La demanda en España para viajes en Semana Santa caerá "entre el 10 y el 20 por ciento" con respecto al mismo período de 2002, debido a la incertidumbre causada por la guerra en Irak, dijo a EFE el presidente de la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes (CAAVE), Jesús Martínez Millán. El presidente de la CAAVE señaló que el 5 ó 6 por ciento de los españoles que hacen viajes largos en Semana Santa "se quedarán en territorio español y los extranjeros lo harán en sus propios países". Las previsiones, dijo Martínez Millán, indican que se mantendrán niveles altos de ocupación en el turismo interior, tanto en establecimientos hoteleros como en casas rurales.
La demanda en España para viajes en Semana Santa caerá "entre el 10 y el 20 por ciento" con respecto al mismo período de 2002, debido a la incertidumbre causada por la guerra en Irak, dijo a EFE el presidente de la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes (CAAVE), Jesús Martínez Millán. El presidente de la CAAVE señaló que el 5 ó 6 por ciento de los españoles que hacen viajes largos en Semana Santa "se quedarán en territorio español y los extranjeros lo harán en sus propios países". Las previsiones, dijo Martínez Millán, indican que se mantendrán niveles altos de ocupación en el turismo interior, tanto en establecimientos hoteleros como en casas rurales.
En este sentido, una de las directoras de la empresa "Rusticae", club de 110 pequeños establecimientos "con encanto", indicó que la guerra en Irak no afectará el grado de ocupación previsto en estos hoteles para la próxima Semana Santa. Por su parte, tres de las grandes cadenas hoteleras españolas, Sol Meliá, Riu Hoteles y NH hoteles, prevén que la ocupación en la Semana Santa de este año sea similar a la de 2002, con "pequeñas variaciones" en función del tiempo que dure la guerra y de la extensión que tome. Fuentes de estos hoteles señalaron que "si la guerra es corta, las reservas de última hora se acelerarán para esos días y, si es larga, puede perjudicar la ocupación en el exterior, pero quizás favorecer la interior". Asimismo, señalaron que los establecimientos españoles se pueden ver "favorecidos" y servir de contrapeso con la escasa ocupación que los efectos de la guerra provoquen en los hoteles del exterior. Con respecto a los destinos turísticos más afectados en Semana Santa, el presidente de la Asociación de Directivos y Expertos de Empresas Turísticas (ADETUR), Domenech Biosca, dijo que los más perjudicados "serán los que traen a los turistas mediante touroperador y en avión". Canarias y Baleares, según Biosca, tendrán que compensar el descenso de reservas con "súper ofertas de última hora". Sin embargo, Cataluña será el destino turístico del Mediterráneo menos perjudicado por la guerra debido a que la mayoría de los turistas llegan en coche y acabará convirtiéndose en un "destino refugio" que acogerá a viajeros que tenían previsto visitar otros países de la zona como Egipto, Marrueco o Turquía. Los destinos más perjudicados en Cataluña, añadió el presidente de ADETUR, serán Salou o Lloret, ya que los turistas que llegan a estas localidades lo hacen principalmente en avión y por medio de operadores. En cuanto a las aerolíneas, las principales compañías aéreas que operan en España han decidido "flexibilizar temporalmente" las condiciones de sus billetes para beneficiar a los pasajeros con reservas para la zona declarada de "influencia" por la guerra en Irak.
Esta decisión, tomada unilateralmente por cada compañía, permite cambiar o cancelar las reservas realizadas, incluidas las tarifas sujetas a restricciones, por un período de al menos dos meses, que se puede prolongar más en función del desarrollo de los acontecimientos. Las líneas aéreas españolas, Iberia, Air Europa y Spanair, se han sumado a las medidas generales de favorecer las condiciones de los pasajeros y en cada caso se estudian los cambios que se adoptarán en el momento oportuno. Por su parte las agencias de viajes comunicaron ayer que se suman a las medidas de flexibilidad, y aplicarán soluciones en caso de que los viajeros anulen sus viajes. En caso de "fuerza mayor", el viajero tendrá derecho a la devolución de todas las cantidades adelantadas, con la única deducción de los gastos de gestión ocasionados a la agencia, así como los de anulación, si los hubiere. En caso de anular sin causa de "fuerza mayor" que lo justifique, tendrá que abonar los gastos de gestión, los de anulación, si los hubiere, y una penalización consistente en una cifra variable, según la antelación de esa anulación. Los casos de "fuerza mayor" se entienden en función de las recomendaciones que haga el Ministerio de Asuntos Exteriores español de no viajar a determinadas zonas.
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