Cosas que cambiarán en un crucero cuando se retomen los viajes
Menos personas a bordo, distancia social, controles de temperatura, limitaciones en las excursiones a tierra...
Publicada 27/10/20La industria de los cruceros ha sido golpeada de lleno por la pandemia, hasta el punto de que la actividad no se ha retomado con normalidad casi en ningún lugar del mundo. Las nuevas normativas sanitarias, la falta de homogeneidad entre países, las distintas situaciones de la pandemia en cada país, la necesidad de la distancia social y de evitar grupos grandes de personas les ha afectado de lleno. Mientras TUI Cruises y Hapag Lloyd Cruises se preparan para volver a Canarias la semana que viene, está claro que los cruceros serán distintos en la "nueva normalidad".
Nadie duda de que los turistas volverán a elegir el crucero como viaje, un alojamiento móvil que te lleva a varios destinos y te ofrece una completa experiencia. Pero nadie duda tampoco de que ha sido uno de los sectores más golpeados por la pandemia, hasta el punto de que la flota está prácticamente parada en todo el mundo, a excepción del sector de los cruceros fluviales, con barcos de menor tamaño.
De hecho, el tamaño en este caso es tan importante que CroisiEurope es de las pocas navieras que retomó su operación durante el verano, con el Belle des Océans (vea: CroisiEurope retoma cruceros marítimos con el nuevo Belle des Océans), un barco para 130 pasajeros y 50 tripulantes.
¿Cómo serán los cruceros cuando vuelvan?
Los expertos coinciden en que la vida a bordo será algo distinta:
Capacidad limitada: para permitir el distanciamiento social a bordo será necesario limitar la capacidad de los cruceros en muchos casos hasta un 60%. Además, será necesario restringir el número de usuarios de salas y servicios comunes en cada momento, como bares, restaurantes, piscinas y salones, entre otros. Por ejemplo, Disney Cruise Line ya ha anunciado en Estados Unidos que cuando vuelva a operar, reducirá al 70% la capacidad de sus buques, y en Europa, TUI Cruises y Hapag Lloyd Cruises volverán el 5 de noviembre a Canarias con aforos del 60%.
Exámenes y pruebas de salud casi constantes: los controles de temperatura serán muy usuales tanto al subir a bordo como en cualquier momento de la travesía. Igualmente, los buques de compañías que forman parte de CLIA deberán exigir un test negativo para embarcar tanto a pasajeros como a tripulantes (vea: Los cruceros miembros de CLIA exigirán un test negativo para embarcar). Esta norma regirá para todos los barcos con capacidad para más de 250 pasajeros, y para la asociación se trata de una forma de garantizar la seguridad de los viajeros y de los residentes, una política imprescindible para que la industria pueda reasumir su actividad.
También los cuestionarios sobre salud serán comunes en los cruceros, y las pruebas se convertirán en una rutina también para los tripulantes
Uso de mascarillas: si hemos de llevarlas en la calle, en el trabajo y en todas partes, parece claro que la mascarilla acompañará a los cruceristas y las tripulaciones también en todo momento, sobre todo en espacios comunes y cuando no sea posible mantener la distancia física. Probablemente se hagan en un buque las mismas excepciones que en otros espacios comunes, como bares y restaurantes, para evitar la mascarilla mientras se esté consumiendo, pero sí serán obligatorias para entrar y salir del restaurante, por ejemplo, o para moverse dentro de ese espacio, para ir al baño o a la barra.
Protocolos de distancia física: el contacto entre cruceristas si no viajan juntos será muy restringido. Los buques se llenarán de avisos y señales recordando la importancia de mantener la distancia física, ya sea marcas en el suelo, en los pasillos, en los salones y restaurantes, espacios comunes en general con limitaciones para sentarse e incluso con pantallas de metacrilato donde sea necesario.
Embarque y desembarque escalonados: tendrán que evitarse las masificaciones en todo momento, dentro del buque pero también en los puntos de embarque y desembarque, que serán escalonados. En este campo las aplicaciones móviles podrán ser de gran ayuda, como también para informar a los pasajeros de las nuevas normas a bordo. Procesos como llegada, embarque, registro, obtención de llaves del camarote, planificación de actividades, pagos, etc., van a realizarse online en la mayoría de casos.
Un bufé de nuevo concepto, si lo hay: Puede que el bufé no sobreviva en todas las compañías de cruceros, porque añade complicaciones específicas al servicio de comidas y a la distancia social entre personas, así que es posible que regresen las comidas y cenas servidas a bordo, quizá incluso con personal llevando equipos de protección individual (EPI), según algunos. Pero aquellas compañías que mantengan el bufé tendrán que reinventarlo, igual que deberán hacer los hoteles. Algunos expertos recomiendan convertir el bufé en una experiencia única para el cliente, con show cooking y acciones que permitan recoger ese momento de valor y compartirlo en las redes por un lado, y mejorar la rentabilidad por otro ofreciendo una experiencia por la que valga la pena pagar más. El consumo sin contacto será una tendencia, y sin duda los cruceros tendrán que ofrecer comidas por turnos y flexibilizar los horarios. (Vea: El bufé, elemento de valor añadido en los hoteles en la era COVID).
Ubicación de estaciones sanitarias: el lavado frecuente de manos será un mantra para los cruceristas, ya que está demostrado que es una forma fácil de prevenir las infecciones.
Los buques instalarán estaciones sanitarias en muchos puntos para facilitar la desinfección de manos y su lavado frecuente, más allá de los baños comunes y los camarotes
Limitaciones en las excursiones: La situación de la pandemia en los destinos y los protocolos y restricciones que cada uno de ellos aplique limitarán de alguna manera las excursiones de los cruceristas. Los expertos piensan que las visitas pueden verse reducidas y siempre estarán sujetas a la situación, normativas y restricciones que rijan en cada destino. MSC Cruceros ha diseñado ya cómo serán sus protocolos al respecto, y la estrategia es crear una "burbuja sanitaria" que evite que los cruceristas entren en contacto con otros turistas o con residentes (vea: Los paseos en destino son la debilidad a resolver para los cruceros).
Seguros para devolver la confianza
Paralelamente a los test y controles de temperatura dentro de los buques, también están cambiando otros aspectos de la industria. Por ejemplo, la compañía griega Celestyal Cruises, que opera cruceros por las islas griegas y el Mediterráneo Oriental, ha decidido incluir –en todas las reseras individuales realizadas hasta el 30 de noviembre- un seguro de viaje gratuito que incluye cobertura por gastos médicos/hospitalarios, incluidos los relacionados con la Covid-19; gastos de transporte al hospital más cercano y los gastos de viaje al siguiente puerto de escala, si fuera necesario.
A su vez, la póliza proporcionada por Allianz Global Assistance, incluye los gastos de viaje para regresar a casa por enfermedad, en caso de necesidad, y el reembolso de la parte no utilizada de un crucero. Por un importe adicional, los huéspedes podrán optar por ampliar su póliza e incluir también la cobertura de cancelación de viaje. Este producto alcanza a los viajes con salidas entre marzo y junio de 2021, como explicamos en La tendencia de ofrecer seguros COVID para sumar reservas se fortalece.
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