La apertura de un expediente sancionador es, por el momento, el único trámite existente para bajar de categoría a los establecimientos hoteleros en Andalucía. Un proceso que cambiará una vez se apruebe el proyecto de decreto de Ordenación de Hoteles, presentado ayer por primera vez en la Mesa del Turismo.
La apertura de un expediente sancionador es, por el momento, el único trámite existente para bajar de categoría a los establecimientos hoteleros en Andalucía. Un proceso que cambiará una vez se apruebe el proyecto de decreto de Ordenación de Hoteles, presentado ayer por primera vez en la Mesa del Turismo.
Aunque aún es un borrador, y tendrá que ser consensuado por administración, empresarios y sindicatos, la norma recoge que los establecimientos andaluces deberán pasar un examen de calidad cada cinco años y garantizar así su categoría y servicio. Y es que, según explicó ayer el viceconsejero de Turismo, Javier Aroca, la clasificación de los hoteles no puede ser estática, sino que debe existir un proceso flexible de evaluación de los estándares de calidad de los establecimientos.. «De esa manera -según Aroca- con carácter quinquenal, como propuesta inicial, tendremos la posibilidad de revisar categorías y conseguir que los objetivos de calidad sean siempre el camino y la trayectoria que debemos perseguir entre todos». En este sentido, el decreto recoge los estándares de calidad relativos a la eficiencia y eficacia energética, la utilización de fuentes de energía renovables, es decir, «parámetros de exigencias que antes no se exigía y ahora se deben de exigir» -apunta Aroca- como nuevas tecnologías, comunicaciones, eliminación de vertidos, aislamiento o ruido. «Una tipología amplísima que iremos debatiendo a lo largo de la mesa y de sucesivas reuniones», añadió. La parte más afectada con la incorporación de estas evaluaciones quinquenales, los empresarios, no quieren adelantar acontecimientos y prefieren conocer con más detenimientos esta iniciativa. El presidete del Consejo Empresarial de Turismo de la CEA, Miguel Sánchez, se mostró cauto, aunque sí apoya la necesidad de modificar esta regulación «y enriquecer así al sector hotelero, una exigencia que nosotros llevamos demandando desde hace mucho tiempo». Pero este decreto pretende ir más allá y modificar la filosofía territorial del sector turístico, que sea -dijo Aroca- un reflejo útil de lo que es la realidad de la oferta turística en Andalucía. Para ello, se hará especial hincapié en la tipología de los segmentos más importantes del turismo andaluz «y adaptaremos esta configuración de la oferta hotelera precisamente a esas características». En un primer planteamiento se diferenciará claramente los hoteles de litoral, rural y de ciudad. Con esta iniciativa también se quiere dar respuesta a la especificidad que se da los diferentes segmentos específicos. (S.F., diario Sur, 14/03/03)
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