La ola de polución que envuelve China frena el turismo

El Índice de Calidad del Aire (AQI, por sus siglas en inglés), superó ayer los 500 puntos, el nivel máximo, aunque los meteorólogos anunciaban una entrada de fuertes vientos que podría disolver la polución en poco tiempo.

El temor a los problemas de salud que puede generar un nivel de contaminación tan alto y la escasa visibilidad han frenado las visitas a la mayoría de los monumentos. Atracciones como el Museo del Palacio, la Ciudad Prohibida, la Gran Muralla o el Palacio Imperial están recibiendo esta semana menos de la mitad de los 40.00 visitantes que suelen acoger a diario, según datos de turismo de Beijin.

Los ciudadanos de Pekín, una de las ciudades más contaminadas del mundo, no salen a calle sin mascarilla en los últimos días. Imagen Shutterstock

Las agencias de viaje informan a los turistas de las condiciones en cada uno de los destinos y les ofrecen máscaras para protegerse.

En un intento por ofrecer normalidad, el presidente chino, Xi Jinping, y el alcalde de Pekín, Wang Anshun, dieron un paseo el martes, desprovistos de mascarillas, por la calle Nanluoguxiang, la más turística de la ciudad.

China es el primer emisor de turistas del mundo y el cuarto en recepción de los mismos. Durante los tres últimos años ocupó la tercera posición en el ranking mundial por número de viajeros internacionales recibidos, pero en 2013 fue superada por España, que registró más de 60,6 millones de visitantes extranjeros.

Problema medioambiental

La capital china es una de las ciudades más contaminadas del mundo. Sus ciudadanos han empezado a tener conciencia del problema en los últimos dos años gracias al inicio de las mediciones oficiales del AQI. La situación es especialmente alarmante en la temporada de invierno, cuando a las bajas presiones se une el consumo masivo de calefacción de carbón.

Este país es el mayor consumidor de energía del mundo y dos terceras partes de la misma proceden del citado mineral.