La crisis sanitaria sumerge a Baleares en "una recesión sin precedentes"
Publicada 08/10/20
- CAEB prevé que la recuperación será muy lenta y los efectos de la pandemia se dejarán sentir durante un largo tiempo
- “Los datos que ya vislumbramos en el tercer trimestre remarcarán la recesión de Baleares”, afirma Carmen Planes, presidenta de la agrupación
- Pide que no se suban los impuestos porque "la actual presión fiscal nos está ahogando a todos, sobre todos a las pyme y a los autónomos"
Baleares es una de las regiones más castigadas por la pandemia. El mercado laboral se ha resentido considerablemente y la economía profundiza su caída, según se recoge en el informe de “Evolución económica” que ayer publicó la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), correspondiente al segundo trimestre de 2020, en el que se analizan los impactos derivados de la crisis de la COVID-19. Los datos del estudio, además de “confirmar la situación técnica de recesión en la que nos encontramos, muestran una contracción económica que es histórica y sin precedentes que alcanza el 35,6% del PIB de Baleares y que amplifica la del trimestre anterior (-4,5%)”, señala Carmen Planas, presidenta de dicha entidad.
Además, Planas adelanta que “los datos que ya vislumbramos que van a marcar la evolución de la economía balear en el tercer trimestre no van a ser mejores y remarcarán la recesión que padecemos en las islas”.
Las restricciones a la actividad y la movilidad desde finales de marzo hasta bien entrado junio, no solo han afectado a la oferta, sino que "han alimentado, en una segunda vuelta, una caída de demanda que han conducido al archipiélago a una recesión sin precedentes", explica el informe.
Entre los sectores más afectados en el segundo trimestre se encuentra el de servicios, impulsado por el turístico. Registró una contracción del 37,8%, frente al 4,5% de los tres primeros meses del año, superior a la media balear. “Una caída inédita”, según destaca el estudio.
Además, la destrucción de empleo ha sido también más intensa que la del resto de sectores, del 14,6%, debido al descenso de afiliación en turismo por la interrupción de la campaña de Semana Santa y el inicio de la temporada turística de verano.
El sector industrial cerró el segundo trimestre con una reducción del 23,6%, mientras que la construcción retrocedió en menor medida que los demás sectores debido a que se pudo reactivar antes.
La crisis sanitaria ha provocado una parálisis productiva en todas las islas, pero Ibiza y Formentera han sufrido más que Menorca. Han destruido empleo a un ritmo superior (-22%) a la isla menorquina (-14,5%), especialmente en las actividades ligadas al turismo.
“Vivimos en un entorno de máxima incertidumbre”, afirma Carmen Planas, que ha destacado también que la caída de la demanda ha paralizado las decisiones de gasto e inversión de los hogares y las empresas, además de la negativa evolución del mercado laboral, con un incremento sin precedentes del número de parados (84,6% frente al 4,7% de los tres primeros meses del año)
Por otro lado, la inversión ha estado marcada por el bajo nivel de utilización de la capacidad productiva instalada (27,7%), el menor de la serie histórica.
La incertidumbre marca el paso
A la pérdida económica de los últimos meses se suma el elevado grado de incertidumbre sobre la resolución o control de la pandemia. Desde CAEB se muestran preocupados por el ritmo al que se acumularán los efectos de segunda vuelta sobre los principales indicadores económicos.
"Los datos hacen que nuestra comunidad sea, de lejos, la más perjudicada del país y ante ello es preciso, y de forma urgente actuar con sentido común y a favor de los ciudadanos”, afirma Planas
En este contexto, creen necesario incrementar la colaboración público-privada y que vaya más allá de los ERTE. Reclaman mayor rigor sanitario porque controlar la pandemia “es completamente prioritario, imprescindible, para poder recuperar la demanda de bienes y servicios como fórmula para reactivar la economía”. Exigen poner en marcha, de forma urgente, planes sectoriales que actúen como revulsivo para impulsar la demanda.
Carmen Planas pide “que el Gobierno de España corresponda a la siempre generosa Baleares a la hora de asignar la distribución de fondos de los 140.000 millones de Europa y que todas las administraciones sean responsables y copartícipes de la situación renunciando a subir impuestos y entendiendo que la actual presión fiscal nos está ahogando a todos, sobre todos a las pymes y a los autónomos”.
Cree necesario también poner en marcha planes formativos que especialicen a los trabajadores "para que cuando los motores vuelvan a estar en marcha estemos preparados para despegar”.
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