Las aerolíneas españolas están anunciando vuelos de hasta 25 euros por trayecto para contrarrestar la bajada de reservas por el miedo a volar en tiempo de guerra, según el resumen mensual que, acerca del sector, elabora Iberia. Esta tendencia a bajar los precios contrasta con el aumento de tarifas que están llevando a cabo las compañías que forman parte de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que han defendido la subida de tarifas, entre otras medidas, para enfrentarse a la crisis y al aumento de costes que deben soportar las compañías.
Las aerolíneas españolas están anunciando vuelos de hasta 25 euros por trayecto para contrarrestar la bajada de reservas por el miedo a volar en tiempo de guerra, según el resumen mensual que, acerca del sector, elabora Iberia. Esta tendencia a bajar los precios contrasta con el aumento de tarifas que están llevando a cabo las compañías que forman parte de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que han defendido la subida de tarifas, entre otras medidas, para enfrentarse a la crisis y al aumento de costes que deben soportar las compañías.
Las aerolíneas de la IATA han anunciado planes de contingencia para hacer frente a las dificultades que se presentan por la guerra en Irak y muchas han optado por la supresión de empleos y el recorte de la oferta. La IATA ha calculado que las aerolíneas americanas, las más afectadas por el conflicto, perderán cerca de 10.000 millones de dólares en 2003, que se suman a los 100.000 millones que ya arrastraban y sufrirán la destrucción de 70.000 empleos directos. Por su parte, la Asociación de Líneas Aéreas Americanas, ATA, pedirá al Congreso de su país que suspenda impuestos por valor de 9.000 millones de dólares anuales que, en caso de producirse, se sumarían a los 17.000 millones de dólares que el gobierno americano entregó a las compañías americanas tras el 11 de septiembre. Entre las medidas adoptadas por las aerolíneas figuran los despidos y la reducción de oferta de vuelos, que se traduce en la reducción de líneas, de frecuencias o de la oferta total de las rutas de la compañía. Asimismo, algunas aerolíneas han optado por aplicar tarifas adicionales, en concepto de seguridad, para cubrir los gastos ocasionados por la guerra. A pesar de todas las posibles medidas, varias compañías, como United Airlines, USAirways, Avianca, Hawaiian Airlines han pedido presentar suspensión de pagos y, aunque la compañía no lo ha confirmado, American Airlines, ha preparado una petición judicial de protección frente a sus acreedores. Para compensar a los usuarios, las compañías aéreas han anunciado que serán flexibles en cuanto a los cambios de fechas o reembolsos de billetes emitidos para volar durante el período bélico y, en otros casos, como Aeroméxico o Mexicana de Aviación, han decidido unilateralmente reducir las comisiones a las agencias de viajes. Otra posibilidad de reducir gastos, según el informe de Iberia, es la supresión del servicio de cátering a bordo, que supone un gasto de 18.000 millones de dólares al año para las aerolíneas, que ahora se plantean quién debe asumir el coste de esas comidas. El futuro de las empresas de cátering podría ser el de las franquiciadas de comida para llevar, como la de Sara Lee, en Estados Unidos, que vende menús para llevar y consumir en el avión. Esta idea, ha hecho que la cadena hotelera Four Seasons haya tomado la iniciativa de preparar a sus huéspedes comidas para llevar, que sustituyan a las que se les ofrece en el avión, donde el pasajero tendrá más opciones en cuanto a calidad culinaria, independientemente de la clase en la que viaje.
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