Pasos atrás en la desescalada

Nueva York, París, Roma... Las ciudades se preparan para la segunda ola

Los casos de coronavirus en el mundo han superado los 35 millones

Publicada 05/10/20 10:19h
Nueva York, París, Roma... Las ciudades se preparan para la segunda ola

Los casos de coronavirus en el mundo han superado los 35 millones y, ante la llegada de la segunda oleada de contagios, grandes ciudades como Nueva York, París y Roma anuncian la reintroducción de medidas restrictivas. De momento no se prevén confinamientos como en los meses de marzo y abril.

Nueva York

La ciudad de los rascacielos se prepara para una segunda oleada de contagios por lo que impondrá nuevas restricciones en varias zonas de Brooklyn y Queens, según informa el diario The New York Times. Ver Fearing 2nd Wave, N.Y.C. Will Adopt Restrictions in Hard-Hit Areas.

La nueva estrategia de contención supone un retroceso para la ciudad tras los avances de las últimas semanas. La desescalada gradual del confinamiento, por ejemplo, había permitido a los restaurantes servir de nuevo en el interior así como el reinicio de las escuelas.

Sin embargo, 9 zonas de la ciudad deberán ahora cerrar las escuelas, así como todos los negocios no esenciales, incluyendo restaurantes, que ya no podrán servir dentro ni fuera. En otras 11 áreas las escuelas podrán seguir reabiertas mientras que los restaurantes solo podrán servir en las mesas exteriores.

Un efecto colateral de estas medidas anti-COVID ha sido que numerosas calles de Nueva York han cambiado radicalmente de aspecto, con las terrazas de restaurantes ahora ocupando las calzadas por donde antes transitaban coches y furgonetas.

De hecho, el ayuntamiento ha avanzado que algunos de estos cambios urbanísticos han venido para quedarse en Nueva York.

París cierra bares

París ha entrado este lunes en alerta máxima por la expansión del coronavirus, tras haber rebasado todos los límites impuestos por el Gobierno y presentar una degradación notable de la situación sanitaria, informaron a EFE fuentes del Gobierno.

Fuentes del Ejecutivo indicaron que la presión creciente en hospitales de la región parisina ha quedado comprobada este fin de semana, por lo que el Primer Ministro, Jean Castex, confirmó este domingo a la alcaldesa, Anne Hidalgo, que la capital entra en alerta máxima.

En Francia, las ciudades pasan a esta categoría cuando superan los tres baremos dictados por el Gobierno: cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 habitantes entre la población en general o los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando el 30% de las camas de las ucis están ocupadas por pacientes de COVID-19.

París y parte de su periferia sobrepasó esos límite el pasado jueves, con 263 y 105 casos respectivamente y una tasa de ocupación que ronda el 35 % en las unidades de cuidados intensivos.

Este domingo, se esperaba que el Ejecutivo confirmara el cierre de bares y restaurantes en la capital a partir de mañana, lunes, pero finalmente los restaurantes sí podrán permanecer abiertos aunque con medidas de protección reforzadas. En principio, los bares sí deberán cerrar.

Castex ha pedido además al ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que establezca nuevas disposiciones para luchar contra la propagación del virus en los establecimientos, lo que pasará por reducir a la mitad el número de estudiantes por clase en universidades e institutos de formación de zonas en alerta máxima.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Élisabeth Borne, recordará mañana a los empleadores la necesidad de dar prioridad al teletrabajo en las ciudades declaradas en dicha alerta.

Los anuncios de la prensa gala coincidieron con la confirmación del sindicato de hostelería de Marsella de la reapertura de sus restaurantes este lunes tras una semana de cierre total, después de haber alcanzado un acuerdo con las autoridades y anunciar medidas más restrictivas para acoger a sus clientes.

Tras registrar un récord de casi 17.000 nuevos contagios este sábado, Francia notificó en el último día 12.565 nuevos casos confirmados del coronavirus y 32 muertes adicionales, con las que el número de fallecidos por la enfermedad asciende ya a 32.230 personas. Roma

Roma

El aumento de los contagios en los últimos días en Italia está empujando al Gobierno a evaluar la posibilidad de introducir, a partir del 7 de octubre, nuevas medidas anticontagio como la obligación de llevar siempre la mascarilla y limitar el número de personas en los encuentros sociales y los lugares cerrados.

La obligación de las mascarillas en el exterior en toda Italia y en cualquier momento del día ya estaba en vigor en regiones como Lacio, Calabria, Campania, Basilicata y Sicilia.

Se baraja también introducir un "toque de queda" con el cierre obligatorio de los locales a las 23 h para frenar la vida nocturna.

También se está estudiando una limitación en el número de personas que pueden ingresar a lugares públicos de entretenimiento, bares y restaurantes, siguiendo el ejemplo de Campania, que con una ordenanza reciente ha prohibido grupos de más de 6 amigos o familiares o de 20 invitados para bodas.

También se reducirá el número de butacas en cines y teatros y en salas de recepción para eventos e incluso fiestas privadas: se mantiene el límite máximo de 200 espectadores para las instalaciones interiores y no más de 1.000 para las exteriores, como es el caso ya ahora para el público en estadios.

En el transporte público local se recordará que la capacidad de los autobuses y trenes no puede superar el 80% del número de asientos.

El ministerio del Interior ha puesto a disposición de los delegados de Gobierno al Ejército en el caso de que sean necesarios para hacer respetar las medidas anticontagio.

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