Hoteles de Mallorca: ¿deben ir más allá de informar de las restricciones?
Los turistas extranjeros deberán cumplir con las restricciones vigentes en la isla
Publicada 20/03/21- Esta semana se acordó que los establecimientos se encarguen de informar a sus clientes de las medidas restrictivas
- Muchos de ellos pedirán además que los turistas hagan una declaración responsable de que son convivientes
- Desde el sector hay quien rechaza que los hoteleros tengan que preguntar a los clientes si son convivientes
El auténtico boom de reservas de turistas alemanes hacia Mallorca en Semana Santa que se ha producido en los últimos días tras anunciar el Gobierno alemán que saca a Baleares de la lista de zonas de riesgo se ha topado con un muro: el descontento de la población, que ha criticado duramente que familias alemanas puedan estar juntas en los hoteles mientras que se restringen los encuentros familiares en estas fechas debido a la crisis de la COVID-19. Una polémica que ha obligado al Govern balear a salir al paso lanzando una promesa: asegurar que los establecimientos garantizarán que los turistas no convivan si proceden de dos núcleos familiares distintos. La medida desató inicialmente la inquietud entre los hoteleros, que exigieron más información al Ejecutivo autonómico y tras reunirse esta semana se acordó que los establecimientos se encarguen de informar a los clientes de las medidas restrictivas y muchos de ellos pedirán además que los turistas hagan una declaración responsable de que son convivientes. "Las condiciones una vez que estén aquí son las mismas para todos, hay que cumplir todo lo que digan las autoridades sanitarias sin rechistar", apuntan desde el sector. No obstante, otros hoteleros no comparten la iniciativa e incluso ponen en duda su legalidad.
Tras meses de duras restricciones que han permitido a Baleares sacar pecho de unas buenas cifras epidemiológicas, se han disparado las reservas de turistas alemanes para Semana Santa, algo que ha desatado el malestar entre la población, que criticaba que los turistas pudieran estar junto a los suyos en los hoteles mientras que los baleares tendrán restringidas las tradicionales reuniones familiares de estas fechas.
Ante esta situación, el responsable balear de Turismo, Iago Negueruela, aseguraba que "se controlará" que en los hoteles de Mallorca no se alojen juntos turistas extranjeros provenientes de distintos núcleos de convivencia, porque esa restricción obliga tanto a residentes como a visitantes en las vacaciones de Pascua. El Govern consideraba que los hoteles, restaurantes y sus trabajadores son responsables de vigilar que los clientes cumplan las normas vigentes. (Ver Los alemanes deberán cumplir en Mallorca las restricciones vigentes).
Negueruela informaba de que su departamento iba a mantener reuniones de coordinación con representantes de las patronales hoteleras para que los responsables de los establecimientos garanticen el cumplimiento tanto de la prohibición de alojarse juntos para clientes que no convivan en sus lugares de origen como de los horarios establecidos para el conjunto de la población
Tras reunirse esta semana representantes del sector con miembros del Ejecutivo autonómico para aclarar este anuncio, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) adoptó una decisión: los hoteles informarán al cliente de las restricciones vigentes que se aplican en Baleares. "Otra cosa es que algún establecimiento opte por alguna declaración responsable, ya que no hay ninguna normativa al respecto que lo avale", apuntan.
Una labor de refuerzo de la información sobre las nuevas restricciones a la que se sumará Riu Hotels, confirman desde la cadena.
Precisamente, el Ejecutivo autonómico les trasladó que se ha contactado con los turoperadores, agencias y empresas de alojamiento informando de las restricciones vigentes que operan tanto para residentes como para turistas, de modo que estos puedan desarrollar las estancias con normalidad pero observando el cumplimiento de estas medidas para mantener las cifras positivas en materia sanitaria.
"Los establecimientos tenemos el deber de informar a los clientes de las medidas, controlar que se cumplen los requisitos de los comensales por mesa en los servicios de restauración y si se detectara que se reúnen en las habitaciones más personas de las que pueden ocuparla, disolver la reunión. Son las autoridades quienes tienen la competencia para la comprobación y sanción de determinadas cuestiones", es el criterio que se ha trasladado a los hoteleros
El objetivo es claro: la vuelta a la actividad debe ser progresiva, lenta en la relajación de ciertas restricciones, cumpliendo las normas y horarios para no poner en riesgo la temporada estival.
Durante el encuentro con el sector, la representante de Salud hizo hincapié además en que las medidas deben ser cumplidas porque revertir la tendencia positiva es muy fácil, especialmente teniendo en cuenta que la cepa británica es la que predomina en estos momentos en las islas y es mucho más contagiosa.
Análisis de la situación
En cuanto al malestar desatado entre la población, desde la Asociación de Hoteleros de Playa de Palma, su vicepresidente José Antonio Fernández de Alarcón, llama a analizar bien la situación: "Los aviones en los que llegan esos turistas son muy seguros. Todos entran con la PCR negativa. No va a entrar nadie contagiado, por lo tanto el riesgo es que lo cojan aquí. El riesgo es a su vuelta", destaca Fernández de Alarcón, quien recuerda que desde Alemania ya se está haciendo llamamientos para que también se pidan test a sus ciudadanos a su regreso, a pesar de proceder de una zona considerada no de riesgo.
Con respecto a que tengan que acatar las mismas medidas restrictivas que los mallorquines, el vicepresidente de los hoteleros de Palma defiende que es algo "lógico".
"Estas medidas son para todos los mallorquines aunque no estemos contagiados. Una vez que están aquí los turistas tienen que seguir las mismas normas que nosotros. Nos parece correcto para salvar la temporada de verano", apunta Fernández de Alarcón, quien destaca que si en estos momentos está subiendo la incidencia en la isla, no es debido a los turistas, "que aún no han llegado", sino a que "el virus aún no se ha erradicado"
Al respecto, alude a la posibilidad de que el hotelero recoja en una declaración responsable que los turistas son convivientes, algo que va mucho más allá de lo que se le pide a la población local.
"Quien decide en una mesa de un restaurante si hay dos núcleos de convivencia es el propio mallorquín con su responsabilidad individual. Esa responsabilidad en el sector hotelero la vamos a cumplimentar por escrito. Ni siquiera en un restaurante a las personas que están en una mesa se les pide que hagan una declaración, pero nosotros aceptamos que en los hoteles se haga porque entendemos que debemos ser más respetuosos que nadie. Esto no se hace en ninguna otra parte", defiende Fernández de Alarcón.
Las críticas
Mucho más crítico con esta iniciativa se muestra Gabriel Llobera, vicepresidente ejecutivo de Garden Hotels, quien apunta que la medida choca con una de las máximas en el sector: la discreción. "Una de las características que hemos tenido siempre los hoteleros es que siempre hemos sido muy discretos con nuestros clientes. Nosotros no decimos quién está y quién no está en las habitaciones", recuerda.
En este sentido, el directivo de Garden duda de la legalidad de la medida. "No viene al caso que nosotros tengamos que preguntar a los clientes si son convivientes o no. Incluso no creo que sea muy legal que nosotros podamos preguntar si lo son. Hay una reserva y vienen juntos. No tiene sentido ir detrás del cliente preguntando estas cosas"
De este modo Llobera no ve "conveniente" pedir al cliente una declaración responsable al respecto.
En esta misma línea, otras fuentes del sector critican que la medida pone en una difícil tesitura a los hoteleros. "Entendemos que se produce un pequeño agravio comparativo con respecto a la población y que de ahí surja la polémica. Pero es que ponen a los hoteleros en una situación muy complicada porque es prácticamente imposible de controlar", denuncian.
Así, ponen un ejemplo gráfico de la dificultad de llevar a cabo esta supervisión: "Tú no puedes recibir a unos clientes y cuando están haciendo el check in en la recepción preguntarles si son convivientes o no. Si te dicen que no, ¿qué pasa, no les haces el ckeck in? ¿Les das otra habitación que no tienes porque a lo mejor estás en un nivel alto de ocupación?", se preguntan
Al mismo tiempo, lanzan otro interrogante: ¿no son ya de por sí suficiente garantía los test COVID que ya tienen que presentar en el aeropuerto estos turistas? "Si ya vienen con PCR negativa el que sean o no convivientes una vez que se metan dentro de su habitación, para el tema de propagación de la pandemia nos tendría que dar igual", constatan.
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