El Reino Unido se prepara para una emergencia económica de gran impacto
La caída del PIB será de un -11,3 % en 2020 y al coste de la pandemia se añadirá el del Brexit
Publicada 02/12/20- La economía crecerá un 5,5% en 2021; un 6,6% en 2022; 2,3% en 2023; 1,7% en 2024 y 1,8% en 2025, según el ministro de Economía
- Se espera que el desempleo aumente en el Reino Unido hasta unos 2,6 millones de personas el año próximo, su nivel más alto desde 2012
- Menos los del Sistema Nacional de Salud, el resto de funcionarios, como policías y maestros, verán sus sueldos congelados el año próximo
A pocos días para que finalice, el 31 de diciembre, el periodo de transición antes del Brexit, el Reino Unido se prepara para afrontar la mayor contracción económica "en más de 300 años" -con una caída del PIB de -11,3% en 2020- por efecto de la pandemia de Covid-19, según ha reconocido esta semana el ministro de Economía, Rishi Sunak, que avisó de que la emergencia económica "acaba de comenzar". "El impacto será duradero", afirmó al presentar ante el Parlamento la llamada Revisión del gasto, que establece sus prioridades presupuestarias para el ejercicio fiscal 2021-22, marcado por la lucha contra el virus y el Brexit, que entra en vigor el 1 de enero con o sin acuerdo.
A partir de cálculos de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en sus siglas en inglés), que vigila las finanzas públicas, Sunak indicó que la economía crecerá un 5,5% en 2021; un 6,6% en 2022; 2,3% en 2023; 1,7% en 2024 y 1,8% en 2025, y no se situará en su nivel previo a la crisis hasta finales de 2022.
Se espera que el desempleo aumente hasta unos 2,6 millones de personas el año próximo -su nivel más alto desde 2012-, frente a 1,62 millones de desempleados en la actualidad, 300.000 más que en el mismo periodo del año anterior.
Endeudamiento histórico
Para combatir la recesión generada por la pandemia, el Gobierno de Boris Johnson habrá tomado prestados este año 394.000 millones de libras (442.000 millones de euros), un 19% del PIB, el mayor endeudamiento presupuestario en la historia del país "en tiempos de paz", manifestó el conocido como Canciller del Exchequer.
Advirtió de que el déficit anual se mantendrá por encima de los 100.000 millones (o 112.000 millones de euros) durante el resto de la legislatura, que acaba en 2024, con una deuda neta acumulada por encima del 100% del PIB.
Sunak dijo a los diputados que en 2020 el Estado habrá invertido 280.000 millones de libras (o 314.000 millones de euros) en la lucha contra la Covid-19 -con ayudas al empleo y al sector sanitario- y en 2021 espera destinar a ese fin al menos 55.000 millones (61.700 millones de euros) más.
Recorte en fondos humanitarios
Como medida para reducir el gasto, el ministro confirmó la reducción de un 0,7% a un 0,5% del PIB anual la ayuda al desarrollo internacional, una decisión muy criticada en las propias filas del gubernamental Partido Conservador.
Aseguró que su "intención" es restablecer al 0,7% la partida humanitaria, un compromiso electoral de los conservadores recogido por ley, "cuando la situación fiscal lo permita" y sostuvo que es "difícil" justificar ante los ciudadanos ese gasto cuando la deuda estatal asciende a niveles históricos.
El Gobierno del primer ministro Boris Johnson podría afrontar una rebelión de sus diputados cuando modifique la legislación para incluir ese recorte, que ha sido censurado por ex primeros ministros como los "tories" David Cameron y John Major y por el arzobispo de Canterbury, que lo calificó de "vergonzoso".
Sueldos congelados y más gasto en Defensa
Entre sus objetivos de gasto, Sunak anunció que se ofrecerá una subida salarial a los trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS, en inglés), aunque el resto de funcionarios, como policías y maestros, verán sus sueldos congelados el año próximo.
La inversión en infraestructuras, dirigida en parte a reactivar las zonas más deprimidas del norte de Inglaterra y que a partir de ahora gestionará un nuevo banco, se situará en 2021 en 100.000 millones de libras (112.000 millones de euros), indicó.
En cuanto a los ministerios, el Gobierno ya anunció el pasado miércoles que planea incrementar en 16.500 millones de libras (unos 18.460 millones de euros) el presupuesto de Defensa en los próximos cuatro años.
En su turno de palabra, la portavoz laborista de Economía, Anneliese Dodds, criticó que el Ejecutivo "tory" vaya a congelar el sueldo de los funcionarios y lamentó que, en su discurso, Sunak "no aludiera al Brexit" ni "al coste de dejar la UE sin un acuerdo comercial" bilateral al término del periodo de transición, el próximo 31 de diciembre
Pese a las duras perspectivas anunciadas, el Gobierno de Johnson tiene la esperanza de que la economía británica empiece a recuperarse cuando se generalice una vacuna contra la Covid, lo que, según algunos científicos, podría ocurrir a mediados del año próximo.
El Brexit a la vuelta de la esquina
La salida del Reino Unido de la Unión Europea será oficial, con o sin acuerdo, el día 1 de enero. El 31 de diciembre finaliza el periodo de transición, que ha durado un año, y en el que según los expertos ha habido pocos avances para asegurar un acuerdo que no perjudique a ninguna de las dos partes más de lo imprescindible.
Dos son los escollos principales en este momento, según ha explicado el investigador senior del Real Instituto Elcano, Enrique Feás, al programa "Cinco Continentes" de RNE: el uso de los caladeros de pesca y la necesidad de la Unión Europea de asegurarse de que no tendrá a pocos kilómetros a un competidor desleal que produzca con menos costes laborales y medioambientales.
Aunque todavía no hay acuerdo, Feás considera que sí hay esperanza porque ambas partes están interesadas en no romper relaciones. El Reino Unido ha perdido a su aliado antieuropeo Donald Trump, y la Administración de Joe Biden quizá no será tan complaciente con un país separado de la UE, a la que no considerará un enemigo sino un socio valioso.
Enrique Feás explica que la diferencia entre un acuerdo y una salida sin acuerdo no sería tanto económica, como de mantener o no canales abiertos de comunicación y cooperación entre ambas partes, lo que interesa a ambos, sobre todo con el coste de la pandemia al que el Reino Unido deberá unir el coste del Brexit. El experto considera que hay voluntad de acuerdo en Downing Street, y piensa que señal de ello es por ejemplo la salida de Dominc Cummings del entorno de asesores de Boris Johnson, lo que indicaría que se impone "cierto pragmatismo y ganas de llegar a un acuerdo".
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