El Secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, comenta que la situación actual de incertidumbre y conflicto "nunca tienen consecuencias positivas", por lo que afirmó que "afectan en las reservas de destinos turísticos a corto plazo como el de Semana Santa" y explicó que durante el pasado año casi 52 millones de turistas visitaron España, convirtiéndolo "en el país más visitado", y que concretamente en la Comunidad Valenciana durante el 2002 se ha incrementado en unos 300.000 turistas.
El Secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, comenta que la situación actual de incertidumbre y conflicto "nunca tienen consecuencias positivas", por lo que afirmó que "afectan en las reservas de destinos turísticos a corto plazo como el de Semana Santa" y explicó que durante el pasado año casi 52 millones de turistas visitaron España, convirtiéndolo "en el país más visitado", y que concretamente en la Comunidad Valenciana durante el 2002 se ha incrementado en unos 300.000 turistas.
Además aseguró que durante los meses de enero y febrero de 2003, España ha conseguido mantener el número de turistas, algo que consideró "muy importante", debido a "la situación de desaceleración que estamos viviendo". Con respecto a las repercusiones que pudiera tener la guerra en el turismo de España, Juan Costa señaló que "una situación de incertidumbre como la que ha atravesado los mercados internacionales en los últimos meses tiene sin duda trascendencia, y que las situaciones de conflicto nunca tienen consecuencias positivas" Por ello, dijo, "ha tenido una incidencia en el ámbito de lo que es la industria turística, ya que ha hecho que muchos turistas internacionales no hayan tomado la decisión de salir de vacaciones y eso puede tener un reflejo en el nivel de las reservas con relación a destinos turísticos, sobre todo pensando en el corto plazo como pueda ser la temporada de Semana Santa". Costa señaló que las Administraciones todavía tienen retos en temas como el de la calidad, la sostenibilidad y el medioambiente, y añadió que todavía se debe hacer un esfuerzo por mejorar las infraestructuras y las instalaciones aeroportuarias, así como también la industria complementaria al turismo como los servicios hoteleros, de salud, el deporte, la cultura y la gastronomía. Insistió en que la oferta debe adaptarse al turista, que tiene, dijo, "cada vez más experiencia, es más exigente y que sólo dispone de periodos cortos de vacaciones", y que además exige calidad de servicios, y una buena relación entre calidad y precio. Asimismo señaló como otro de los retos, la incorporación masiva de las nuevas tecnologías como instrumento clave para el desarrollo del turismo.
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