La ola de calor eleva un 20% las reservas en los hoteles gallegos

El portavoz de la Confederación de Hostelería de Galicia (Cehosga), César Ballesteros, ha explicado en este sentido que “se han evidenciado las ganas de irse de vacaciones”, destacando un incremento también de las reservas para agosto con la llegada del buen tiempo.

La costa gallega ha sido la gran beneficiada por los cambios en las predicciones meteorológicas.

Estas reservas, ha señalado, provienen en su mayor parte de otras zonas de España, sobre todo en ciudades como A Coruña y Pontevedra, y en menor medida del turismo internacional, de relevancia para urbes como Santiago de Compostela.

La “gran beneficiada”, no obstante, de estos cambios en las predicciones meteorológicas ha sido la costa gallega, “donde se ha notado una mayor afluencia” desde el inicio del mes de julio.

Reservas de última hora

De cara al resto del verano, el sector hotelero gallego confía en que los datos y la tendencia creciente de reservas “se mantenga”. Así, según ha apuntado Ballesteros a Europa Press, “probablemente” hoy en día las reservas para los próximos meses son “más bajas” que en años anteriores, pero los datos definitivos se verán influidos por “porcentajes altísimos” de reservas de última hora.

A la reactivación de la demanda nacional se suma la clientela gallega, que representa entre el 25% y el 30% de los alojados, algo que en palabras del portavoz de Cehosga, “antes no se veía”, indicando que actualmente determinan la distancia del viaje otros factores “como el precio del carburante”.

Turismo rural

Este optimismo, sin embargo, no reina entre el sector gallego del turismo rural, que prevé para el verano una disminución en su ocupación media en torno al 20%.

En junio se situó en el 24%, según ha señalado Cesáreo Pardal, de la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur), mientras que para julio las estimaciones oscilan entre el 30% y el 35%, “muy lejos de las cifras del año pasado”.

Asimismo, la rentabilidad también bajará por el descenso de precios provocado por la crisis y por el incremento de las reservas de última hora, en función en buena medida del tiempo.

En verano las casas rurales gallegas dependen principalmente de visitantes de fuera de Galicia, mientras que el turismo de proximidad gana peso en otoño, aprovechando iniciativas como el Outono Gastronómico, periodo para el que el sector espera una ocupación del 90%.

Santiago espera repuntar

El sector turístico compostelano considera que la primera quincena del mes de julio ha sido “muy floja” en la ciudad, cuyo turismo no depende en tanta medida del buen tiempo.

No obstante, las dos primeras semanas del mes de julio no hay una ocupación de relevancia en la ciudad, excepto por el Camino de Santiago, que “está funcionando muy bien”, según indica el portavoz de la Asociación de Hostelería Compostela, Aser Álvarez.

A partir de la segunda quincena los hosteleros confían en que los datos “empiecen a repuntar” y se sitúen para julio y agosto en “los niveles de ocupación del año pasado”, en torno al 60%, pero también a costa de bajar precios.

Y es que el Camino de Santiago, con sus buenos datos de peregrinos, no supone un gasto importante ni estancia prolongada, algo que sí se conseguiría, cree Álvarez, “potenciando el turismo internacional con una apuesta decidida por el aeropuerto de Lavacolla”. En su opinión, “con la depresión actual del país no parece muy inteligente hacer promoción entre el turismo nacional”.