La invasión a Irak puede provocar una avalancha de turistas españoles durante la próxima Semana Santa. Los hoteles de la Costa del Sol y de otras zonas del litoral peninsular español prevén alcanzar un plus de ocupación como consecuencia de la resistencia de una parte del mercado turístico nacional a viajar a destinos extranjeros por temor a las posibles repercusiones del conflicto.
La invasión a Irak puede provocar una avalancha de turistas españoles durante la próxima Semana Santa. Los hoteles de la Costa del Sol y de otras zonas del litoral peninsular español prevén alcanzar un plus de ocupación como consecuencia de la resistencia de una parte del mercado turístico nacional a viajar a destinos extranjeros por temor a las posibles repercusiones del conflicto.
Esta circunstancia, en menor medida, afectará también a los destinos insulares, que pueden verse perjudicados si reaparece el temor a volar que parecía enterrado tras superarse la crisis del 11 de septiembre. Desde la patronal hotelera y las agencias de viajes baleares se confesaba ayer la preocupación por las consecuencias del conflicto sobre las islas. Las que ya sufren en carne propia las repercusiones del bombardeo sobre Irak son las agencias de viajes. La venta de paquetes para Semana Santa habían caído entre un 10 y un 20 por ciento en relación al año pasado, según datos ofrecidos por la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes. Ayer, tras el comienzo de la acción bélica, comenzaron a gotear las cancelaciones. Se trata de un fenómeno que afecta casi exclusivamente a los viajes al extranjero. Son pocos los que se atreven a viajar estos días más allá de las fronteras, sobre todo si el destino elegido está, por geografía o cultura, relacionado con el escenario del conflicto. Así las cosas, desde la patronal hotelera, Aehcos, se comentaba ayer la posibilidad de una repercusión positiva de este fenómeno sobre la ocupación en Semana Santa. Las previsiones para esas fechas en la Costa del Sol son excelentes. Como es tradicional, los hoteles de la capital prevén un lleno total, especialmente para los últimos cuatro días de la semana. En la Costa del Sol, el nivel de reservas alcanza ya el 75 por ciento en algunos hoteles, pero la posible llegada masiva de turistas españoles puede contribuir a alcanzar cifras aún mejores y, sobre todo, a extender las altas ocupaciones a toda la semana. La tradición enseña que los hoteles alcanzan el máximo índice de ocupación a partir del jueves santo. La avalancha de turistas españoles temerosos de viajar fuera puede hacer que las altas ocupaciones se adelanten al Domingo de Ramos. Los hoteles de la Costa del Sol viven, contra pronóstico, una primavera adelantada. Las ocupaciones están siendo iguales o mejores que las del año pasado. La media de marzo alcanza ya -según Aehcos- el 66 por ciento, superior a la del mismo mes del año pasado, pese a que en esta ocasión la Semana Santa no llegará hasta abril. Para el mes que viene, que tendrá esa semana festiva en su ecuador, las previsiones también son mejores que en 2002. Los datos publicados ayer por el Sistema de Análisis y Estadística de Turismo de Andalucía (Saeta) confirman los buenos augurios. (H.B., diario Sur, 21/03/03)
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