Análisis de Funcas

Ayudas directas: comparativa entre Alemania, España, Francia e Italia

Publicada 31/03/21
Ayudas directas: comparativa entre Alemania, España, Francia e Italia
  • La normativa española llega varios meses más tarde que en los otros tres países y su cobertura es relativamente reducida, señala el informe
  • Funcas sostiene que la puesta en marcha de las ayudas en España es más compleja que en los otros países, lo que podría retrasar su reparto
  • Alemania y Francia tienen los planes más generosos. El coste presupuestario de las ayudas alcanza 50.000 millones y 20.400 millones de euros

Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19 la situación financiera de muchas empresas se ha debilitado de manera importante. En muchos casos, como sucede en el sector turístico, muchas compañías están al límite de su resistencia más de un año después del inicio de la crisis. Con el fin de paliar esta situación, el Gobierno aprobó el 12 marzo un plan de ayudas directas dotado con 7.000 millones de euros, ya que las medidas aprobadas hasta la fecha -ERTE, créditos ICO y ayudas a autónomos- se han mostrado insuficientes ante la prolongación de la crisis. Las subvenciones a fondo perdido en España se han puesto en marcha mucho más tarde que en otros países europeos y son las más escasas, como señala la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que ha realizado una comparativa entre las estrategias impulsadas en Alemania, Francia, Italia y España.

Ante la perspectiva de quiebras en cascada y de una multiplicación de impagos, los gobiernos han instrumentado ayudas directas y operaciones de refinanciación. Su objetivo es reforzar la capacidad financiera de las empresas y tratar de preservar así numerosos negocios viables al borde de la insolvencia. Pero los programas impulsados por los diferentes países presentan notables diferencias.

En su análisis de las iniciativas de los cuatro Estados europeos, Funcas destaca enfoques distintos en los plazos de implementación, en los criterios de concesión y en las cuantías. Detalla que los planes más generosos corresponden a Alemania y Francia, países en los que el coste presupuestario de las ayudas directas asciende a 50.000 millones y 20.400 millones de euros, respectivamente, frente a los 11.000 millones en Italia y los 7.000 millones en España.

El coste estimado de las medidas refleja las características de los programas, cuyo diseño es más generoso en Alemania y Francia, como se refleja en este gráfico (clic para ampliar la imagen).

En lo que se refiere a nuestro país, las ayudas "son similares a las que se aplican en los otros tres países en cuanto al porcentaje de pérdidas que se compensan. Además, al incorporar un mínimo (4.000 euros), el dispositivo español tiende a favorecer a los pequeños negocios”, explica el director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres.

Sin embargo, “la normativa española llega varios meses más tarde que en los otros tres países y su cobertura es relativamente reducida, por aplicarse solo a los sectores más perjudicados por la pandemia”, añade.

En su opinión, el principal riesgo es la puesta en marcha, más compleja que en los otros países, lo que podría retrasar la llegada de las subvenciones, además de plantear desafíos de gestión y de disparidad entre las comunidades autónomas.

Por otro lado, el informe de Funcas concluye que la gestión de las medidas marca otra gran diferencia. En Francia e Italia, las solicitudes se realizan directamente desde el portal de la Agencia Tributaria, que es el ente encargado de conceder las ayudas. En Alemania y España la implementación corre a cargo de las administraciones regionales, y en el caso español, previa convocatoria en cada autonomía.

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Criterios de concesión

En Alemania y Francia las ayudas se empezaron a conceder desde el otoño y, en un principio, estaban destinadas solo a las empresas que se enfrentaban a una restricción administrativa de actividad, pero desde el primer momento se han ampliado a todos los sectores. En Italia las ayudas se han generalizado también al conjunto de la economía, pero en España se limitan a los sectores más perjudicados (comercio, hostelería, ocio).

La concesión depende del porcentaje de ingresos perdidos por la crisis. En Alemania, España e Italia, solo pueden solicitar la ayudas los negocios que hayan visto reducida su facturación al menos un 30% con respecto a 2019. En Francia, especialmente en los sectores más afectados, tienen derecho a una transferencia desde el primer euro perdido.

El requisito de viabilidad tiene poco peso en todos los países. Una circunstancia que eldirector de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas atribuye a que "no es fácil establecer criterios objetivos sin retrasar excesivamente la asignación de los recursos”

La principal preocupación de los gobiernos, sostiene el informe, es limitar el desgaste del tejido productivo, aunque suponga la perpetuación de algunos negocios inviables. En el caso de España, la normativa solo excluye a empresas que ya incurrían en pérdidas antes de la crisis. En Alemania, la evaluación del grado de viabilidad depende de la valoración de los Länder.

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En lo que se refiere a la cuantía de las ayudas, Alemania es el país más generoso, con un tope de hasta 1,5 millones de euros. Sin embargo, para el cálculo de las prestaciones solo se tienen en cuenta los costes fijos, mientras que en los otros tres países se basa en la pérdida total de facturación.

La cantidad es más reducida en España. Se compensa entre el 20 y el 40% de los ingresos perdidos por las empresas de los sectores más afectados, frente al 20-60% en Italia y hasta el 100% en el caso de los pequeños negocios en Francia. La tasa de compensación puede llegar hasta el 90% en Alemania, aunque solo se aplica a los costes fijos

Nuestro país es el único que concede una prestación mínima de 4.000 euros para todas las empresas que cumplan los requisitos de concesión de las ayudas, una circunstancia que podría favorecer en especial a los pequeños negocios.

En el Estado galo, las empresas con una caída de facturación superior al 50% y que no se hayan visto afectadas por las restricciones de actividad ni forman parte de los sectores prioritarios -como la hostelería-, pueden recibir una prestación global de 1.500 euros.

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