La apertura de hoteles vacacionales en Semana Santa caerá al nivel de 1994, según ESADE

Cuando la Semana Santa cae en abril, como ha explicado Valls, “ayuda a la desestacionalización del turismo, ya que los turoperadores pueden hacer más fácilmente la travesía hacia el verano”.

Esta Semana Santa se mantendrá el 'espartanismo viajero', reduciendo al mínimo los gastos en transportes y comidas, según el profesor de ESADE, Josep Francesc Valls.

Pero este año además se reducirá el número de salidas de los españoles, cambiando también sus características respecto a cinco años atrás: “estamos en época de turismo minimalista, cada vez más corto y austero”. Por ello el turismo nacional viajará a destinos próximos, a casas de familiares o segundas residencias de amigos, con el fin de reducir al máximo los costes.

“Se mantendrá el 'espartanismo viajero', reduciendo al mínimo los gastos en transportes y comidas; será una Semana Santa de juegos, consolas y visitas físicas”, afirma Valls.

Turismo de nieve, verde, city breaks y religioso

Entre los tipos de turismo propios de Semana Santa figuran el turismo de nieve, verde, los city breaks y el religioso. El primero “se beneficiará de la buenísima temporada de nieve que llevamos, y el segundo aprovechará las ofertas rurales, las de islas y las de los parques temáticos”, según el experto.

Barcelona y Madrid serán los destinos preferidos de city breaks, y en el extranjero París, Roma, Amsterdam y Estambul. En cuanto al turismo religioso, predominará en Andalucía, las dos Castillas y Extremadura.

Finalmente ha remarcado que nos encontramos en un periodo intermedio entre el fin definitivo del modelo vacacional tradicional y el comienzo de otro nuevo, dentro del que se encuentran tres nuevas categorías de turismo: nuevos actores, como el turismo de cultura o patrimonio; nuevos conceptos, como las citas de negocios; y revisiones de antiguos destinos, como el de parque temático en marcha.