La Costa del Sol continúa siendo un filón de oro para los promotores y objeto de deseo para el turismo residencial, sobre todo nacional y británico. Lejos de estancarse, los precios de la vivienda de nueva construcción en los municipios costasoleños siguen al alza. En 2003, se prevé un incremento moderado de entre un ocho y un once por ciento dependiendo de la tipología y de la zona.
La Costa del Sol continúa siendo un filón de oro para los promotores y objeto de deseo para el turismo residencial, sobre todo nacional y británico. Lejos de estancarse, los precios de la vivienda de nueva construcción en los municipios costasoleños siguen al alza. En 2003, se prevé un incremento moderado de entre un ocho y un once por ciento dependiendo de la tipología y de la zona.
Pero la falta de suelo en todo el litoral occidental malagueño puede condicionar la actividad inmobiliaria, muy especialmente en Fuengirola, Marbella y Torremolinos. Así lo desvela un estudio del mercado turístico residencial elaborado por la consultora Aguirre Newman tras el análisis de 471 promociones desde Torremolinos a Sotogrande, en San Roque. El elevado ritmo de las nuevas construcciones, con más de 20.000 viviendas en comercialización, contrasta con el agotamiento de suelo. El director de Aguirre Newman en Málaga, Vicente Rubio, asegura que la carestía es más acusada en Fuengirola y en Marbella, «municipio donde a pesar de que su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está bloqueado, salen nuevos proyectos aún a riesgo de no obtener financiación por parte de algunas entidades bancarias», explica. Durante el periodo analizado, de marzo de 2002 a febrero de 2003, se ha vendido una media de 25 casas al día. La adquisición de 8.300 apartamentos y más de 725 unidades unifamiliares en la Costa del Sol Occidental ha supuesto un desembolso de más de 3.100 millones de euros por parte de los compradores. Un apartamento de dos dormitorios y 125 metros cuadrados construidos costó una media de 280.000 euros. El montante final varió según la zona: Desde Fuengirola donde el precio de una vivienda en altura se situó por debajo de los 250.000 euros a los más de 300.000 de media que costó en Estepona, Marbella, Casares y Sotogrande. En el caso de las viviendas unifamiliares, los precios se dispararon. Prueba de ello, un chalet de tres dormitorios, con 190 metros cuadrados construidos y 220 metros cuadrados de parcela, que sobrepasó los 410.000 euros en el mercado. En este segmento, se produjeron ligeros descensos de los precios en Marbella (dos por ciento), Estepona (once por ciento) y Mijas-Costa (20 por ciento) y, por contra, un incremento con mayúsculas en Casares (50 por ciento) y Manilva (100 por 100). Dos de cada tres viviendas en oferta se concentran en Mijas-Costa, Marbella y Estepona. Según Aguirre Newman, el elevado coste de la vivienda registrado en algunos municipios y el clima bélico condicionarán el comportamiento de la demanda. Vender las unidades que superan los 250.000 euros es un suplicio para los promotores, que tardan una media de 24 a 26 meses en comercializar una apartamento y de 26 a 28 para las unifamiliares. Además, más del 40 por ciento del producto inmobiliario ofertado tiene más de un año de antigüedad. (R.F., diario Sur, 25/03/03)
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