Alemania: tras el desplome de las agencias llegan cambios en el consumidor

El año 2020 terminó mucho peor de lo que empezó e incluso por debajo de la media, con una caída de las ventas en diciembre del 86,6%. Dado que las restricciones favorecieron que los viajes se circunscribieran en su mayor parte al mercado doméstico en los periodos en que fue posible viajar, el mayor recorte se produjo en las ventas aéreas, con una caída del 82,8%, del 90,2% en diciembre.

Las ventas de productos turísticos, sumando alojamiento y cruceros, bajaron el 74,4%, algo menos para el producto de cruceros aislados, un 71,4%. El apartado “otros servicios" (sonstige umsätze), que refleja los ingresos generados por el transporte terrestre, seguros de viajes fue por lógica el mejor parado en la situación actual, aunque también incluye los eventos. En concreto, un descenso del 64,1% en el conjunto del año.

Tras el funesto balance de 2020 llega el análisis de las tendencias que la COVID ha dejado. Según el informe elaborado por el FUR, con datos recabados a final de noviembre y publicados ahora, al 51% de los alemanes le gustaría viajar en 2021, y además el porcentaje sube cuando hablamos de los confían en que podrán disponer de dinero para hacerlo (el 62%)

No obstante, en el momento de la decisión el asunto cambia, la COVID mantiene las reservas en stand by en el mercado alemán. Solo un 38% está seguro ya de que viajará mientras el 46% está esperando ver cómo se desarrolla la situación. Esto llevará a un claro aumento de la reserva de última hora, tradicionalmente con mucho menos pero en este mercado que los europeos del sur.

Todo ello unido a una tendencia que se observa por el momento en todos los mercados, la búsqueda de destinos cercanos, que, a ser posible permitan viajes terrestres y, es especial, en el propio coche.