Fallo final al conflicto comercial de 16 años entre Boeing y Airbus

La decisión debe ser ahora confirmada por el organismo de resolución de disputas en su próxima reunión, el 26 de octubre, lo que significa que los aranceles europeos sobre aviones Boeing u otras importaciones de EEUU serían posibles a partir del 27 de octubre, aunque hay indicios de que la UE esperará hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre.

El nuevo fallo de la OMC, que volverá a avivar las críticas de la administración Trump al organismo con sede en Ginebra, supone una de sus las mayores sanciones. Se produce un año después de su anterior decisión que, por el contrario, autorizó a los Estados Unidos a aplicar sanciones a productos de la UE por valor de hasta 7.500 millones de dólares, incluidos distintos renglones del sector de alimentos y bebidas, por el apoyo considerado ilegal de la UE al fabricante europeo Airbus (ver: El aumento de aranceles por el caso Airbus-Boeing encarecerá los billetes).

Esta última decisión es definitiva, no puede ser apelada y pone la palabra final a una disputa comercial que se remonta a 2006 entre los dos gigantes de la fabricación de flota aviones, preparando el escenario para lo que podría convertirse en una intensa negociación entre la UE y EEUU para evitar más demandas y revanchas.

Los árbitros debían establecer un valor en dólares de sanciones como los aranceles que la UE podría imponer, después de que el órgano de apelación de la OMC descubrió, el año pasado, que Boeing había recibido, al menos, 5.000 millones de dólares en subsidios que estaban prohibidos por las reglas del comercio internacional.

Estados Unidos había argumentado que el apoyo ilegal ameritaba multas de no más de 412 millones de dólares, mientras que la UE las estimó en casi 8.600 millones. Al final, la cifra establecida por los árbitros comerciales ha resultado casi 10 veces más del cálculo estadounidense y menos de la mitad de la reclamación europea.

La UE argumentó que las exenciones fiscales para Boeing del estado de Washington por asentar importantes operaciones de fabricación en su territorio -antes tuvieron su sede en Seattle-, perjudicaron injustamente a los modelos de Airbus en el gran mercado de aviones comerciales de pasillo único como A320neo y A320ceo. Estados Unidos, por su parte, respondió que esas exenciones fiscales terminaron este año.

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo a la agencia estadounidense de noticias AP que la decisión "en realidad no autoriza ninguna acción de su parte" porque el estado de Washington ya derogó las exenciones fiscales que la OMC consideró ilegales. También dijo que ya estaban llevando a cabo negociaciones con la UE sobre una resolución de la disputa.

Los árbitros de la OMC dijeron que el levantamiento de las exenciones fiscales no fue suficiente para evitar el laudo a favor de la UE. El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, dijo que la decisión del martes permitirá a la UE imponer aranceles a los productos estadounidenses que ingresan a Europa, aunque "preferiría no hacerlo: los aranceles adicionales no son del interés económico de ninguna de las partes, particularmente porque nos esforzamos por recuperarnos de la recesión de la COVID-19".

Agregó que tenía la esperanza de que Estados Unidos elimine ahora los aranceles impuestos a las exportaciones de la UE el año pasado, cuando el dictamen fue a su favor. "Esto generaría un impulso positivo tanto económica como políticamente, y nos ayudaría a encontrar puntos en común en otras áreas clave".

Bernd Lange, presidente del comité de comercio del Parlamento Europeo, dijo que la UE debería promulgar los aranceles ahora, aunque instó a ambas partes a entablar conversaciones. No obstante, advirtió que "la UE no debe ser ingenua", en caso de una falta de "compromiso constructivo del lado estadounidense, incluso después de las elecciones presidenciales".

Boeing, por su parte, puntualizó en un comunicado que "en lugar de intensificar este asunto con amenazas a las empresas estadounidenses y sus clientes europeos, Airbus y la UE deberían centrar sus energías en esfuerzos de buena fe para resolver esta disputa de larga duración".