Boeing pierde en nueve meses más de la mitad de sus ingresos pre-COVID-19
Publicada 28/10/20 14:55h
Boeing ha reportado una pérdida neta de 3.502 millones de dólares hasta septiembre frente a 374 millones de dólares de ganancia en el mismo lapso de 2019 y de -466 millones de dólares para el tercer trimestre frente a un beneficio de 1.167 millones el año pasado en el mismo período, al presentar los resultados consolidados de la corporación. En concreto, Boeing Commercial Airplanes registró un descenso de ingresos en el tercer trimestre del 56%, a 3.600 millones de dólares, lo que refleja un menor volumen de entrega principalmente debido a los impactos de la pandemia de la COVID-19 y a los problemas de calidad detectados en el modelo 787, acumulando en los primeros nueve meses del año una caída de ingresos del 54%, a 11.434 millones de dólares. La empresa ha destacado que, a medida que cambia el tamaño de sus operaciones para adaptarse a las realidades del mercado, seguirá reduciendo su plantilla, por desgaste natural o por reducciones voluntarias e involuntarias de personal.
Así, las entregas de aviones comerciales se redujeron un 55% de 62 aparatos en 2019 a 28 en 2020 en el tercer trimestre, con lo que los ingresos pasaron de 8.249 millones de dólares en el mismo lapso de 2019 a 3.596 millones de dólares en 2020, un 56% menos. Para los primeros nueve meses de este año, las entregas bajaron un 67% de 301 en 2019 a 98, con una pérdida de ingresos del 54%, de 24.793 millones de dólares en 2019 a 11.434 millones este año. Al cierre del lapso, la cartera de pedidos incluye, no obstante, más de 4.300 aviones valorados en 313.000 millones de dólares.
El margen operativo del tercer trimestre en la fabricación de aviones comerciales se vio presionado por un menor volumen de entregas, así como a 590 millones de dólares de costes de producción extraordinarios relacionados con el programa 737, así como a costes adicionales de despidos en el tercer trimestre.
Entre la pandemia y el MAX
"La pandemia global continuó agregando presión a nuestro negocio este trimestre y nos estamos alineando con esta nueva realidad, administrando meticulosamente nuestra liquidez y transformando nuestra empresa para que sea más transparente, más resistente y más sostenible a largo plazo", dijo el presidente y CEO de Boeing, Dave Calhoun.
Al igual que los reguladores globales, Boeing hizo progresos en el regreso seguro al servicio del 737 MAX, incluidos "rigurosos vuelos de certificación y validación", realizados por la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y Transport Canada.
La Junta de Evaluación Operativa Conjunta, que incluye a las autoridades de aviación civil de los Estados Unidos, Canadá, Brasil y la Unión Europea, también realizó sus evaluaciones de la capacitación actualizada de la tripulación. El 737 MAX ha completado alrededor de 1.400 vuelos de prueba y verificación y más de 3.000 horas de vuelo a medida que avanza a través del sólido y completo proceso de certificación.
Boeing destaca que, para adaptarse a los impactos de COVID-19 en el mercado y posicionar a la compañía para el futuro, ha continuado su "transformación comercial en cinco áreas clave, incluida su huella de infraestructura, estructura organizativa y general, cartera e inversión, salud de la cadena de suministro y excelencia operativa".
Por otra parte, Calhoun ha afirmado que, a medida que la compañía cambia el tamaño de sus operaciones para alinearse con las realidades del mercado, Boeing continúa reduciendo los niveles generales de personal a través del desgaste natural, así como reducciones voluntarias e involuntarias de la plantilla, lo que generó costes adicionales de despidos reflejados en el tercer trimestre.
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