Medir, conocer y ahorrar, tres claves hacia la eficiencia energética

La eficiencia energética tiene un triple impacto positivo, porque además de cuidar el medioambiente y atender la demanda de un cliente cada vez más comprometido con la sostenibilidad, beneficia a la empresa con una reducción de costes. El consumo energético supone alrededor del 15% de los costes de explotación de un hotel, llegando, en algunos casos, incluso al 20% o 22%. En un escenario de crisis como el actual, en el que la caja de las compañías está golpeada, contar con herramientas para conocer el consumo real de electricidad y cómo rentabilizarlo del mejor modo posible, se ha convertido en una necesidad.

“Reducción de costes” es la frase más repetida puertas adentro en una compañía. Para ahorrar, hay que conocer los gastos y para conocer, hay que medir. En el mercado existen alternativas para visualizar los patrones de consumo de una empresa en tiempo real. Por la precisión, destaca el Servicio de Gestión Energética (SGE) de Endesa X, la filial de Endesa para ofrecer a particulares, empresas y ciudades soluciones para abordar la transición energética. Esta plataforma es una herramienta para “empoderar a los clientes”, brindando información para implementar acciones correctivas en pos de un consumo energético saludable para la economía de la empresa.

Las grandes cadenas pero también las pymes hoteleras y los propietarios independientes están atravesando una realidad sin precedentes, porque además del cierre obligado de marzo de 2020 –producto del Estado de Alarma- muchos de los que habían reabierto tuvieron que volver a bajar las persianas por falta de demanda. Pese a no tener clientes, y por tanto moverse en un escenario de ingresos casi cero, deben asumir mensualmente una serie de costes fijos.

Según los datos de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), la pandemia está provocando pérdidas por unos 50.000 euros mensuales por hotel, de los cuales el sobrecosto energético supone entre 2.000 y 3.000 euros.

El servicio de monitorización de energía de Endesa X permite medir los consumos energéticos susceptibles de ser medidos y detectar anomalías, sobrecostes o desviaciones. Con los datos obtenidos se estudian las causas, se hace un análisis pormenorizado y con esa información se diseñan medidas que se traducen en un ahorro directo.

Jorge Bistué, Responsable de Customer Insights de Endesa X es contundente: “la monitorización acabará reportando ahorros en la factura y satisfacción en cuanto al conocimiento y el compromiso social y medioambiental”.

La plataforma de gestión permite acceder a los datos desde cualquier navegador o smartphone de forma sencilla e intuitiva, favoreciendo a empresas con o sin experiencia en el uso de estas herramientas.

Asesoramiento para la instalación de equipos

La solución SGE de Endesa X lleva en el mercado cuatro años y en este tiempo han comprobado que el asesoramiento energético permite conseguir un ahorro medio de entre el 7 y el 10% sólo con la adopción de buenas prácticas y concienciación de usuarios, empleados y clientes. Pero la reducción de consumo se eleva hasta el 40% si la compañía decide realizar una inversión en instalaciones que acompañen el camino hacia la transición energética.

Endesa X también ofrece un diagnóstico energético integral y personalizado sobre el consumo de la empresa y soluciones de ahorro clasificadas por campo de actuación y tipo de mejora; inversión necesaria (o no) y el ahorro anual que conlleva; tiempo de retorno de la inversión e información detallada sobre el ahorro energético anual y la reducción de emisiones CO2.

Algoritmos a servicio del ahorro

El Servicio de Gestión Energética (SGE) es probablemente la plataforma más completa del mercado, y eso se debe a su oferta de recursos, tales como el Comfort Management.

En palabras de Jorge Bistué, Responsable de Customer Insights de Endesa X, este recurso supone una “evolución” de la propuesta original. Se trata también de una monitorización “pero asociada a una actuación en equipos de ventilación y climatización”.

Esta herramienta complementaria al SGE permite la gestión remota de los sistemas de climatización, mejorando el confort de los edificios, reduciendo el consumo de energía mediante el uso de un software de maching learning.

En las empresas de alojamiento turístico, parte del consumo de energía se destina a maquinaria (45%), climatización (25%), agua caliente (15%) e iluminación (15%). Contar con un plan estratégico de ahorro se vuelve vital en un contexto en el que prima saber cómo utilizar mejor los recursos económicos.

“Comfort Management tiene unos algoritmos aún más sofisticados de inteligencia artificial que en todo momento están registrando y aprendiendo sobre el uso que se da a los equipos de climatización, lo comparan con las temperaturas internas y externas y en función de eso va optimizando los modos de funcionamiento de los equipos, lo que permite un gran ahorro”, explica Bistué.

Según han comprobado en empresas multipunto, con más de diez puntos de suministro, “la implantación de nuestra plataforma y la recomendación de medidas de buenas prácticas, sin inversión, están facilitando ahorros del orden del siete por ciento en el consumo energético global”, detalla el Responsable de Customer Insights de Endesa X.

Comfort Management no solo permite a los clientes reducir su consumo de climatización y mantener el confort de sus edificios, sino que además permite al cliente monitorizar y/o controlar la calidad de su aire interior, aspecto de gran relevancia en la situación actual generada por la COVID-19.

Tecnología para mejorar los rendimientos

La eficiencia energética y el uso responsable de recursos forman parte de los retos climáticos que afronta el sector turístico. La Organización Mundial del Turismo (OMT), sostiene que el sector hotelero “es uno de los principales generadores de empleo e ingresos económicos, pero, al mismo tiempo, es también uno de los que utiliza más energía. De hecho, los hoteles y otros tipos de alojamiento representan entre el 2% y el 5% del total del CO2 emitido por el sector turístico”.

La tecnología y las soluciones de internet de las cosas que hay en el mercado, y que ya forma parte de la vida cotidiana de muchos consumidores y empresas, son grandes aliadas para caminar hacia la eficiencia energética, ya que aportan datos que facilitan la toma de decisiones. Con inteligencia basada en datos, una cadena hotelera puede mejorar su productividad, competitividad y sostenibilidad.

Hoy ya existen herramientas y aplicaciones para controlar desde la hora a la que suena el despertador o se activa la cafetera en la cocina hasta la temperatura a la que queremos la oficina o la intensidad de las luces, según el momento del día. Pero si se busca optimizar al máximo el consumo energético, esa tecnología necesita ser revisada y controlada.

Contar con plataformas de monitorización como Comfort Management “es como si tuviéramos a un experto continuamente pendiente del equipo de clima, cambiando los parámetros y optimizando su uso según sea necesario”, concluye Jorge Bistué.

El valor del la RSC

Pero aparte del ahorro económico que supone, esta plataforma es de gran utilidad para el desarrollo de la responsabilidad social corporativa, ya que permite conocer cuál es la huella de carbono de nuestra actividad y analizar cuánto ahorraremos según la medida correctiva que se adopte.

Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) casi el 60% de los consumidores considera relevante el impacto en el entorno desde el inicio de la pandemia y un 73% vigila de cerca el compromiso medioambiental de las marcas.

En Bioscore, una compañía dedicada a certificar el nivel de sostenibilidad, así como el compromiso medioambiental y social, de los establecimientos, sostienen que “la pandemia ha hecho que cada vez nos vayamos concienciando más de que la sostenibilidad no es opcional y que si invertimos nuestro dinero, ya sea en hoteles, ropa o el alquiler de un servicio, debe haber detrás una empresa que trate de tener impactos positivos".

Hoy los clientes prefieren alojarse en un hotel que tenga un comportamiento sostenible y que se preocupe por minimizar su impacto, e incluso el 30% está dispuesto a pagar más por alojarse en un establecimiento con esas características.

Un alojamiento turístico que persiga criterios de sostenibilidad debe poner en marcha un sistema de gestión energética para evitar gastos de energía innecesarios y poder evaluar qué impacto tendrá cualquier acción que lleve a cabo.

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