El Boeing 737 MAX, declarado seguro para volar en Europa
Publicada 29/01/21 15:24h
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y la Autoridad de Aviación Civil (CAA) del Reino Unido han aprobado el regreso al servicio de la versión modificada del Boeing 737 MAX, después de casi dos años en tierra en todo el mundo. El director ejecutivo de EASA, Patrick Ky, afirmó en un comunicado que tienen “plena confianza en que la aeronave es segura, que es la condición previa para dar nuestra aprobación”, aunque continuarán monitoreando de cerca las operaciones del controvertido modelo a medida que la aeronave reanude el servicio. El organismo ha destacado que, ante su insistencia, Boeing también se ha comprometido a trabajar para mejorar aún más la aeronave a medio plazo, con el fin de alcanzar un nivel de seguridad aún mayor. El pasado 18 de noviembre, el fabricante aeronáutico estadounidense recibió la autorización de EEUU para que los 737 MAX volvieran a volar.
La nueva versión, según explica la EASA, exige un paquete de actualizaciones de software, reelaboración del cableado eléctrico, controles de mantenimiento, actualizaciones del manual de operaciones y entrenamiento de la tripulación que permitirán al avión volar de manera segura en el espacio aéreo europeo.
El director ejecutivo de EASA, Patrick Ky, dijo: “Tras un análisis exhaustivo de EASA, hemos determinado que el 737 MAX puede volver al servicio de forma segura. Esta evaluación se llevó a cabo con total independencia de Boeing o de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos y sin ninguna presión económica o política. Hicimos preguntas difíciles hasta que obtuvimos respuestas y presionamos para encontrar soluciones que cumplieran con nuestros exigentes requisitos de seguridad. Realizamos nuestras propias pruebas de vuelo y sesiones de simulador y no confiamos en que otros hicieran esto por nosotros”.
El Boeing 737 MAX quedó en tierra en todo el mundo en marzo de 2019 luego del segundo de dos accidentes en solo seis meses que, en conjunto, cobraron 346 vidas (ver: EASA suspende todas las operaciones del Boeing 737 MAX en Europa y Trump ordena la suspensión inmediata de los vuelos del Boeing 737 MAX 8 y 9)
La causa fundamental de estos trágicos accidentes se remonta al software conocido como MCAS (Sistema de aumento de características de maniobra), destinado a facilitar el manejo del avión. Sin embargo, el MCAS, guiado por un solo sensor de ángulo de ataque (AoA), se activaba repetidamente si ese sensor funcionaba mal, empujando el morro de la aeronave hacia abajo varias veces. En ambos accidentes, los pilotos finalmente perdieron el control de su avión, lo que resultó en un accidente con pérdida total de la aeronave. A principios de este año, se cerró la investigación llevada adelante por los EEUU con un acuerdo entre el fabricante aeronáutico estadounidense y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, mediante el cual deberá pagar una multa de 2.500 millones de dólares (algo más de 2.000 millones de euros) (ver: Boeing pagará 2.000 M € a EEUU por los accidentes de los 737 MAX).
Las 4 condiciones
En los días posteriores a la puesta en tierra, EASA estableció cuatro condiciones para el regreso al servicio de la aeronave:
- Los dos accidentes(JT610 y ET302) están suficientemente comprendidos
- Los cambios de diseño propuestos por Boeing para abordar los problemas que incidieron en los accidentes y su realización están aprobados por la EASA
- La EASA ha completado una revisión de diseño ampliada independiente
- Las tripulaciones de vuelo del Boeing 737 MAX han recibido la formación adecuada
Si bien las investigaciones evaluaron que el comportamiento del MCAS y los sistemas de alerta relacionados eran la causa principal clara de los dos accidentes, EASA consideró que se necesitaba una revisión mucho más amplia del 737 MAX, ampliando su análisis a todo el sistema de control de vuelo y la experiencia real de un piloto de pilotar el avión.
Directivas emitidas
La EASA ha emitido dos directivas para la operación del 737 MAX en la región.
La Directiva de Aeronavegabilidad, que detalla los cambios de idoneidad operativa y de la aeronave, incluidos los requisitos de formación de la tripulación, deben llevarse a cabo antes de que cada avión individual vuelva al servicio, da luz verde por parte de la EASA para que la aeronave vuelva al servicio. Estas acciones obligatorias deben efectuarlas las operadoras bajo la supervisión de las autoridades nacionales de aviación de los Estados miembros. La COVID-19 también puede influir en el ritmo de regreso a las operaciones comerciales.
Junto con la Directiva de aeronavegabilidad, EASA también emitió una Directiva de seguridad (SD) que requiere que las aerolíneas no europeas que son titulares de la autorización de operador de terceros países (TCO) de EASA implementen requisitos equivalentes, incluida la capacitación de la tripulación.
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