Javier Gándara, presidente de ALA pide un plan de ayudas por parte del Gobierno

"Este verano se puede calificar como nefasto y las perspectivas son peores"

Este verano sólo volaron uno de cada cinco pasajeros del 2019

Publicada 15/09/20 14:03h
"Este verano se puede calificar como nefasto y las perspectivas son peores"
  • Entre junio y agosto en España se operaron 220.000 vuelos, un 36% de la cifra de 2019 y la demanda fue del 20%: 17 millones de pasajeros
  • "Esta temporada de invierno los niveles de demanda no van a estar por encima del 30 o 35% del invierno pasado”, dice Gándara
  • El sector aéreo mantiene al 80% de la plantilla en ERTE por falta de demanda

Este verano se puede calificar como nefasto y las perspectivas son peores y nos ponen en un entorno muy complicado" ha dicho Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), al presentar el balance de la campaña de verano 2020. Entre junio y agosto en España se operaron 220.000 vuelos, lo que supone un 36% de la cifra del verano de 2019, pero “lo que ha sido peor” es el comportamiento de la demanda: sólo uno de cada cinco pasajeros que viajaron el año pasado lo hicieron esta temporada. El sector insta al Gobierno a que adopte un Plan de Ayudas para la supervivencia y posterior recuperación y no descartan que las aerolíneas deban recurrir a despidos para “adaptar” su estructura a la nueva demanda.

Durante el estado de alarma el tráfico aéreo se desplomó y si bien, poco a poco, fue aumentando, en el verano apenas se operaron 36% de los vuelos del 2019 y en el acumulado enero-agosto un 43%, según los datos ofrecidos por Gándara en la conferencia de prensa online.

En cuanto a la demanda, en agosto volaron el 30% de los pasajeros que lo hicieron en 2019 y se registraron un 55% de operaciones respecto a las del año anterior, mientras que en julio lo hizo el 24% de pasajeros de hace un año, mes en el que se operaron el 40% de vuelos frente a 2019.

El número total de pasajeros en el verano ha sido de 17 millones, "solo un 20% de los que viajaron en la temporada estival 2019” y en acumulado el porcentaje es del 32% de los pasajeros

“La ocupación aproximada en julio y agosto no ha sido muy distinta, algo menos del 60%, son factores de ocupación muy por debajo del equilibrio de cualquier compañía”, lamentó Gándara.

Javier Gándara, presidente de ALA.

El comportamiento, explicó el presidente de ALA, ha sido diferente dependiendo el tipo de tráfico y fue el nacional el de mejor rendimiento, ya que en larga distancia fue “casi inexistente” y en Europa “no han ayudado nada las restricciones, primero de Reino Unido y luego de otros países, lo que hizo que la escalada de julio luego baje”. Las cuarentenas y las recomendaciones de los gobiernos emisores golpearon en la confianza del consumidor “provocando un desplome de la demanda y ensombreciendo la incierta campaña de invierno”.

Este escenario sombrío también se ha vivido a nivel europeo, donde se aprecia una mayor caída en el número de pasajeros que en el de vuelos. “Así, mientras este verano el número de pasajeros en Europa ha caído un 81% respecto a 2019, el número de vuelos lo ha hecho al 64%”, detallaron desde ALA.

Invierno negro

“La visibilidad que tenemos más allá de octubre es muy limitada porque las compañías aéreas estamos planificando mes a mes, porque el entorno cambia continuamente. Este mes esperamos que se opere el 40% de la capacidad, en octubre los mismos niveles, pero la demanda será menor”, anticipó Gándara.

En cuanto a las reservas futuras, sostuvo que el panorama es “un poco desolador” y “para octubre no pinta nada bien la cosa”.

Para septiembre y octubre se espera que la oferta se sitúe en el 40% de la capacidad del año pasado y “es razonable pensar que esta temporada de invierno los niveles de demanda no van a estar por encima del 30 o 35% del invierno pasado”

En España, la IATA prevé una pérdida del 48,4% de pasajeros para este año en España, es decir, 133 millones de pasajeros menos al cierre de 2020, lo que provocaría una pérdida de ingresos en el sector de 15.105 millones de euros y tendría un impacto en el PIB nacional de 58.303 millones de euros, lo que equivaldría a un descenso del 4,68% del PIB.

La pérdida de ingresos en el sector aéreo podría rondar los 15.105 millones de euros, según IATA

Teniendo en cuenta la falta de previsibilidad, las cifras del verano y las previsiones negativas, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas insiste en que “es necesario que se activen con urgencia medidas que respalden al sector para poder encarar la temporada de invierno ya no con tranquilidad, sino con la seguridad de que todos los actores estamos haciendo todo lo posible por reflotar uno de los sectores estratégicos para la economía española”.

Plan de ayudas

El plan que pide el sector aéreo se sostiene sobre seis pilares:

  1. Incentivos para animar la demanda de pasajeros con la bonificación de las tarifas aeroportuarias, principalmente de la tasa de pasajero y la de aterrizaje, esta última más amplia que la propuesta de AENA y sin umbral mínimo para su aplicación. El importe que deje de percibir AENA por esta rebaja tarifaria deberá cubrirse con cargo al Estado.
  2. El Estado debe hacerse cargo de la totalidad de los costes e inversiones en los que incurra AENA por la adopción de las medidas de seguridad e higiene que implemente en el entorno aeroportuario frente al COVID-19.
  3. Mantener las tarifas aeroportuarias que se vienen aplicando a los pasajeros que embarquen con destino Reino Unido una vez finalice el período de transición el día 31 de diciembre de 2020.
  4. Supresión temporal de la tasa de estacionamiento. Se calcula en 7 millones al mes durante el estado de alarma.
  5. Facilitar la liquidez necesaria para la supervivencia del sector aéreo.
  6. Prolongación de los ERTE por fuerza mayor hasta Semana Santa de 2021. Para ajustar las plantillas a la actividad aérea y garantizar su empleabilidad en el futuro.

El 80% del sector en ERTE

Al comienzo de la crisis del coronavirus, que derivó en la parálisis de operaciones de las compañías aéreas, a un total de 17.536 trabajadores del sector aéreo se les aplicó un ERTE y actualmente más del 80% de la plantilla sigue en la misma situación, unas 14.363 personas, porque la falta de demanda ha impedido recuperar a esos empleados.

“Los esquemas de ERTE han permitido pasar una temporada de baja demanda sin tener que hacer una reestructuración”, ha reconocido Javier Gándara, para quien esta herramienta debe extenderse, al menos, hasta Semana Santa.

Sin embargo, dado que recuperar la demanda a los niveles previos a la pandemia podría demorar hasta 2024, tal como estima IATA, “no descartamos que haya medidas más drásticas, compañías que tengan que adaptar sus recursos a esos niveles de demanda, al menos hasta recuperarse”

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