Un análisis de José Manuel de la Rosa

Asociaciones: ¿Las agencias tienen lo que se merecen?

Publicada 15/03/14
Asociaciones: ¿Las agencias tienen lo que se merecen?

El reciente caso de AEMAV vuelve a poner sobre la mesa las virtudes y miserias del asociacionismo en el sector de las agencias de viajes españolas, que este lunes verá otro capítulo más en una Asamblea (o reunión) extraordinaria de FETAVE.  

Como periodista, afrontar un análisis sobre las asociaciones de agencias, es partir de antemano con la seguridad de que el artículo tendrá poca difusión, dado el escaso interés que tiene el tema asociativo para los profesionales de este sector. Pero a veces el esfuerzo merece la pena aunque su resultado sólo llegue a una minoría.

Durante muchos años, hablar de asociaciones en las agencias españolas ha sido hablar de FEAAV y AEDAVE. Dos grandes organizaciones empresariales que murieron hace tres años por el mismo motivo: la millonaria sanción de Competencia, por considerar que habían participado en una ilegal concertación de fees aéreos cuando llegó la comisión cero.

Ya entonces el propio sector se quejaba de la falta de unidad por no tener una única asociación nacional, y del afán de sus presidentes por aferrarse al sillón. El fracasado experimento de unión de CAAVE vino a dar otro argumento a los que denunciaban la escasa voluntad de unidad y el afán de conservación de sus respectivas cuotas de poder. Tuvo que ser la mencionada sanción de Competencia la que, de modo traumático, diera el impulso definitivo a la actual CEAV, que integra a la práctica totalidad de las asociaciones españolas de agencias de viajes.

Escasa participación

Pero, pese a esta teórica unidad, las asociaciones siguen teniendo el mal endémico de la escasa participación de las agencias asociadas, lo que da alas a que sus máximos dirigentes se eternicen en los cargos, con aprovechamiento personal en algunos casos y, en otros, con la resignación del presidente de comunidad de propietarios al que todos animan a seguir para no tener que tomar el relevo.

Esta escasa participación quita legitimidad a las críticas que vierten muchas agencias asociadas que no dan el paso a participar. Como muestra, cabe citar que en la última Asamblea de AEMAV, este pasado jueves 13, participaron cuatro de un total de 74 agencias asociadas… Y el de la asociación madrileña no es un caso único, sino el habitual entre el resto.

Veremos que nivel de participación tiene la asamblea (o reunión) de FETAVE que está teniendo lugar este lunes 17, en la que varias de las asociaciones de esa federación pedirán la dimisión de su actual presidente. Otro caso más de disputa de patio de vecinos, más que de tratamiento de los temas que afectan a la actividad de las agencias.

Voluntarismo

Contemplado a vista de pájaro, da la impresión de que las agencias de viajes españolas, aunque critiquen a las asociaciones que las representan, tienen lo que se merecen. Y comparando con las más fuertes y prestigiadas asociaciones de otros países, la conclusión es que cada sector tiene organizaciones a imagen y semejanza de su tejido empresarial. Y el español está integrado por miles de pymes, cuyos dueños son pequeños empresarios que bastante tienen con sacar adelante el día a día de su agencia.

En ese estado de cosas no es de extrañar que los órganos ejecutivos de las asociaciones estén integrados, en buena parte, por agentes de viajes pertenecientes a la vieja guardia (ya no tanto en la edad como en la actitud), cuyas formas son poco transparentes, no por mala fe, sino por falta de estructura y de visión. Lo que genera un voluntarismo poco práctico.

No obstante, también hay casos de profesionales jóvenes bien preparados que llegan a las asociaciones con aires nuevos y ganas de hacer cosas, aunque pisando callos al cuestionar los viejos modelos.

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Comentarios 2
Hubo un tiempo que las Asociaciones tuvieron la oportunidad de representar a un sector importantisimo del turismo, pero cuando llegó el momento de unirse en la defensa de los intereses denunciando a grandes empresas como Iberia, se rajaron de manera cobarde y desde entonces los proveedores se dieron cuenta que por falta de unidad podían hacer lo que quisieran y comenzaron a bajar comisiones, fué entonces donde las asociaciones cavaron su tumba, ahora no tiene ningún sentido pagar una cuota para que no puedan defenderte en nada. El asociacionismo de agencias de viajes, ha muerto.
Excelente descripción. Esta es la triste realidad, en dos palabras. Enhorabuena por el articulo.