La reputación de España, afectada por promesas de valor poco realistas
Las medidas en Mallorca deberían alinearse con las exigencias del cliente alemán
Publicada 25/02/21- La seguridad sanitaria del turista debe ser la prioridad y saber proyectarla en la promoción del destino o en campañas de recuerdo
- Mallorca tiene que posicionarse en un turismo en contacto con la naturaleza, dejando de lado el de alta concentración de personas
- Ecuador, Sudáfrica y Grecia muestran responsabilidad en sus campañas, invitando a disfrutar del país cuando la situación se normalice
Entrevista/La imagen de España está lastrando la competitividad y el atractivo del destino en un momento de miedo a los contagios. Así lo ha subrayado Pau Solanilla, consultor internacional en reputación, quien ha incidido en que “hemos hecho promesas de valor que no se ajustaban a la realidad y eso afecta a la reputación del país”. Y eso tiene sus consecuencias, como que los clientes alemanes de TUI hayan bajado a Mallorca al segundo puesto tras Creta, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo. El experto aboga por “mantener la cabeza fría y actuar con coherencia; debemos estar seguros que la promesa de valor que hagamos la podemos cumplir”.
¿Qué es lo que puede estar haciendo mal Mallorca para no estar en ese primer lugar de las preferencias de los clientes alemanes de TUI?
Afirmar que Mallorca lo está haciendo mal es quizás es excesivo. La seguridad del turista y la protección de la salud pasan a ser factores críticos para la elección de destino. Aunque nos pese, no hemos sabido transmitir una gestión eficiente de la pandemia y países como Grecia lo han hecho mejor. Estamos en un terreno de percepciones, y la gestión de una crisis sanitaria tiene que ser sólida y coherente. Muchos advertimos que promover en su momento iniciativas como los sellos COVID Free era jugar a la ruleta rusa. Podía salir mal, y así ha sido. Hemos hecho promesas de valor que no se ajustaban a la realidad y eso afecta a la reputación del país y evidentemente de Mallorca, ante turistas cada vez más conectados e informados. Grecia ha demostrado ser más eficiente en la gestión de la pandemia y parece que el mercado alemán se lo reconoce otorgándole su confianza reflejada en las reservas hoteleras para el próximo verano.
¿Qué se puede hacer para revertirlo ¿Aún queda margen de maniobra de cara a la próxima temporada?
Queda margen y se debe trabajar de forma coordinada, con humildad y efectividad. Una de las tentaciones que tenemos en España y en muchas comunidades autónomas es relajar las medidas ante la bajada del número de contagios. En cuanto hemos bajado de 500 por 100.000 habitantes ya volvemos a relajar medidas, mientras que Alemania tiene todo cerrado con 30 contagios. Si los alemanes son más estrictos y exigentes en materia de seguridad sanitaria y nosotros damos la percepción de ser más laxos… ¿confiarán en nosotros?
Somos conscientes de las urgencias económicas que tiene Mallorca y su dependencia del sector turístico, pero hay que alinearse con las expectativas y exigencias del cliente alemán. No podemos hacerlo al revés. Pretender que ellos se adapten a nuestra manera de hacer quizás no es la mejor manera de proyectar una sensación de seguridad. La reputación está basada en las creencias compartidas. Si la creencia general es que en Mallorca hay más riesgo que en Creta parece lógico que a priori tenga más capacidad de atracción para esta próxima campaña turística. Debemos mantener la cabeza fría y actuar con coherencia. Debemos estar seguros que la promesa de valor que hagamos la podemos cumplir. Se trata de generar confianza y eso no es una campaña de comunicación o marketing; hay que alinear lo que decimos y lo que hacemos.
¿Qué destinos, nacionales o internacionales, están destacando por mantener esa estrecha relación con sus clientes potenciales?
La seguridad sanitaria del turista debe ser la prioridad de prioridades y saber proyectarla en la promoción del destino o incluso antes en las campañas de recuerdo de destino. Algunos países lo están haciendo bien como el caso de Ecuador y su campaña “Quédate en casa”. Muestra responsabilidad invitando a disfrutar del país en el momento que la situación se normalice. No apela a que el turismo vuelva pronto, sino cuando sea apropiado. Es un recurso al destino, pero poniendo la salud por delante. Otra buena práctica es la de Sudáfrica, muy afectada por el coronavirus. Ha centrado su posicionamiento en este ínterin con su campaña “No viajes ahora para poder viajar más tarde”. Nos interpela a recordar el destino, sus atractivos y bellezas pero esperando el momento propicio. Lo importante es cuidarse y cuidar de los tuyos.
¿Cómo lo están haciendo? ¿Qué estrategias están siguiendo?
Una de las consecuencias de la pandemia es que los turistas ponen la mirada en destinos más verdes o sostenibles. Lugares que no estén asociados a una masificación y estar en contacto con la naturaleza. Eslovenia es un buen ejemplo en posicionarse como un destino verde, así como lo hace Andorra, por ejemplo. Volvemos a la conexión con la salud y la seguridad. Quizás Mallorca tiene que explotar más ese posicionamiento de un turista en contacto con la naturaleza, dejando de lado el turismo con alta concentración de personas que genera poca confianza. Grecia, un destino competencia directa de Mallorca, además de una buena gestión de la pandemia ha apelado a la responsabilidad y a los sueños de un mundo mejor que volverá. Su campaña “Hasta que sea el momento adecuado para viajar de nuevo, ¡sueña lejos!” es un reclamo en positivo del destino que marida emoción y razón. Quizás nos da algunas pistas de por dónde hay que apuntar.
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