"Los cierres perimetrales, ejemplo del fracaso de la gestión del virus"

Este viernes, el mismo día que se publica en el BOE el cierre perimetral, el sector hotelero de la Comunidad Valenciana ha advertido que se encuentra “en una situación límite” y consideran que recurrir a este tipo de restricciones y cerrar todo “es cómodo”, pero “lo verdaderamente efectivo y responsable es articular día a día salud y economía”.

El miedo de los empresarios es que los cierres perimetrales se conviertan “en un círculo sin salida por no contemplar otras alternativas más eficaces” que permitan un equilibrio entre la situación sanitaria y la reactivación económica después de un año de crisis.

Cuando se empezaba a hablar de posibles cierres perimetrales, los hoteleros valencianos rechazaron esa posibilidad, afirmando que decretarlos es "trasladar una culpabilidad de la transmisión del virus a los movimientos turísticos cuando no hay nada más lejos de la realidad.

Y cuestionaban que se permita que cinco millones de valencianos se puedan mover dentro del territorio de la comunidad, pero que no se pueda recibir en los hoteles a 40.000 clientes de otras autonomías, "que no suponen ningún riesgo por estar en entornos de extrema seguridad y con una trazabilidad garantizada"

"Se debe restaurar la movilidad de todo el territorio peninsular e insular a la mayor brevedad posible", dice HOSBEC

Las cifras sanitarias actuales avalan que “se debe restaurar la movilidad de todo el territorio peninsular e insular a la mayor brevedad posible”, creen en HOSBEC, y para el presidente de la entidad, Antonio Mayor, "hay que flexibilizar medidas para el turismo, porque es esencial en nuestro sistema económico y social".

Según los empresarios es momento que el Gobierno lleve a cabo una planificación de la reactivación turística basada en datos objetivos y en procedimientos de seguridad con una combinación de rastreos, test y confinamientos de precisión.

Para caminar hacia una apertura planificada del turismo, además de sistemas de control, “se debería pensar en endurecer las multas y sanciones” para quienes no cumplan con los protocolos, porque “el temor que tenemos ahora los empresarios turísticos es que después de la Semana Santa se produzca una nueva ola de contagios por los incumplimientos, la falta de rastreadores y la falta de pruebas rápidas de detección”.