¿Las aerolíneas low cost traen turismo low cost?
Publicada 25/02/14
Análisis/ A finales de la década de 1990, cuando las aerolíneas low cost comenzaron a expandirse por los cielos de Europa, fueron muchas las críticas que se alzaron contra este modelo de transporte. El sambenito que se les colgó era claro: traían un turismo de baja calidad.
Desde entonces, han sido muchos los informes y trabajos que se han llevado a cabo para ratificar o desmontar dicha teoría.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Girona viene a contradecir la imagen según la cual las aerolíneas low cost son propias de segmentos de viajeros de bajo poder adquisitivo y estancias muy cortas.
Dicho informe, realizado por Berta Ferrer, Esther Martínez y Germà Coenders, rastrea las pautas de consumo de los turistas que llegan a España por vía aérea, basándose en las 61.334 entrevistas de la encuesta oficial Egatur realizadas en los 23 principales aeropuertos españoles.
De este modo, según confirma el estudio, los usuarios de aerolíneas low cost realizan una estancia media en España similar a los viajeros que llegan en compañías tradicionales.
De hecho, si el motivo de la visita de los turistas es realizar actividades deportivas o culturales, los que pasan más días en el destino son precisamente los que llegan con una aerolínea de bajo coste. Por el contrario, no tiene efectos sobre la estancia si el país se ha visitado con anterioridad.
En cambio, uno de los factores que determina la duración de la estancia es sobre todo la contratación de paquetes turísticos, según apunta el estudio.
Delimitación difusa
En cualquier caso, la consolidación de las aerolíneas low cost en Europa ha acabado influyendo sobre las compañías tradicionales, que han tenido que reorientar sus modelos de negocio.
De hecho, cuando hablamos del corto y medio radio, las fronteras entre ambos tipos de aerolíneas se difuminan hoy en día.
Tal como apunta Diana Ramón en HOSTELTUR, cada vez más las low cost agregan servicios propios de las tradicionales (elección de asiento, reserva por GDS y agencias de viajes, vuelos de conexión...) mientras las compañías de red se lanzan a ofrecer tarifas básicas sin servicios. Ver Los modelos de negocio híbridos invaden las rutas de corto y medio radio
Tomen nota, por ejemplo, del Mobile World Congress de Barcelona que se celebra esta semana.
Por el aeropuerto de la capital catalana pasarán 65.000 congresistas (que se alojarán en hoteles con una tarifa media diaria de 230 euros, irán de compras, restaurantes, etc) y miles de ellos aterrizarán y despegarán en aviones de Vueling, Airberlin, easyJet, Ryanair...
Y es que a millones de pasajeros que vuelan por Europa ya les da igual si la aerolínea es low cost, tradicional o híbrida. Para ellos es simplemente un transporte commodity.
En realidad, lo que atrae turismo low cost son los destinos commodity, sin diferenciar, sin valores añadidos y sin ventajas competitivas.
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