El triple beneficio de la eficiencia energética en hoteles
Publicada 05/03/21 11:35h
La sostenibilidad se ha convertido en uno de los grandes valores de las marcas. Seis de cada diez turistas se sienten atraídos por las empresas que están comprometidas con el medioambiente e incluso el 30% está dispuesto a pagar más por alojarse en un hotel con esas características, según datos difundidos por el comparador de seguros Acierto.com. En el marco del Día de la Eficiencia Energética, que se celebra este 5 de marzo, la compañía ha puesto el foco en la importancia de apostar por la reducción del consumo energético porque tiene un triple beneficio: cuida el entorno natural, la compañía ahorra y se mejora la imagen pública.
Para garantizar el confort térmico, acústico y lumínico de sus huéspedes, los hoteles necesitan mucha energía, tanto que “el consumo energético supone entre el 14 y el 15% de los costes de explotación, pudiendo alcanzar entre el 20% y el 22%”, destaca el informe de Acierto.com.
Los hoteles “podrían optimizar sus gastos operativos de consumo energético un 40%, y reducir entre un 75% y un 89% sus emisiones de CO2 a la atmósfera”. Pero para esto, es clave adoptar criterios sostenibles tanto el modelo de diseño como en la construcción de los hoteles
En Acierto.com explican que más allá de los sistemas instalados en el hotel, hay que tener en cuenta factores como la construcción y la ubicación del hotel porque “estos condicionantes pueden variar la factura energética entre un 10% y un 15%”.
A modo de ejemplo señalan que un hotel que se encuentre en una zona sometida a temperaturas extremas tendrá un consumo mayor de aire acondicionado y calefacción, frente a uno ubicado en un emplazamiento con temperaturas más constantes. Y lo mismo ocurre con la orientación e incluso con el tipo de segmento que atiende el hotel.
¿Cómo mejorar la eficiencia energética?
Hay distintas medidas que se pueden adoptar, pero entre las más importantes se encuentran atender temas como la climatización, la iluminación y el agua caliente sanitaria, que acaparan el 75% del consumo de energía en hoteles.
- Iluminación. Favorecer el uso de lámparas y luminarias de bajo consumo, facilitar el uso de la luz diurna, instalar interruptores con control de presencia. Realizar un correcto mantenimiento y limpieza de las instalaciones, y adaptar la intensidad de las luces exteriores al ambiente.
- Aislamiento térmico. Las pérdidas pueden suponer hasta el 30% de la factura energética, por eso el aislamiento de puertas y ventanas, cubiertas y suelos serán fundamentales. No se puede perder de vista llevar a cabo un correcto mantenimiento de las bombas de calor o el control del rendimiento de las calderas.
- Ahorro de agua. La detección y eliminación de fugas, trabajar con presiones moderadas, instalar sistemas de reducción de caudal en duchas y grifos es importante. Para ahorrar energía en la cocina y la lavandería son aconsejables los hornos de convección forzada y la sustitución de resistencias en lavadoras por agua caliente. Otra de las claves radica en apostar por fuentes de energía renovables y sostenibles, como la instalación de paneles solares.
- Comparar tarifas. Un punto para nada menor es comparar entre las diferentes tarifas de energía para ver cuál es la que mejor se ajusta a las necesidades y al negocio del hotel.
- Contratar un seguro con cobertura de daños eléctricos. Lo que plantea Aciert.como es que estas pólizas permitirán ahorrar a largo plazo y estar protegidos ante estas eventualidades. Además, habitualmente incluyen la defensa jurídica, asistencia, responsabilidad civil y daños causados por incendios, rayos o explosiones.
- El uso de la tecnología. En este punto hacen referencia a hoteles domóticos, dotados de termostatos inteligentes que se apagan una vez se alcanza determinada temperatura. Las persianas inteligentes que se bajan automáticamente si la estancia se vacía cuando detectan que se está generando excesivo calor, también son una herramienta válida.
Invertir en sostenibilidad, una obligación
El coronavirus ha puesto sobre la mesa la necesidad de crear un ecosistema turístico más sostenible, de hecho, parte de los Fondos Europeos deben ir orientados a la transición ecológica. Para ir en línea con los pilares que sustentan el Plan de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, Deloitte ha recomendado inversiones focalizadas en la descarbonización, la reducción de consumos y emisiones y la incorporación de energías renovables en hoteles (Renovar la planta hotelera requiere 8.200 M€ y su impacto sería de 14.900M€)
La sostenibilidad se presenta como una obligación para el negocio porque casi el 60% de los consumidores considera relevante el impacto en el entorno desde el inicio de la pandemia y un 73% vigila de cerca el compromiso medioambiental de las marcas, como se explica en Los segmentos de viajeros más prometedores de 2021.
Además, poner en marcha una eficaz gestión energética en un hotel contribuye no solo a conservar el entorno natural, sino que mejora la imagen pública del establecimiento, aseguran desde Acierto.com
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