestran las encuestas, los viajeros asocian a los hoteles de marca con un nivel relativamente alto de limpieza, justo cuando la pandemia ha dado todavía más importancia a ese factor.
Tanto en EEUU como en Europa, los hoteles ya estaban trabajando, antes de la pandemia, con estándares de limpieza e higiene altos, en habitaciones, cocinas, espacios comunes... la pandemia ha traído nuevos protocolos, es cierto, pero los expertos han dicho desde el principio que para los hoteles adaptarse a las nuevas normas no sería un problema porque su trayectoria en la lucha contra las infecciones venía de lejos. Algo que, desde luego, no puede asegurarse de las viviendas que uno alquila en Airbnb o en otras plataformas.
Una de las razones que ha hecho más atractivas las viviendas de alquiler este verano es que permiten de una forma más sencilla mantener la distancia social, según explican a The Economist varios expertos. Y ello a pesar de las dudas que pueda haber sobre la limpieza y desinfección de esos alojamientos. De hecho, los alquileres compartidos han caído en picado este verano, aseguran.
Rápido contraataque hotelero
¿La Covid-19 ha inclinado la balanza de forma permanente en contra de los hoteles? La pregunta que se plantea The Economist la responde un experto con un rotundo "no". Y es que algunas cadenas, y en concreto cita a Hilton, están desarrollando ya nuevas marcas homestay con cocinas y otros servicios, para competir con Airbnb.
Y por otro lado, las cadenas hoteleras más fuertes podrán seguir creciendo "exprimiendo", dice el artículo, a sus rivales más débiles. Es el caso de la francesa Accor y la británica Premier Inn, que, asegura, están esperando "devorar" la cuota de mercado de Travelodge, otra cadena británica fuertemente endeudada que está tratando de reestructurar sus pasivos.
Staycations al rescate hotelero
En Estados Unidos los hoteles del centro de las ciudades, que dependen de los visitantes internacionales, están viviendo dificultades. Sin embargo, los que se centran en el mercado doméstico y aquellos relativamente cercanos a los que se puede llegar conduciendo, se están beneficiando del boom de las staycations. Y pone un ejemplo: el precio de las acciones de Wyndham es casi tan alto como era antes de la pandemia. Y es porque el 96% de sus huéspedes son viajeros del mercado doméstico, y el 87% de los hoteles de la marca están a poca distancia de ciudades y autopistas.
The Economist se pregunta qué pasará, cuando los viajes de negocios se reasuman, con ese tipo de clientes, tan importantes para el sector hotelero. "Siempre habrá una forma de interacción de negocios que no puede conseguirse con una llamada de Zoom", asegura Phil Cordell, responsable del desarrollo de nuevas marcas de Hilton, que se muestra convencido de que el viajero de negocios seguirá eligiendo alojarse en un hotel. De momento, concluye, a pesar de que es lo que ha prometido varias veces, Airbnb no ha podido destruir a la industria hotelera.
De hecho, en EEUU, mientras desde junio los ingresos totales de las aerolíneas han caído un 91%, los ingresos por habitaciones de hotel han bajado "sólo" un 70%, según The Economist. Y el GOPPAR (resultado bruto de explotación por habitación disponible) fue positivo en julio según datos de STR.
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