El laudo entre controladores y Aena fija el salario medio en 200.000 euros

La jornada laboral en 1.670 horas regirá para los años 2011 y 2012, con una reducción hasta las 1.595 horas en el 2013, año en el que finaliza el tiempo de vigencia del acuerdo, al 31 de diciembre.

El ex ministro afirmó que los controladores españoles son los que más trabajan de Europa, pero también los que más ganan, por lo que este laudo intenta que se vayan aproximando tanto en jornada como en salario a los niveles de los controladores europeos, de alrededor de 1.300 horas anuales. A juicio del árbitro, se está ajustando el binomio jornada-salario, de tal forma que a más horas más salario, y a menos horas menos salario.

Pimentel presentó ayer en rueda de prensa los resultados de su arbitraje, que considera un "éxito del diálogo social" y resuelve un largo conflicto laboral entre el colectivo de controladores y el gestor aeroportuario, tras ser incapaces de acordar el II Convenio Colectivo del sector durante varios años.

Este laudo arbitral, que pasa a ser el II convenio colectivo entre Aena y los controladores, entrará en vigor cuando se inscriba en el Ministerio de Trabajo y se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Las nuevas condiciones

Con la nueva organización del trabajo, la jornada laboral de los controladores pasa de 1.200 a 1.670 horas anuales, con una media mensual de 170 horas, por lo que el salario medio anual estimado se sitúa en 200.000 euros frente a los 350.000 anteriores. Se amplía, además, en 40 el número de horas extraordinarias "por formación", en el 2011, en 25 horas en el 2012 y en 20 horas en el 2013.

La norma establece que las horas correspondientes a las actividades laborales de carácter no aeronáutico (permisos sindicales y ausencias por incapacidad laboral entre otras) no computen en este máximo anual. Además se establece un máximo de 80 horas extraordinarias y se prohíbe la jubilación a los 52 años, estableciendo que a los 57 años pasen a la reserva activa cobrando el 75% de su salario.

Para el árbitro ha sido muy importante que ya hubiera un preacuerdo firmado en agosto entre la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y Aena que representaba "un buen punto de partida" y marcaba, entre otros aspectos, el espacio de los acuerdos salariales.

Según Pimentel, con este texto se avanza hacia Europa, ya que en él se ha llevado a cabo la transposición de la normativa europea actual y se dispone para asumir las que lleguen en el futuro con el Cielo Único.

Con el laudo se pone fin a largo conflicto. La Administración española y los controladores aéreos, cuyo primer convenio debía haber expirado en 2004, mantenían un enfrentamiento casi permanente desde hace 35 años por desavenencias profesionales y salariales.

Aena: una nueva etapa con los controladores

El presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, ha expresado su confianza en que el laudo arbitral abra "una nueva etapa en las relaciones laborales entre Aena y los controladores aéreos basadas en el consenso".

En una primera valoración del laudo, Lema se ha mostrado convencido de que "cumpliremos sin lugar a dudas" este II convenio y ha manifestado su deseo de que "abra un periodo de paz social que nos permita afrontar sin sobresaltos el crucial proceso de transformación que va a vivir Aena y que se inició el viernes con la autorización del Consejo de Ministros para la creación de Aena Aeropuertos".

En las próximas horas Aena procederá a la inscripción del laudo en el Registro del Ministerio de Trabajo y posteriormente se publicará en el BOE el que será el II Convenio Colectivo de los controladores aéreos.

Ni vencedores ni vencidos

El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que no hay vencedores ni vencidos con el laudo dictado por el exministro Manuel Pimentel sobre el II convenio colectivo de los controladores aéreos.

Blanco ha asegurado que “Aena cumplirá el laudo de la a la z" y señaló que espera que los controladores aéreos hagan lo mismo. Agregó que el laudo, de obligado cumplimiento por ambas partes, permitirá garantizar la continuidad de los servicios aeroportuarios de una forma más eficiente y competitiva, y permite afrontar el futuro de Aena con una mayor colaboración entre la empresa y los controladores, indicó.

El control aéreo ha sido una prioridad de las reformas estructurales en las que trabaja el Gobierno para mejorar la eficiencia y competitividad del transporte aéreo español, ya que se trata, dijo, de un elemento clave de la economía española.