El turismo necesita el apoyo del Gobierno

La reivindicación de un nuevo Ministerio para España en tiempos de salvajes recortes administrativos, merece cuando menos, un reconocimiento a la valentía de sus promotores, y a la vista del seguimiento obtenido, la respuesta del sector no puede ser más positiva: ni mas ni menos que 250 empresas, en todos los subsectores del turismo, se han adherido ya a la campaña promovida por Hosteltur, “Ministerio de Turismo YA”.

En Meliá Hotels International hemos acogido esta campaña con gran interés, y tanto mi hijo Sebastián, Vicepresidente de la compañía y Presidente de Exceltur, como Gabriel, Vicepresidente y Consejero Delegado de la compañía, o alguno de nuestros más destacados directivos como Luis del Olmo, han manifestado su apoyo y sus razones para reclamar un mayor reconocimiento, dentro del Gobierno, a un sector que – no me cansaré de recordarlo- genera el 11% de nuestros Producto Interior Bruto, y emplea a más del 7% de nuestra población activa.

¿Turismo es igual a máxima eficiencia y rentabilidad social y económica?

La valentía de la propuesta no debe hacernos olvidar que en tiempos como los que corren, los escasos recursos de que disponen nuestras arcas públicas deben ser gastados obligatoriamente en la forma en que, en primer lugar, resulten más eficientes, y en segundo lugar, mejor contribuyan a revitalizar el tejido productivo y sobre todo, el empleo.

La gran pregunta es: ¿cumple la industria turística con esos requisitos de máxima eficiencia y rentabilidad social y económica? Si pensamos en términos de generación de riqueza, según acaba de presentar Exceltur, en el tercer trimestre el PIB turístico español creció un 3,1 % en el primer trimestre de 2011, lo que representa 1.577 millones de euros más de ingresos extranjeros. En cuanto al empleo generado, el turismo es una industria intensiva en el factor humano, lo que conlleva que cada punto de incremento en el PIB turístico repercuta en muchos miles de nuevos empleos: así, en el tercer trimestre de 2011, este incremento se reflejó en 34.463 nuevos empleos frente al mismo periodo de 2010. Siempre según Exceltur, con el adecuado impulso gubernamental, en los próximos años el sector podría mantener un crecimiento anual cercano al 2,6% y crear 35.000 nuevos empleos anuales.

Para una economía escasamente exportadora como la nuestra, por otra parte, la “exportación de servicios” que representa el turismo extranjero repercute cada año en un saneamiento importantísimo de nuestra maltrecha balanza de pagos ( solo entre enero y julio de 2011 se recaudaron casi 24.000 millones de euros de ingresos en divisas).

El turismo necesita el apoyo del Gobierno

El turismo necesita el apoyo del Gobierno, sin duda, y necesita convertirse en una de sus máximas prioridades, sea por la vía de crear un Ministerio, reponer la extinta Secretaría de Estado con nuevas capacidades, o de integrar esta cartera en una nueva Vicepresidencia: sea cual sea la fórmula elegida por el nuevo Gobierno, ésta debe garantizar una gestión coordinada y “transversal” a los distintos departamentos, y un “poder” o liderazgo suficiente para no quedar relegado ante las distintas prioridades sectoriales.

Esto es lo que apoyamos con esta campaña: si esta apuesta por el Turismo se materializa, no nos cabe ninguna duda de que puede volver a ser la gran locomotora socioeconómica de España. En un contexto mundial de creciente globalización y competitividad, donde resulta cada vez más cuestionable -por insostenible- el modelo de “Estado del Bienestar” basado en economías subvencionadas, en Turismo, nuestro país ha sido y debe seguir siendo competitiva a nivel internacional.

Es necesario trabajar en la imagen y promoción internacional de España

Pero esta competitividad pasa por adaptar y mejorar nuestra oferta, de modo que España siga siendo destino privilegiado de turismo de sol y playa, pero también como destino cultural, de historia, gastronomía, de congresos, o para deporte o diversión, capaz de captar a los millones de turistas de mercados emergentes. Y debemos también trabajar en nuestra imagen y promoción internacional, en nuestras infraestructuras – especialmente la conectividad aérea- y en cómo administramos los escasos recursos turísticos, a menuda dispersos entre Administraciones como la estatal, las autonómicas o las provinciales y locales. Y, por supuesto, debemos flexibilizar nuestro sistema educativo y nuestro marco laboral para contar con mejores profesionales, con idiomas, y conseguir que, cada vez más, y a pesar de la incertidumbre económica, los empresarios perdamos el miedo a contratar empleados debido a las rigideces del mercado laboral, y se generen nuevas oportunidades para que muchos jóvenes accedan a un mercado laboral que hoy en muchos casos, les está vedado.

El Gobierno que salga de las urnas del próximo 20 de noviembre deberá ser consciente de la importancia y complejidad de gestionar todos estos factores críticos en base a un único interés común: el beneficio de un sector “rescatador” por excelencia de la economía y el empleo. Por ello he querido sumarme al clamor existente en demanda de una mayor prioridad y atención para nuestra querida, y no siempre adecuadamente reconocida, industria turística.